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La Ansiedad


Enviado por   •  9 de Noviembre de 2013  •  2.103 Palabras (9 Páginas)  •  176 Visitas

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CONCEPTO DE ANSIEDAD ADAPTATIVA

El concepto de ansiedad puede resultar bastante ambiguo lo que hace que muchas veces se utilice de forma equivocada, remarcando normalmente su carácter negativo.

Es muy importante saber que la ansiedad es una respuesta natural e inevitable que aparece ante la presencia o anticipación de una situación que interpretamos como peligrosa o potencialmente peligrosa. Es decir, ante todo la ansiedad es un sofisticado sistema de supervivencia orientado al eficaz afrontamiento de los peligros que el mundo nos depara. Por ello podemos decir que hoy estamos aquí porque la ansiedad hizo que nuestros antepasados reaccionaran de manera más hábil ante los peligros y situaciones complicadas.

Cuando percibimos una situación o acontecimiento como potencialmente peligroso o desafiante, toda una serie de mecanismos internos se ponen en funcionamiento para permitirnos ‘reaccionar’ con éxito y rapidez. De hecho los rasgos asociados a la ansiedad no son más que el reflejo externo de la intensa actividad interna por el que nuestro propio cuerpo atraviesa para hacer frente a la situación percibida como potencialmente amenazante. Detengámonos en esta idea a través del análisis de algunos ’síntomas’ típicos asociados a una respuesta de ansiedad:

1. Aumento de la Tensión Muscular…

- Preparación para actuar con rapidez y agilidad.

2. Incremento del Pulso y la Tensión…

- Más sangre llega a los músculos,el cerebro y los pulmones.

3. Aceleración del Ritmo Respiratorio…

- Más oxígeno se encuentra disponible para afrontar el esfuerzo.

4. Incremento de la Transpiración…

- Permite aliviar el exceso de temperatura producido por la acción.

5. Ralentización de otras Funciones Corporales Secundarias…

- La función digestiva pasa a segundo plano en el consumo de recursos.

Como se puede observar, se trata de mecanismos fundamentales para asegurar nuestra supervivencia ante situaciones límite y su importancia es fundamental e indiscutible.

Siguiendo esta idea podemos entender la ansiedad como un fenómeno que se da en todas las personas y que, bajo condiciones normales, mejora el rendimiento y adaptación al medio. Tiene la importante función de movilizarnos frente a situaciones amenazantes o preocupantes, de manera que hagamos lo necesario para evitar el riesgo, neutralizarlo, asumirlo o afrontarlo adecuadamente.

La ansiedad puede ser definida según Tobal como una respuesta emocional, o patrón de respuestas que engloba aspectos cognitivos displacenteros, de tensión y aprensión; aspectos fisiológicos, caracterizados por un alto grado de activación del Sistema Nervioso Autónomo y aspectos motores que suelen implicar comportamientos poco ajustados y escasamente adaptativos. La respuesta de ansiedad puede ser elicitada tanto por estimulos externos o situacionales como por estímulos internos al sujeto, tales como pesamientos, ideas, imágenes, etc., que son percibidos por el individuo como peligrosos o amenazantes.

LA ANSIEDAD COMO PATOLOGÍA

Cuando nos referimos a la ansiedad como patología es porque su frecuencia, intensidad o duración son excesivas, dando lugar a la aparición de limitaciones, más o menos importantes en la vida de individuo y en su capacidad de adaptación al medio circundante.

Tal y como señalan Galletero y Guimón la ansiedad patológica puede manifestarse de tres formas diferentes:

1. Como crisis, de forma brusca y episódica, tal como sucede en el trastorno de pánico.

2. Sin crisis, de forma persistente y continua como ocurre en el trastorno de ansiedad generalizada.

3. Como consecuencia de una fuerte e identificable situación de estrés, siendo este el caso del trastorno del estrés postraumático.

La ansiedad no solo constituye la base de los denominados trastornos de ansiedad sino que también está asociada a trastornos considerados tradicionalmente como neuróticos, psicóticos y una amplia variedad de trastornos psicofisiológicos, entre los que cobran especial importancia los cardiovasculares. Ya que según Tobal “la ansiedad puede ser un precedente y causa de enfermedades cardiovasculares”.

Además, la ansiedad también juega un papel destacado en los trastornos sexuales, de alimentación, en las conductas adictivas (fumar), etc.

Es muy importante tener en cuenta que el impacto que la Ansiedad Patológica es capaz de ejercer sobre el individuo que la padece puede ser devastador y en la mayoría de ocasiones no está lo suficientemente reconocido. Las consecuencias del progresivo deterioro se extienden, no sólo al área personal, sino que afecta a las relaciones familiares y sociales e incluso a las posibilidades reales de desarrollo profesional. El impacto, tanto directo como indirecto, sobre la propia comunidad es difícilmente cuantificable.

Manifestaciones sintomatológicas de la ansiedad

Las manifestaciones sintomatológicas de la ansiedad son muy variadas y las podemos clasificar en diferentes grupos:

-Físicos: Taquicardia, palpitaciones, opresión en el pecho, falta de aire, temblores, sudoración, molestias digestivas, náuseas, vómitos, "nudo" en el estómago, alteraciones de la alimentación, tensión y rigidez muscular, cansancio, hormigueo, sensación de mereo e inestabilidad. Si la activación neurofisiológica es muy alta pueden aperecer alteraciones del sueño, la alimentación y la respuesta sexual.

-Psicológicos: Inquietud, agobio, sensación de amenaza o peligro, ganas de huir o atacar, inseguridad, sensación de vacío, sensación de extrañeza o despersonalización, temor a perder el control, recelos, sospechas, incertidumbre, dificultad para tomar decisiones. En casos más extremos, temor la muerte, la locura, o el suicidio.

-De conducta: Estado de alerta e hipervigilancia, bloqueos, torpeza o dificultad para actuar, impulsividad, inquietud motora, dificultad para estarse quieto y en reposo. Estos síntomas vienen acompañados de cambios en la expresividad corporal y el lenguaje corporal: posturas cerradas, rigidez, movimientos torpes de manos y brazos tensión de las mádíbulas, cambios en la voz, expresión facial de asombro, duda o crispación, etc.

-Intelectuales o cognitivos: Difucultades de atención, concentración y memoria, aumento de los despistes y descuidos, preocupación excesiva, expectativas negativas, rumiación, pensamientos distorsionados

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