LA DESMOTIVACIÒN Y DESERCIÒN ESCOLAR

En nuestros días, una problemática que está golpeando fuertemente al ámbito educativo es la desmotivación escolar, la cual irremediablemente trae aparejado otra problemática, la deserción escolar, pero ¿qué factores están provocando esta falta de interés en nuestros niños y jóvenes hacia la escuela?¿qué está ocurriendo en cada salón de clases y en cada seno familiar que provoca en nuestros alumnos la indiferencia ante el aprendizaje?¿qué están haciendo los maestros y otras autoridades educativas con respecto a esta problemática?

Indiscutiblemente, todos los involucrados en la cuestión educativa, debemos darnos a la tarea de actuar de inmediato y buscar las causas que están provocando el problema ante expuesto. No es muy difícil de comprender que en el actual siglo, estamos viviendo en la “Era de la Tecnología” y esto constituye un reto ineludible para nuestros maestros, quienes deben cambiar radicalmente sus métodos y estrategias de enseñanza pues en ello reside grandemente el hecho de que sus alumnos se muestren hastiados de escuchar largas disertaciones sobre un tema que con gran facilidad mayores atractivos pueden encontrar sin ningún problema en cualquier dispositivo con acceso a internet, incluso hasta se sienten capaces de cuestionar o poner en duda a lo que sus maestros están haciendo referencia.

En mi experiencia personal, en cierta clase de Educación Artística que fuimos a observar uno de mis grupos de la Licenciatura en Pedagogía en la Secundaria Federal 6, pudimos constatar como el autoritarismo de un profesor causó el colapso de la creatividad de sus alumnos y por ende, la desmotivación de estos. El profesor había orientado realizar una pintura de un paisaje con una de las técnicas de pintura por él enseñadas, pero quería que usaran una en especial, sin embargo, un equipo tenía una idea diferente, además de que expresaron que habían escogido esa técnica porque les permitiría crear lo que se habían propuesto y porque era más económica en cuanto a los materiales que iban a utilizar.

El profesor haciendo caso omiso de las necesidades e intereses de sus alumnos se limitó a rechazar el trabajo y a darles una calificación reprobatoria. De esta manera mostró su falta de empatía, su carencia de tacto pedagógico y en especial, su falta de humanismo y que si como maestros no estamos abiertos a escuchar e incluso a aprender de nuestros alumnos, estamos privando al mundo de futuros Einsteins, Darwins…,

No tuvo en cuenta que cada ser humano es en sí mismo un creador, es un artista que cree firmemente en su propio talento. Tal como le ocurrió a Sir Ken Rogers un día visitando un colegio cuando vio a una niña de seis años concentradísima dibujando y le preguntó: "¿Qué dibujas?". Y le contestó: "La cara de Dios". A lo que él respondió “Nadie sabe cómo es” y la niña con tono calmado y seguro le respondió “Mejor,

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