LA IMPORTANCIA DE SABER CÓMO COMUNICARNOS, ASERTIVA O AGRESIVAMENTE

LA IMPORTANCIA DE SABER CÓMO COMUNICARNOS, ASERTIVA O AGRESIVAMENTE.

La comunicación es un proceso por el cual se expresa algo, para que exista la comunicación debe existir un emisor y un receptor, pero la forma de hacer llegar ese mensaje al receptor o receptores puede variar dependiendo del tipo de comunicación que utilice el comunicador. Un tipo de comunicación para hacerse llegar al receptor puede ser la comunicación asertiva, la cual es una forma de comunicación donde se dan a conocer ideas, sentimientos u opiniones de forma confiada reduciendo la posibilidad de generar un conflicto, implica la habilidad para expresarse sin que se deje llevar por juicios o preconcepciones por las personas o hechos, implicando respeto por las personas, por lo que también se espera ser respetado. Otro tipo de comunicación es la comunicación agresiva que busca dañar a otra persona en lugar de buscar o abordar el tema principal de interés, donde el comunicador se comporta de forma rígida, culpabiliza, exagera, critica, no reconoce errores, insulta, ridiculiza, entre otros.

A partir de los discursos se puede evidenciar la comunicación asertiva y agresiva, al no saber o poder expresar con poder de convencimiento o comunicarse con seguridad ante los demás los hacen ya sea mediante el odio o de forma locuaz, como es el caso de la comunicación asertiva del Senador Rodrigo Lara Restrepo o la comunicación agresiva o de odio del señor Ernesto Macías.

El señor Ernesto Macías se toma casi media hora para lanzar bocanadas de ácido del anterior mandatario, la comunicación que utiliza es típica en su mayoría de los sectores radicales en el país, donde más que hablar de forma asertiva su forma de convencimiento es el odio, sabiendo que en este tipo de comunicación el comunicador se desvía del tema principal que es la posesión del próximo líder de turno, no realiza una introducción del tema sino que enfoca todo su esfuerzo en cargárselas todas con el anterior mandatario, si bien se pueden hablar de la anterior administración no es necesario llevar un pliego de cada detalle, a sabiendas que también ellos son coproductores de los que se habla.  El Señor Macías se presenta de forma rígida, sin titubear de forma agresiva al momento de presentar su discurso bien preparada por los que le hicieron la tarea, este solo se dedica a culpabilizar al gobierno de todo, lo que pasa en el país, como si sus representantes no fueran corruptos también, como se ha venido mostrando con el tiempos, pero aunque poco sirve porque no se hace nada, para entender un sistema económico hay que entender muchas variables y entre ellas las globales, donde Colombia tiene muchas desventajas al ser un país agrícola, donde el gobierno de apoyo del señor Macías podemos decirnos, y que hizo este para la industrialización del país, o el apoyo al campo por pequeños productores todo se lo llevo a los ricos gracias al señor Felipe Arias.  Utiliza la exageración indicando que el país está mucho peor de lo que los estaba antes, en realidad se puede decir que el país está un poquito mejor, y no porque en materia económica el anterior gobierno haya hecho mucho que en realidad lo que hacen es regalar nuestros recursos y robarse las regalías, en realidad parece que florecieran por todas partes cosas malas, pero ya no está el sofisma de distracción de la guerrilla para ventilarlo en los medios de comunicación ahora se puede enfocar en problemas más profundos que desangran el país, no solo en sangre sino en economía.  El Señor Macías solo hace críticas constante y es incapaz de reconocer nada bueno del gobierno anterior, porque si hay cosas y es cierto que en política también es un desastre, pero para eso ya sería otro ensayo.  No se reconocen los errores, el Señor Macías idolatra al señor que alguna vez fue llamando el gran colombiano, que si bien es cierto que el país avanzo en materia de seguridad, nos volvimos tan egoístas y faltos de empatía, al justificar a los miles de falsos positivos y ejecuciones extrajudiciales de todo aquel que se atreviera a cuestionar este modelo de terror, pero es tan difícil colocarnos en los pies de esas familias que su hijo, esposo, que no llego a casa, como todo el que agita la bandera del odio, no ha vivido el verdadero terror de la guerra, es más fácil hablar desde un cómodo sofá, mientras nos alimentamos de odio por los medios de comunicación, es increíble que se tenga más rabia y odio a la guerrilla que a los grupos paramilitares y el Estado, que entre ellos dos han causado más del 60% de la tragedia colombiana, y no quiero decir con esto que me muestro con empatía hacia algún grupo ilegal, porque en este país esta tan podrida la mente que no se puede opinar de forma razonable porque ya uno hace parte de un grupo o algo y cualquier persona puede amenazar a uno, por el hecho de pensar, me curo en salud ante la fobia que puede ser hablar de política en este país.  Pero definitivamente hay que sentar a todos los agresores y juzgarlos por igual, no valla hacer que terminemos idolatrando un grupo de estos.  Sin lugar a duda esto es un clásico ejemplo de comunicación de odio.

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