LOS 7 CHAKRAS
merf197628 de Febrero de 2013
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LOS SIETE CHAKRAS
Todos nos hemos preguntado alguna vez: ¿Quién soy? o ¿Cómo puedo explotar al máximo todo mi potencial? Pues bien, no hay nada que pueda centrarse tan bien en esas respuestas como los centros energéticos que tenemos en el cuerpo.
Hace unos días hablábamos de la estrecha relación entre la mente y el cuerpo. Si usamos todo el potencial que nuestra mente nos ofrece, podremos fortalecer el cuerpo. Y si usamos el increíble poder que nuestro cerebro almacena, nuestra salud saldrá ganando y, como consecuencia, nosotros también. Es por eso que, para hablar de esa conexión especial entre la mente y el cuerpo, hoy te hablamos de algo que tiene mucho que ver en ello: los chakras.
Nuestro cuerpo y la energía
Según las creencias tradicionales del yoga, los chakras o “vórtices energéticos” son centros de energía ubicados en nuestro cuerpo y que están asociados con la naturaleza física, emocional y mental. A través de ellos fluyen corrientes de energía a diferentes velocidades vibratorias, y su función es mantener el equilibrio entre la salud espiritual, física, emocional y mental.
Hay siete chakras principales, que son los encargados de absorber y transformar la energía universal para emitirla hacia el exterior. La idea es que estos siete chakras estén abiertos para que la energía fluya y podamos vivir en un perfecto equilibrio físico y espiritual; pero nuestras reacciones ante el día a día, como el estrés, provocan que nuestros puntos vitales se ensucien, taponen o cierren dando como resultado diversos malestares tanto físicos como emocionales. Por el contrario, si los chakras están equilibrados enérgicamente, podremos lograr una mayor vitalidad y mejorar la salud física.
Los 7 chakras
Se dice que son más de 80.000 los chakras que se distribuyen por todo el cuerpo, pero los principales son siete. Estos están distribuidos y perfectamente alineados entre la parte más baja de la columna vertebral y la parte más alta de la cabeza. Cada una de esas “ruedas invisibles” o “centros de energía”, como también se les conoce, tiene una función especial.
El primer chakra es el chakra raíz o de soporte (muladhara), y representa el equilibrio con el mundo perceptible con los cinco sentidos, la supervivencia y el bienestar económico. El segundo es el chakra sexual (svadhisthana), ubicado dos dedos por debajo del ombligo y relacionado con la creatividad, las relaciones interpersonales y el estado de la satisfacción sexual. El tercer chakra es el del plexo solar (manipura), y tiene que ver con la vitalidad, el equilibrio emocional, la fuerza de voluntad, el poder y la consumación de los deseos. El cuarto es el chakra del plexo cardíaco (anahata), que es el que tiene que ver con el amor incondicional, la sanación, el alma y el espíritu. El quinto es el laríngeo (vishuddha), que representa la expresión del ser, la comunicación y el autoconocimiento. El sexto chakra es el del Tercer Ojo (ajna), relacionado con la conciencia de unidad, el conocimiento y la memoria, y la co-creación. Y el séptimo es el chakra de la corona (sahasrara), que tiene que ver con la sabiduría, la realización del ser total y la perfección.
Los chakras y la salud
Lo ideal para la perfecta armonía entre el cuerpo y la mente es desarrollar los chakras, pero eso depende de varios factores: de nuestra conciencia, nuestro desarrollo físico, y nuestro estado mental y emocional.
No todos los chakras se desarrollan a la vez, sino que uno de éstos puede poseer vibraciones mayores o menores a la del resto. Por ejemplo, si una persona tiene poco desarrollado el chakra del corazón es probable que pueda sufrir dolores en el pecho, dificultades circulatorias o problemas sanguíneos. O si por el contrario una persona tiene poco desarrollado el chakra de la garganta, el canal energético puede quedar algo bloqueado y por consiguiente la persona puede sufrir problemas en la zona del cuello y la garganta.
Según la filosofía oriental, los chakras tienen una influencia en todo lo que somos, es por eso que afectan directamente a todos los sistemas. La armonía entre los siete chakras representa el alcance de la conciencia global y la armonía universal. Pero no todos conseguimos alcanzar esa conciencia, y es que para ello primero debemos armonizarlos uno a uno en sentido ascendiente: empezando por el chakra base y terminando por el chakra de la Corona, por lo que muchos se quedan a mitad de camino.
Aun así, todos podemos aprender a armonizar nuestros chakras para gozar de buena salud y ganar en calidad de vida. ¿Te animas? ¿Habías oído hablar de los chakras, o por el contrario acabas de conocer los centros de energía que hay en tu cuerpo?
MEDITACION USAR LA MENTE PARA CURAR EL CUERPO
La mente es un instrumento perfecto, solo hay que aprender a tocarlo. Si cada día dedicamos un poco de tiempo a ensayar, cada vez seremos mejores músicos; es cuestión de constancia y querer aprender. Incluso es probable que con cada ensayo descubramos nuevas notas que desconocíamos, lo cual nos hará coger impulso para seguir aprendiendo.
La mente es la que dirige la orquesta de nuestra vida, pero… ¿Qué pasa si estamos desaprovechando todo su potencial? Ejerce un poder asombroso sobre nosotros: sin ir más lejos es la que domina nuestro cuerpo y, por tanto, influye sobre él. Así que, ¿si la mente influye sobre el cuerpo… también puede interferir en su salud? La respuesta es sí y se llama sanación.
Tu mente influye en tu salud
La mayoría de personas no usamos el cerebro de forma simultánea sino que aislamos distintos usos de la mente que podrían estar relacionados entre sí. Y el resultado salta a la vista: no explotamos todo su potencial. Entonces, ¿qué pasaría si empezáramos a desarrollar un poco más el poder de la mente? La respuesta es sencilla: podríamos tener dominio sobre la realidad y sobre nuestro cuerpo.
Cada vez hay más pruebas que evidencian el poder de la mente para fortalecer el cuerpo.
Todos nos damos cuenta como alguien que está enfermo se recupera más rápido si posee un pensamiento positivo, mientras que alguien negativo necesita mucho más tiempo para recuperarse.
Hipócrates decía que es más importante conocer al paciente que tiene una enfermedad, que conocer la enfermedad que tiene el paciente. Y es que la mayor parte de las enfermedades tienen un origen psicológico: no son problemas del cuerpo, sino de la mente. Por ejemplo, el estrés, que produce presión en nuestra mente y esta a su vez reacciona generando tensión en el cuello, el estómago, la boca o la espalda. Todos tenemos la oportunidad de sanarnos, pero para ello debemos aprender a usar de forma eficaz ese instrumento tan perfecto que conocemos como mente.
La meditación para sanar
Existen diversas técnicas para ayudarnos a lograr que la mente influya sobre nuestro cuerpo correctamente y aportándole salud y bienestar, pero una de las más populares es la meditación. Durante los últimos años la meditación ha dado un salto hacia la sociedad occidental, y cada vez hay más evidencias científicas para recurrir a ella para sanar el cuerpo.
Lo cierto es que según un estudio realizado por la Universidad de Wisconsin, la meditación produce más anticuerpos de los que se consiguen con la vacuna de la gripe. ¿Te puedes hacer una idea de lo que eso significa? Además, al meditar activamos zonas cerebrales relacionadas con las emociones positivas, por lo que es más fácil estar sano si somos felices. En realidad se trata de aprender a “calmar” la mente, analizar nuestros patrones y transformar todo lo negativo en positivo: cambiar las emociones que nos hacen sufrir por otras que nos aporten equilibrio y bienestar.
El poder de nuestra mente, de nuestra palabra y de nuestro cerebro está muy limitado debido a nuestros obstáculos mentales. Pero cuando liberemos a nuestra mente de todas esas trabas, nuestro poder no tendrá límites.
La salud física va emparejada con la salud mental. ¿Qué refleja tu salud? ¿Crees que tus pensamientos ponen trabas a tu bienestar? Coméntanos cómo sientes que tu mente influye en tu cuerpo. Recuerda lo que decían en la Grecia clásica: mens sana in corpore sano o, su equivalente en español, mente sana en cuerpo sano. ¿Lo aplicas a tu vida?
APRENDA A VIVIR SIN QUEJAS
Hay dos grupos de personas: las que buscan su propia felicidad y las que se sientan a esperarla. Y hay dos maneras de tomarse la vida: con gratitud o con lamentaciones. Podemos hacer cosas que nos hacen felices mientras estamos agradecidos por todo lo que tenemos (o lo que está en camino), o también podemos esperar a que nuestra vida cambie de un día para otro sin que hagamos nada mientras nos lamentamos por todo lo que no tenemos. ¿Qué opción prefieres? Obvio, ¿verdad? Precisamente por eso, hoy te queremos proponer un reto con múltiples beneficios: 21 días sin quejas.
La cultura del lamento
Hay un refrán que dice: “si no puedes cambiar el mundo, cambia tu actitud”. Muchas personas se lamentan cada día por todo lo que no tienen en lugar de agradecer todo lo que sí tienen.
“Tengo frío. Hace mucho calor. Odio los lunes. Me duele la cabeza. La carne está cruda. Ese auto es muy caro. Le falta sal. La calle está muy sucia. No me gusta que los demás se demoren. Todo me sale mal”… Si contáramos todas las veces que nos quejamos no creeríamos que fuéramos capaces de dedicar gran parte de nuestra atención a tantas cosas negativas.
Estamos habituados a lamentarnos continuamente, y hasta que no tengamos una actitud totalmente positiva no podremos ser más felices y sentirnos realizados en todos los
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