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La Instrumentalidad humana apesta, o cómo aprendí a no preocuparme y amar la ambigüedad

RagnarokMonografía20 de Julio de 2019

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La Instrumentalidad humana apesta, o cómo aprendí a no

preocuparme y amar la ambigüedad

Imagina un mundo en el que todas las mentes estén realmente unificadas - un mundo donde todos pueden oír los pensamientos más privados de cada quien. No sólo eres consciente de la existencia de los otros, sino que sabes exactamente lo que los demás piensan de ti. No hay espacio entre tu y otro; la próxima mente comienza antes de que termine la tuya propia. Este estado de ser, al que se le refiere comúnmente como "La Instrumentalidad Humana" en la  serie animada de ciencia ficción de Hideaki Anno, Neon Genesis Evangelion, es la culminación temática de uno de los temas clave que Anno explora: los problemas inherentes a la coexistencia con otros en los distintos modos (Románticamente, Platonicamente y todo el espectro de las demás relaciones) Las ideas que Anno explora aquí son notablemente similares a la noción de Jean Paul Sartre del "Ser-para-Otro ", introducida en el Ser y la Nada. La filosofía de Sartre llega a su clímax con la "Triple Destructividad del Amor", su tesis de que las inseguridades provocadas por la división fundamental entre dos personas eventualmente destruirán cualquier relación. Sus escritos son una exploración cruda y deprimente de las relaciones humanas que deja poco espacio para la alegría o la esperanza. Sin embargo, en Neon Genesis Evangelion, Anno utiliza el concepto de Instrumentalidad Humana para teorizar que las divisiones que separan a las personas no sólo son normales, pero también una cosa positiva, intentando combatir las consecuencias depresivas de la filosofía existencial de Sartre.

Sartre explica y centra sus afirmaciones en el Ser y la Nada sobre el "Ser-para-Otro", un estado de la realidad en la que las personas sólo existen porque "el Otro" (término que Sartre utiliza para todas las otras personas que no son tu propio yo), "es [para un individuo] el que hace que ‘exista’ un ser que es el mío propio". En esencia, esto significa que las personas existen sólo porque los demás son conscientes de su existencia.[1] Luego continúa afirmando que en "el Otro es el fundamento del ser[del individuo]". Esta filosofía de "Ser-para-Otro" crea una especie de paradoja en la que uno[tu propio ser] existe debido a la conciencia del Otro, al mismo tiempo que el Otro existe debido a tu propia consciencia, objetificando[2] efectivamente ambas partes. Sartre se lamenta de que el "Otro no puede ser disuelto dentro de mí sin que mi “Ser-para-Otro” desaparezca". Afirma que "la unidad con el Otro es ...de hecho irrealizable ... [y], en teoría, para la asimilación de uno mismo(que Sartre define como “Ser-para-sí”[3]) y el Otro en una única existencia necesariamente implicaría la desaparición de la características que permiten identificar al Otro como Otro". Sartre se refiere a cualquier tipo de ser que pudiera lograr esto como "Dios". Sobre la base de sus escritos, parece que a Sartre le molesta, fundamentalmente, el "Ser-para-Otro" y, debido a esto, desea   un mundo en el que múltiples consciencias pudieran unirse en una sola. 

Para Sartre, este abismo primordial entre las personas sólo puede ser atravesado por la acción o el lenguaje. Sin embargo, Sartre hace hincapié en que la manera en que tratamos de cruzar esta brecha es imprecisa: "construyo mi lenguaje como un fenómeno incompleto ... tan pronto como me expreso, sólo puedo adivinar el significado de lo que he expresado -es decir, el significado de lo que soy ". Nunca sabremos cómo la persona en el extremo receptor de nuestra expresión la interpretó, y sin importar lo que se intente, uno jamás será capaz de totalmente descifrar lo que alguien realmente es a través de acciones de esa persona. Lo que es probable es que pospongamos infinitamente el conocimiento al 100% de lo que la otra persona es, perpetuamente cada vez más cerca, pero sin nunca llegar a entender completamente al Otro. Esto, junto con meditaciones de Sartre sobre la incapacidad de existir independientemente del Otro, lleva al lector de Sartre a una conclusión desoladora: nadie puede existir realmente por sí mismo, ni tampoco nadie puede verdaderamente comprender a los demás. Todos los hombres son islas en un gran archipiélago de la existencia en el que otras masas de tierra son visibles pero son inalcanzables. Podemos intentar, pero nunca seremos capaces de atravesar por completo el océano de terror absoluto y ambigüedad que nos separa. Los que lo intentan inevitablemente se pierden en el mar.

Para Hideaki Anno, que utilizó a Neon Genesis Evangelion como método de terapia contra su depresión, el constante temor al rechazo y la incomprensión, además de la desdeñosa aceptación de la imposibilidad de comprender verdaderamente al Otro, es omnipresente en su obra. Dentro del mundo de la ciencia-ficción de Evangelion, el abismo descrito por Sartre se da en lo físico: el Campo-AT. Toda la vida se separa por Campos-AT, de "Terror Absoluto", una barrera que fija y retiene las almas de las personas dentro de sus cuerpos. El fundamento de esta barrera, tanto en el contexto de la narrativa como metafóricamente, es el terror experimentado por la idea del juicio y evaluación de los demás. Este campo, dentro del universo NGE pueden llegar a ser tan fuerte que puede proteger a alguien de un asalto físico. Anno utiliza el famoso "Dilema del Erizo"[4] shopenhaueriano como una metáfora de estos campos AT. Tal y com Ritsuko Akagi explica mientras psicoanaliza al protagonista, Shinji Ikari, "a pesar de que un erizo puede querer acercarse a otro erizo, cuanto más se acercan, más se lesionan el uno al otro con sus espinas". La constante ansiedad y el aislamiento por un probable dolor, causado por o infligido a los demás es la base metafórica para el campo AT.

Probablemente fueron las sombrías conclusiones de Sartre las que formaron la base de la depresión de Hideaki Anno expresada a través de Neon Genesis Evangelion. Sin embargo, es a través de este trabajo que Anno es capaz de rechazar el fatalismo de la visión de Sartre. Dentro de la película que concluye la saga, The End of Evangelion, Anno provoca el apocalipsis en el mundo de Evangelion. Este apocalipsis rompe los Campos-AT que separan todas las formas de vida, fusionando a todas las personas en una sola conciencia. Es "un mundo ambiguo en el que no se puede saber donde uno termina y los otros comienzan. Un mundo en el que existes en todas partes y que no existes en ninguno al mismo tiempo". Esta es la Instrumentalidad de la humanidad, el mundo imposible que Sartre insiste no podría existir incluso en teoría, un mundo en el que uno mismo y el Otro están unidos. Tanto para Sartre como para los personajes dentro de Neon Genesis Evangelion, el resultado de la Instrumentalidad Humana es "Dios". Este es el mundo que tan ávidamente Sartre deseaba y que Hideaki Anno le sirve en bandeja de plata con la intención de demostrar cuanto apesta este ideal. Las personalidades conflictúan entre ellas a medida que se fusionan, así como la Otredad que cada individuo posee  se “aplana” y desaparece de las mentes de la humanidad. Los pensamientos más privados de todas las personas están expuestas para que todos los oigan mientras se muestra una fantasmagoría de las imágenes en movimiento rápido que simboliza la unión de todas la conciencias. "Te odio", "Dios, eres persistente", "No hay manera de que podamos empezar de nuevo, idiota" "Vamos a ser amigos"; estos son, por supuesto, los sentimientos exactos que hacen que la gente tenga tanto miedo de interactuar unos con otros, el rechazo que alimenta el terror absoluto de separación de los Otros. A través de Instrumentalidad, todos los seres están llegando a un entendimiento perfecto entre sí, un estado que Sartre encontró imposiblemente utópico. Sin embargo, Anno representa esta experiencia como una que es increíblemente dolorosa(recuérdese el color rojo sangre de fondo de la fantasmagoría).

El mérito real de la búsqueda del amor es otra idea que irritaba a Anno y Sartre por igual y por las mismas razones, sin embargo, ambos sacan conclusiones muy diferentes. El Ser y la nada de Sartre culmina con un análisis de "La Triple Destructividad de Amor", idea de Sartre que afirma que "el amor [siendo] un modo fundamental de Ser-para-Otro contiene en sí la semilla de su propia destrucción ".

Las tres razones para la (auto)destructividad de amor, de acuerdo con Sartre:

  • Primera: "la insatisfacción perpetua del amante", una creencia latente de que "la intuición amorosa" (Sartre define esto como: "el amor es desear ser amado, por lo tanto, es desear que también el Otro tenga el deseo de ser amado") es un ideal fuera de su alcance, estando ahí el origen de su insatisfacción. “Cuanto más [uno] es amado, más [él o ella] pierde [su] ser ... y [su] propio poder de ser ". Para ponerlo de otra manera, es la instrumentalización de un amado por el amante donde el amante nunca está satisfecho, influido en parte por la cualidad de la eternidad, o lo absoluto que porta en sí misma la necesidad de ser amado(O me amas y me haces sentir amada, o no te quiero ver). Por lo mismo, cediendo a la tentación, cuando trata de satisfacer esa necesidad absoluta de ser amado, convierte al otro en un instrumento de su propia satisfacción, violando el principio sagrado de la seducción de ejercer la fascinación sobre el otro sin violar su libertad, cambiándolo por el burdo principio de la coerción a la fuerza, lo cual destruye ese principio de libertad, llevando al colapso de la relación.
  • El segundo es "el despertar del Otro" , la inseguridad que la pareja pueda dejar de amarlos y el sometimiento del amante hacia el amado, llevando la relación en una dirección totalmente opuesta a la anterior pero igualmente fatal, donde el amante se pone voluntariamente a sí mismo como objeto para ser usado o abusado, conformándose con una objetificación instrumental de sí mismo(el mismo principio de libertad es violado, esta vez, la libertad propia).
  • El tercer y último punto es el amor hecho "relativo por los Otros" – que las relaciones anteriores de uno se tomen de punto de referencia para medir la intensidad del amor. Es el caso de que el amor, un principio absoluto se haga relativo perpetuamente por Otro(s); y donde se devalúe en comparación con otras experiencias de ese tipo. Sartre incluso llega a decir que uno tendría que estar solo en el mundo junto con el amado para que el amor retuviera su carácter como ese eje absoluto de referencia.

 La Triple Destructividad de Sartre parece girar en torno a la inseguridad que él siente de no ser realmente capaz de entender su amada debido a su Otredad. Mientras que el amor cruza la brecha de terror absoluto más lejos que cualquier otro tipo de relación con un Otro, a Sartre esto todavía le parece que no es suficiente. Sartre desea desesperadamente tocar tierra en otra isla humana, pero al final se lamenta de que no será capaz de hacerlo.

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