La Jaula De La Melancolia
emvadoan25 de Julio de 2013
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Creo que se debe admirar lo que un sociólogo destacado piensa sobre nuestra nación, o más bien, sobre los habitantes de esa nación. Pocos tienen la consciencia sobre lo que es pertenecer a una nación, pensar y analizar la población de esa entidad y encontrar características que serán de utilidad para una futura comprensión hacía la sociedad en la que se vive.
No pretendo crear una idea fija sobre lo que es ser mexicano ni tampoco decir que la idea aquí expuesta es la correcta.
¿Qué significa, para mí, ser mexicano?
El libro comienza haciéndonos reflexionar acerca del hecho de que hay dos cosas entre los mexicanos que nos unifican y nos separan a la vez, de todo lo que hay a nuestro alrededor, son las fuerzas culturales y psicológicas.
Y es justo por este sentido de nacionalismo que nosotros, los mexicanos, permitimos ser representados gubernamentalmente por unos cuantos, soportamos, aguantamos que tanto la economía como la política nos sometan por medio de la violencia
Tratamos de reforzar esta imaginaria identidad nacional con la exaltación de "nuestras" costumbres en el arte, la literatura y los mitos. Y pongo entre comillas la palabra nuestras, debido a que estas representaciones de la cultura son artificiales, son modificadas por los medios masivos de comunicación y por las costumbres del mismo pueblo. Tratamos de tener un patrón propio de un modelo a seguir, pero nos damos cuenta de que no lo hemos forjado aún, por lo tanto lo inventamos, pero por la misma razón no estamos seguros de los alcances ni de las limitaciones de "nuestro" modelo a seguir para unificar a la nación. Es así que todas las imágenes y personajes que creamos no son una representación de nosotros sino modelos ajenos, tomados de las aspiraciones por llegar a ser como otras naciones.
Nos hemos dejado representar dentro de nuestro Estado y en el extranjero como el típico charro y la china poblana que se pelean y luego se enamoran en el campo, tienen muchos hijos y viven felices de vez en cuando, es a esto a lo que hemos llamado el mexicanismo, pero dentro de nosotros sabemos que no somos esto.
Ese es el camino por el que llegamos a convertirnos en una especie de axolotes, no somos ni de aquí ni de allá, ni larvas ni salamandras, nos encontramos en una especie de sueño permanente, en el cual todo nuestro potencial está reprimido, acompañado por elementos tales como la melancolía, el sentimiento de inferioridad y la culpa.
Tal como el axolote, nos encontramos divididos como sociedad en 2 extremos:
• Los sujetos activos, en pro de la metamorfosis
• Los sujetos pasivos, que son melancólicos y estáticos
Estos extremos nos dividen, ya que el respeto de unos a otros es inexistente. Aún no tenemos la capacidad de asimilar que provenimos de una mezcla y que por eso ya no somos ni los originales pobladores de estas tierras ni los conquistadores, al fusionarse estas 2 razas se conforma una nueva.
Todo esto es gráficamente representado en el capítulo Simulacro, donde el axolote dice que tiene el cráneo del indio, pero su contenido de materia gris es europeo. Se llama a sí mismo como la contradicción de los términos. Y es contradicción porque no puede disfrutar de ambos hechos, no cumple como debería ninguno de los dos papeles.
A lo largo del libro se habla acerca del edén subvertido, que no es más que el imaginar hoy un lugar anterior a este tiempo, en el que reina la felicidad, pero de pronto caemos en cuenta de que eso es pasado, por ello sólo puede ser un mito, lo que conduce al sentimiento de melancolía que agobia al mexicano. El pasado rural en la actualidad se ve enfrentado frente a frente con una nueva sociedad industrial.
El mexicano debe encontrarse primero a sí mismo para poder encontrar su nacionalismo del que tanto se jacta, siendo que ni siquiera esta conciencia se
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