La Ley De La Atracción

Muchas teorías se han estipulado acerca de la ley de la atracción. Pero… ¿Serán todas ciertas?

¿Será que… sólo con un pensamiento positivo se puede lograr absolutamente todo lo que nos proponemos a lograr en nuestra vida? ¿O serán sólo mitos?

Pero antes de descifrar todo lo que esconde aquél extraño secreto, debería profundizar más acerca de lo que me estoy refiriendo:

Todos trabajamos con un poder, una ley. Es la atracción. El Secreto es la Ley de atracción. Todo lo que está llegando en tu vida, tú lo estás atrayendo a tu vida y lo atraes a ti por virtud de las imágenes que mantienes en tu mente. Es lo que estás pensando. Lo que sea que está pasando en tu mente tú lo atraes a ti.

Básicamente, la ley de atracción dice que lo semejante atrae a lo semejante. Pero realmente estamos hablando a un nivel de pensamiento.

Te conviertes en aquello que más piensas pero también atraes aquello que más piensas.

Si visualizas lo que quieres lograr en tu mente, lo tendrás en el mundo real. La ley de la atracción puede ser resumida en 3 palabras: Pensamientos, convertir y agradecer.

Puede traer felicidad y abundancia. Aquello lo obtiene aquél que siempre es positivo, y, con esos pensamientos, atrae la alegría hacia él. Aquél que inconscientemente, no importa en qué situación esté, piensa algo bueno, lo cual le ayuda a siempre tener la cabeza en alto y no dejarse deprimir por las circunstancias de la vida.

Por ejemplo, si una persona se levanta cada día diciendo “Nada, absolutamente nada, me va a arruinar mi felicidad en este día”, y se enfoca con intensidad en lo que quiere lograr, efectivamente, se le volverá realidad.

Por el contrario, también puede atraer miseria y tristeza. Aquélla persona que es pesimista y sólo piensa en lo malo que le puede pasar, aunque no haya pasado, pero que puede estar prácticamente segura de que le puede pasar debido a algunas experiencias desagradables en el pasado, atrae, precisamente, lo que no quiere que le suceda.

Por ejemplo, si un estudiante realiza un examen, con la seguridad de que lo va a perder, así será. O si a un niño se le dice, “Eres inútil y no sabes hacer nada”, esa idea se va a hacer tan grande en su mente, que va a terminar creyéndosela.

Y lo más increíble de todo, es que de las 14 horas que el ser humano se pasa hablando consigo mimo, ya sea mental u oralmente, el 80% son pensamientos negativos.

Lo que tienes que hacer es tratar de enfocarte en tus virtudes y no en tus defectos. Si cultivas algún talento que tengas, aquél talento se reflejará más en ti, y las personas lo notarán mucho más. Pero si te enfocas en tus defectos, en lo que no sabes hacer bien, te volverás peor el ello, y las personas terminarán creyendo también que no tienes la capacidad de hacerlo.

Pero todo lo que se dice de la ley de la atracción, no es cierto.

No se logra resolver un problema de sobrepeso con sólo repetir en tu mente “Soy delgado, soy delgado, soy delgado”, aunque lo hagas con demasiada intensidad. No se logra bajar de peso sin dejar de comer en exceso y sin hacer ejercicio.

A lo que quiero llegar con esto, es a que no basta repetir en tu mente lo que quieres lograr, si no haces nada por ello. Sí, la ley de la atracción te va a presentar oportunidades para que lo consigas, pero si no las aprovechas, nunca vas a alcanzar tus metas.

Otro ejemplo, es que si piensas “Voy a tener un carro nuevo”, el carro no va a aparecer frente a tus ojos.

Lo mismo aplica para las relaciones, el dinero, la salud, etc. Para todo hay que trabajar duro y hacer sacrificios.

Recuerda que tu mundo exterior no es más que un reflejo de tu mundo interior. El éxito no es el resultado de la suerte o la coincidencia, sino de lo que has atraído con tus pensamientos dominantes.

Aquello que deseas

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