La construccion del principio de identidad en el niño

Una de las preguntas que se hace el ser humano como ser social y también cultural, viene siendo, ¿Quién soy Yo? Para dar una respuesta se necesita toda la vida porque es donde se va construyendo a base de los elementos que nos proporciona la cultura al ser humano, emitir en su recorrido de forma particular y podríamos decir única.

Para Vygotsky el niño cuando nace es un ser indefenso, sobrevivir dependerá de la ayuda que le preste su grupo social; pues el hombre es un ser gregario, por tanto, toda su vida está en una constante interacción con otros individuos, en la cual cubre sus necesidades biológicas y sociales. Lo que hace evidente que el proceso de identidad se prolongue a lo largo de la vida.

El niño inicia una relación con la familia, con los que lo rodea aumentando su círculo de contactos de otros individuos, accediendo un intercambio de ideas, lenguajes y conocimientos. Así se puede apropiar de su identidad en la cultura en la que vive. Hablar de identidad en el niño, se requiere mencionar a sus oradores, gracias a los cuales el infante elabora una construcción mental de la realidad social.

Lo primero es su familia, en la cual es un orador cuyo éxito radica en que socializa en forma personal, diaria y constante. La familia está encargada de transmitirle: identidad, genero, relaciones interpersonales, costumbres, valores y dotara al individuo equipaje de identidad.

El proceso de identidad en el niño como ya se comentó, se lleva a cabo durante toda su vida; sin embargo, en la niñez tiene mayor influencia en la mente del niño y fácilmente repetirá las conductas aprendida en el periodo de su vida.

La identidad del niño es lo que lo hace único. Este sería el conjunto de rasgos, pensamientos y actitudes que lo hacen que empiece a distinguir del resto.

El desarrollo de un bebe cuenta con pocos días de vida, los padres pueden hacer estipulaciones de cómo será esa persona. Pueden decir “es muy calmado” “bueno” “llorón” estas son algunas de las características en la cual se van identificando algunos de los rasgos de identidad del menor.

La Construcción de Identidad

El desarrollo de la identidad es un proceso dinámico que se establece entre las múltiples actividades y relaciones del niño en los ambientes diarios que se producen en su hogar, en la comunidad y en su escuela. La mejor manera de describir identidad es como el resultado de procesos de construcción, llevado a cabo por el niño mediante las interacciones con sus padres, maestros y compañeros y las demás personas que lo rodean en su entorno social. Estos procesos comprenden la imitación y la identificación en las actividades. Algunos recursos claves para la construcción de identidad en el niño son: la comunicación verbal como el dialogo y, más tarde, los medios textuales y electrónicos.

El desarrollo de la identidad en el niño es dinámico también en otros sentidos. Desde el principio el niño es un representante social con independencia personal y con conciencia de sí mismo “como persona” (es decir, de un “yo”) el complemento de dicha conciencia es el sentido de sí mismo, según Bame Nsamenand, director del centro de recursos para el Desarrollo Humano de Bamenda, de Camerún:

La identidad es el núcleo agencia de la personalidad mediante el cual los seres humanos aprenden progresivamente a establecer diferencias y a ejercer control tanto respecto a sí mismos como respecto al mundo. Da un sentido y una razón de ser a la vida y una perspectiva a los esfuerzos humanos. Mediante ella, los individuos consiguen colocarse, por ejemplo, en una situación de pertenencia a una “raza”, un lugar, un grupo étnico, una nacionalidad, un sexo o una cultura en particular

En otro aspecto tiene que ver con la identidad “personal” en contraste con la identidad “social”. La primera de ella se refiere a los sentimientos de los niños respecto a su propiedad en relación con los demás, a su sensación de individualidad. La segunda, en cambio se refiere a cuan iguales a los demás se sienten, típicamente mediante la identificación de costumbres de su familia y/o de su grupo de compañeros. De tal manera, la identidad cubre simultáneamente dos fuerzas motrices fundamentales para todo ser humano: la necesidad de pertenencia y la necesidad de ser único.

¿Cómo se desarrolla la identidad?

Desde el momento en el que el niño toma conciencia de sí mismo, como una persona diferente a la realidad que lo rodea. El desarrollo de la identidad, es la necesidad de toda la persona. El desarrollo de identidad se produce de manera paralela al desarrollo de autoconcepto y se apoya en el mismo. Es habitual que aparezcan conductas de rebeldía que tiene como objetivo reafirmar el propio yo.

• La niñez. En años anteriores este primer concepto de uno mismo se estabiliza y consolida. Durante los años de la niñez se da un periodo estable en cuanto a la identidad.
• Sin embargo, al llegar la adolescencia y los cambios que se supone esta etapa aparece una nueva crisis. La crisis de identidad asociada a la adolescencia es natural y necesaria. Es necesario reacomodar la nueva imagen de uno mismo, es necesaria definir una identidad como adultos y no como niños. Se necesita reafirmar la identidad como una identidad diferente del núcleo familiar. Esta crisis de la identidad en la adolescencia es la clave para el desarrollo sano de la misma. Es el momento de hacer un reajuste y dar respuesta a diversos interrogantes sobre el propio yo: ¿Quién soy? ¿Dónde quiero llegar?.
• La crisis de identidad de la adolescencia se resuelve cuando se consigue el ajuste entre el autoconcepto y los roles sociales desempeñados. Llegando a una continuidad entre lo que se es la actualidad, lo que se fue en la infancia y lo que seremos en el futuro.

La imagen de uno mismo es muy importante. Para los niños necesitan mantener un estado de bienestar y estabilidad respecto a la imagen de sí mismo. Gran parte de la identidad de la persona se constituye en función de la imagen que las personas significativas le hayan devuelto

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