La parafilia se presenta como un patrón de comportamiento sexual

Las Parafilias

La parafilia se presenta como un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer se encuentra en objetos, situaciones, actividades o individuos atípicos.

Algunos estudios encuentran hasta 549 tipos de parafilias. A las parafilias se le han subclasificado en 8 específicas pero la psicología se presenta escéptica, ya que argumentan que esto desvía el estudio a profundidad individual de cada parafilia presentada como única.

En 1987 la Asociación Estadounidense de Psiquiatría eliminó el término “perversión” de la terminología psiquiátrica mundial denominándola desde esa fecha en adelante como “parafilias”.

Muchas de las percepciones acerca de lo que se puede considerar como un comportamiento parafílico depende del contexto social, temporal, geográfico y cultural en el que esa acción es evaluada. Así, a mediados del siglo XX algunas practicas sexuales, como el sexo oral o la masturbación, aún eran consideradas como comportamientos parafílicos, acciones que hoy en día no representan, psicológicamente, ningún tipo de perversión o desviación sexual siempre y cuando el sujeto no se limite solo a éstas. Debido a esto no se puede llevar un control cronológico de lo que históricamente ha representado una parafilia común en los sujetos de una sociedad, fuera de esto, y para complicar más esta situación, esta claro que las parafilias pueden presentarse espontáneamente a lo largo de la vida de cualquier sujeto y no tienen por que representar (en la mayoría de los casos) un comportamiento autodestructivo o dañino para quienes conviven con éste, más aún cuando se sabe que esta filia puede venir dada hacia cualquier objeto, situación o actividad dentro del desarrollo natural del sujeto.

Dentro de las definiciones mas comunes se abarcan comportamientos como el masoquismo, el sadismo, el exhibicionismo, el voyerismo, la zoofilia, la necrofilia, el fetichismo y el frotismo.

Debido a esta infinita y casual cantidad de filias la línea que divide lo parafílico y fetichista de lo erótico se presenta mas bien como una escalera moralista y contextual que vendría a hacer de juez sobre aquellos comportamientos que socialmente son considerados perversos. Un claro ejemplo de esto se presenta en la evidente variedad de costumbres dentro de las diferentes culturas de nuestro planeta, así, mientras el mundo condena abiertamente la pedofilia llegan a existir lugares en los que se la considera una practica normal que reafirma la identidad cultural de un grupo humano.

Los listados sobre parafilias son infinitos ya que estas están a consideración de quienes perciban la acción, incluso es difícil determinar cuando una acción pasa a formar parte de una filia sexual en un sujeto, por esto y por todo lo antes explicado resulta una tarea imposible incluso resumir cada uno de ellos. Aun así, sobre las principales y más destacadas parafilias (que suelen ser las más satanizadas) existen grandes indagaciones y estudios que buscan determinar o llegar a trazar un mapa lineal de la vida del sujeto que la desarrolló con el fin de conocer cómo, cuando y cuales fueron los factores que lo llevaron a filiarse sexualmente a estos comportamientos, y es entendible debido a la agresión que estas pueden llegar a representar hacia terceros.

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