La Parafilia Como Trastorno Sexual
eilin20 de Febrero de 2012
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INTRODUCCIÓN
Desde inicios de la existencia humana, las necesidades sexuales supone la presencia de un "instinto sexual", que analógicamente, como se le llama hambre al instinto de alimentarse, en lo relativo a lo sexual se llama libido; los primeros estudios realizados sobre desviaciones sexuales otorgaban un carácter patológico o degenerativo, pero a través del trascurrir del tiempo, ciertas prácticas sexuales se fueron convirtiendo en algo común en la vida sexual de las personas, sin embargo ciertos comportamientos se alejan tanto de lo normal, que son consideradas patológicas, al vencer el pudor, la repugnancia, el espanto y el dolor, como es el caso de la parafilia.
Según Tieghi, (1993), hace referencia a que se acepta como desviación sexual, a la acción tendiente a la satisfacción de los propios impulsos, sin llegar a la unión genital con otro individuo o donde ésta unión se realiza bajo condiciones que no pertenecen a la naturaleza del acto sexual; por lo tanto, se constituye en un tipo de comportamiento que interfiere total o parcialmente con la reproducción. Igualmente lo define, como desórdenes sexuales caracterizados por fantasías sexuales especializadas, así como necesidades y prácticas sexuales intensas, que suelen ser repetitivas y generan molestias o ansiedad en el individuo, se refieren a comportamientos sexuales caracterizados por la excitación del sujeto ante objetos y situaciones que no son patrones normativos o se alejan de estímulos sexuales normales; la anormalidad, en este caso, está determinada por cada culturas.
Por tal motivo, el presente tema trae consigo gran relevancia, ya que es evidente que algunos individuos demuestren una personalidad con perturbaciones sexuales aparentes y no aparentes, por tanto, para poder analizar este punto y conocer si estamos ante la presencia de una parafilia o desviación sexual, se hace necesario su estudio a través de investigaciones científicas de expertos en la materia que a lo largo de muchos años han podido comprobar tal patología. La sexualidad no escapa al ser humano, por lo tanto cuando nos encontramos ante una perturbación sexual, cualquiera sea su nombre, lo primero que tenemos que preguntarnos es, qué alteración de la personalidad presenta el individuo a investigar.
En consecuencia, para hacer comprensible esta postura es necesario enunciar algunos conceptos básicos de cómo llegar a la delimitación del tema a estudiar, tomando en cuenta el análisis de los siguientes puntos: concepto de parafilias, su tratamiento, Etiología de las perversiones, condiciones de la parafilia, clasificación de las perturbaciones sexuales, diversas parafilias, comportamientos de las personas con parafilia, etiología de las perversiones.
MARCO TEÓRICO
Delimitación del término "Parafilia":
"Parafilia" proviene del griego "para" = junto a; "filein" = amar. La etimología alude a un amor paralelo a la forma convencional. En efecto: el sexo convencional es heterosexual, coital, con finalidad declarada procreativa y en general con el hombre en posición del misionero (encima de la mujer). Es de imaginar que una actividad constreñida así, no se corresponde con la intimidad sexual de las parejas actuales, según lo demostró, ya en 1948, el pionero sexólogo americano Alfred Kinsey, en su encuesta a miles de norteamericanos, donde afirma que formas de estimulaciones diversas, y no sólo en el fore-play (o inicio de la relación sexual), sino como finalidad en sí misma, representan un porcentaje nada desdeñable de la conducta sexual de la población que nos consulta.
Desde siglos pasados la denominación proveniente de la Sexología, que es una ciencia proveniente del siglo XIX, presupone el estudio de los seres humanos como individuos sexuados, en su carácter de varones, mujeres o ambiguos incluye sus sentimientos, en cuanto a sentirse varones, mujeres o ambiguos (identidad de género), y sus conductas, sentimientos, fantasías derivadas de su ser sexuados, de igual forma estudia las dificultades en sus actividades sexuales y la resolución de conflictos sexuales. Por otra parte, la Sexología se ocupa de las diversas formas en que podemos ser sexuales, es decir, de las variantes de la conducta sexual, cuando esa conducta sexual varía con referencia a presuntas normas y condiciones ambientales, culturales y sociales, estaríamos hablando entonces de "parafilia".
De acuerdo al Manual de Estadística de Enfermedades Mentales, Cuarta Edición (DSM IV), resume que la parafilia, es una recurrente e intensa aparición de fantasías sexuales o conductas que engloban a objetos o animales, niños o adultos que no dan su consentimiento de producir dolor y sufrimiento a las parejas o a sí mismo, es decir, que la imaginación o los actos inusuales o extravagantes son necesarios, reiterados y a veces excluyentes, para conseguir la excitación sexual, también son llamadas desviaciones o variaciones y hoy se trata de evitar la palabra perversiones.
Del mismo modo, Abraham-Passini, (1980), expresa que las parafilias, desviaciones sexuales o perversiones, se definen como “un patrón de conductas sexuales en la que la fuente predominante de placer sexual no es a través de la cópula heterosexual”. Esta es una definición que se aceptó hasta hace algunos años, pero como la homosexualidad se le definió como una preferencia sexual en lugar de una parafilia, dejo de estar vigente. En el mismo orden de ideas, Von Krafft-Ebing, en su obra “Las psicopatías sexuales”, donde refiere que en la actualidad las parafilias se entienden como las conductas sexuales, eróticas que no son comprendidas por la mayoría de las personas. Así encontramos que hay parafilias que castiga la Sociedad como delitos y existen otras parafilias que aunque no son aceptadas tampoco se les considera un delito. Desde el punto de vista de la Psiquiatría y del Psicoanálisis las parafilias son consideradas "perversiones".
Tomando como referencia la primera definición, existen algunas parafilias que se pueden encontrar dentro de la sexualidad normal, si se les practica esporádicamente o como juego amatorio que precede a la copula normal; las parafilias son un deseo incontrolable, impulsivo y compulsivo de realizar el acto o de fantasearlo. De hecho los individuos que la practican pueden parecer exteriormente tan normales como cualquier otra persona, por lo que comúnmente se llama "parafilia" a lo que en la ley se denomina "perversiones", de hecho existen algunos psicoanalistas y psiquiatras que todavía las denominan de esa manera.
Tratamiento
Tratar las parafilias es un reto para la psicoterapia, la psiquiatría, la criminología y otras disciplinas, la finalidad es que el paciente abandone la parafilia que le daña tanto al que la padece, como a la víctima; muchos pacientes pueden ser ayudados a vivir de manera satisfactoria, alcanzando un mejor control consciente y autodiciplinado, a través de medios de asesoramiento y de psicoterapias.
Los medicamentos como antisicóticos, antidepresivos o anti-androgénicos, también han aportado buenos resultados en algunos pacientes. En la mayoría, el aislamiento social (cárcel) es lo único que evita que continúe dañando a terceras personas. Cabe destacar, que las parafilias que no hacen daño a terceras personas en donde ambas partes de la pareja lo disfrutan y están de acuerdo en llevarlas a cabo no necesitan tratamiento alguno, son conocidas como desviaciones sexuales, pues el placer sexual se alcanza con prácticas anormales de conducta.
Existen tres grados de parafilias clasificadas por la Asociación Mundial de Psiquiatría:
• Mínimo: obtención por medio de fantasías que no alteran las actividades sexuales normales.
• Acentuado: Se busca de manera insistente la realización de la fantasía para alcanzar la satisfacción sexual.
• Dependiente: La fantasía erótica afecta o interfiere en la relación sexual, de tal forma que se pierde la libertad de elegir y no se puede dejar de actuar de cierta manera. Se da un carácter impulsivo cuando lo único que sacia la excitación es la realización de esa fantasía. De tal forma que la parafilia puede convertirse en una adicción, donde el individuo solo llega a la excitación a través de ésta.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), Trastornos Mentales y del Comportamiento, (1992), reseña que, el empleo del término "parafilias" para reemplazar el concepto de "perversiones" es un hallazgo de la sexología del siglo XX. No se trata meramente de una nueva denominación diagnóstica, presupone un enfoque humanístico científico que integra desde los descubrimientos del funcionamiento cerebral, según quiere la neurociencia, hasta las maniobras sistémicas de los terapeutas que tratan la conducta sexual humana; conocer las variantes del erotismo en sus diversas formas de estimulación y su expresión comportamental, acrecienta el conocimiento de la sexualidad llamada "normal".
Se suele emplear criterios estadísticos o ideológicos para clasificar las formas del deseo, la excitación y el orgasmo humano. Havelock Ellis, el eminente médico inglés, se refiere a las alternativas o variantes sexuales cuando expresa: "Todo el mundo no es como usted, ni como sus amigos y vecinos. Incluso sus amigos y vecinos puede que no sean tan semejantes a usted como usted supone". Comprender las parafilias implica saber hasta dónde los hechos del desarrollo del sexo y sus emociones
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