La señorita Anna

INFORME PSICOLÓGICO

I. DATOS GENERALES

Nombre: Bertha Pappenheim

Edad: 21 años

Fecha de nacimiento: 27 de febrero de 1859

Lugar de nacimiento:

Estado Civil: Soltera

II. DATOS DE OBSERVACIÓN

La señorita Anna presenta una inteligencia sobresaliente, un poder de combinación asombrosamente agudo y una intuición penetrante. Además posee ricas dotes poéticas y fantasías, controladas por un entendimiento tájate y crítico. Tiene una voluntad enérgica que muchas veces llega a confundirse con testarudez; sede, solamente, por bondad o por amor hacia los demás.

Entre los rasgos más esenciales de su carácter se encuentra una bondad compasiva hacia los necesitados y una ligera desmesura en sus talantes de alegría y duelo; es de genio un tanto antojadizo.

Es una muchacha de una desbordante vitalidad espiritual, pero lleva una vida en extremo monótona, por lo cual recurre a la práctica del soñar diurno, al que ella llama su “teatro privado”, para escapar de la realidad.

III. DATOS DE LA ENTREVISTA

Parece tener un moderado lastre psicopático a juzgar por algunas psicosis sobreveni-das en su familia extendida, sus padres son sanos pero nerviosos. Ella siempre fue sana sin mostrar nerviosismo alguno durante su desarrollo.

Después que su padre cayera en cama ella se consagro a su cuidado, permaneciendo a su lecho en cada momento, por eso a nadie le sorprendió que se debilitara mucho. Poco a poco empeoro su estado de debilidad, anemia y asco por los alimentos hasta que sus familiares se vieron obligados a retirarla del cuidado de su padre.

Sobrevino en ella una tos nerviosa y por las tardes una necesidad de reposo al que seguían en el atardecer un estado de adormecimiento y luego una intensa inquietud.

Se desarrollaron una serie de perturbaciones:

- Estrabismo convergente, perturbaciones graves de la visión.

- Parálisis por contractura y anestesia de la extremidad superior derecha, luego se extendió a la extremidad inferior de ese mismo lado, y finalmente la afección apareció en la extremidad inferior izquierda y por último el brazo izquierdo (los dedos conservaron su movilidad).

- Paresia de la musculatura cervical.

- Existencia de dos estados de conciencia, uno triste y angustiado pero relativamente normal y el otro tenía alucinaciones que empeoran su comportamiento; insulta, arroja almohadas a la gente y arranca los botones del cubrecamas.

- Simultáneamente a la aparición de contracturas, sobrevino una profunda

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