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Santa Anna


Enviado por   •  27 de Mayo de 2013  •  1.554 Palabras (7 Páginas)  •  311 Visitas

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Siempre presto al combate y a la defensa de México, demostrando que, si se le quiere considerar mal General, puede demostrar por las innumerables veces que estuvo en el frente de batalla, que fue esforzado soldado. Su mayor virtud, ser gran organizador de ejércitos, una y mil veces los sacó de la nada para enfrentar al invasor, aunque no siempre con buena fortuna.

Como militar y político siempre buscó la gloria, pero nunca disfrutó del ejercicio del poder. Dictador frente y detrás de la silla, no se le conocen actos de crueldad absoluta, como fué común entre sus contemporáneos; el exilio y la humillación de sus oponentes le resultaron suficientes.

Contra el invasor extranjero en sus inicios, aún siendo parte del Ejército Colonial Español, se enfrenta a tribus bárbaras en el Norte de Nueva Santander (hoy Tamaulipas); posteriormente contra los españoles, forma una página gloriosa en Tampico en 1829; y una exhibición completa, carente de aptitud militar en la Guerra de Texas en 1836, contra los separatistas texanos, los colonos y mercenarios norteamericanos, ya que después de resultar victorioso en algunas batallas preliminares, especialmente en El Álamo, lo pierde todo por su imprudencia, en San Jacinto, y ahí cambia su historia.

A partir de ese momento se apaga su estrella, se borra su prestigio de héroe invencible y empieza junto con su declive, la desmembración del territorio nacional y su deterioro público, se reivindica parcialmente, como lo simboliza la pérdida de su pierna, al arrojar a los franceses del Puerto de Veracruz en el año de 1838, en la Guerra de los Pasteles, pero no fué suficiente.

Siempre cercano a la mentira y a actos de dudosa honestidad, vive con riquezas, aunque no es aficionado al lujo; lo que realmente lo enloquece es la pompa y el esplendor, los gallos son su gran afición y las mujeres su distracción. Va y vuelve al exilio siempre listo para “defender” a México y ocupar una vez más la Presidencia. Es el “hombre necesario”... y todos, increíblemente, se lo creen.

Después de España y Francia, el gran enemigo de México pasa a ser los Estados Unidos con su “Destino Manifiesto”. En la intervención norteamericana de 1847, “el hombre providencial” es el encargado de enfrentar una guerra al mando de un país dividido, en bancarrota y contra un enemigo superior. Tiene acciones importantes en La Angostura , y errores enormes en Perote; claras traiciones, anteponiendo riñas personales con los demás Generales en Padierna y Churubusco; las derrotas se suceden hasta el sacrificio heroico de Chapultepec.

¿La derrota ante los norteamericanos fué culpa de Santa Anna? Puede ser que todo un país no podía ser salvado por un hombre... pero la historia y el pueblo mexicano han dado su veredicto.

Negociaciones poco claras, pero con el invasor dueño de puertos y ciudades, así como la bandera de las barras y las estrellas ondeando en Palacio Nacional, nos despojan de la mitad del territorio nacional. ¿Lo pudo evitar? A pesar de sus múltiples errores, probablemente no... Pero en la derrota, su actitud fué poco digna y mucho menos patriótica.

Will Fowler, investigador escocés y catedrático de la University of Saint Andrews, afirma que Antonio López de Santa Anna no fue el traidor que la leyenda negra nos presenta. Además, refiere que son difíciles de sostener los planteamientos que lo erigen como un dictador, pues a lo largo de su trayectoria política prefirió permanecer en su hacienda o en el campo de batalla, antes que en la silla presidencial.

Prisionero de los texanos, Antonio López de Santa Anna se obliga a no tomar las armas ni influir en que se tomen contra el Pueblo de Tejas durante la actual contienda de Independencia, a cesar inmediatamente las hostilidades por mar y tierra entre las tropas Mejicanas y Tejanas; a evacuar el territorio de Tejas, pasando al otro lado del Río Grande del Norte; a no usar de las propiedades de ninguna persona sin su consentimiento y justa indemnización; a devolver bienes y personas (incluyendo esclavos) aprehendidas al Comandante de las fuerzas Tejana; a mantenerse separado de las tropas una distancia de cinco leguas por lo menos; a no demorar la retirada del ejército mexicano; y a aceptar ser enviado a Veracruz tan luego como se crea conveniente

Se añade al tratado un convenio secreto por el cual Santa Anna se compromete a no volver a tomar las armas ni influir en que se tomen contra Texas; a dictar sus providencias para que en el termino más preciso salga del territorio de Texas la tropa mexicana y para que sea admitida la comisión que se mande por el gobierno de Texas, a fin de que por negociación sea reconocida la independencia texana; y a celebrar un tratado de comercio, amistad

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