Lectura Trate Bien A La Gente
emendez61921 de Mayo de 2012
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Trate “bien” a la gente
Tratad a los demás corno queráis que os traten a vosotros.
LUCAS, 6:31
No importa cuál sea su negocio o su carrera, usted puede hacerlo solo. Pero, cuanto más éxito logre tanto más probable es que tenga a otras personas en su «equipo de éxito». La forma en que trate usted a esas personas representará una gran diferencia en cuanto a si su negocio despega o simplemente se mantiene. Tiene usted que tratarlos con honestidad e integridad, antes de esperar que ellos le traten del mismo modo.
Puede ser usted estupendo en todos los aspectos que hemos tratado hasta ahora —tener un gran deseo, un gran sueño, ser honesto, ser un cruzado, poseer una actitud muy positiva— y, sin embargo, fracasar si no comprende usted a naturaleza humana. Pero antes de que pueda desarrollar el arte de la dirección de personal, es posible que tenga que introducir algunos cambios en su perspectiva.
Debe Usted Creer En La Bondad De La Gente
Antes de q pueda usted alcanzar el éxito, debe creer en la bondad de la gente. Desgraciadamente, la mayor parte de la gente no lo cree así. La mayoría se han sentido tan heridos y tan desilusionados por los demás, que simplemente no pueden creer que los seres humanos tengamos el potencial para ser bondadosos. En lugar de eso, dicen: «Todo el mundo trata de engañarme; todo el mundo está dispuesto a aprovecharse de mí. Será mejor que sea yo el que se lo haga a ellos, antes de que me lo hagan a mí». La gente se muestra escéptica con respecto a los demás y a todo. Esas creencias, sin embargo, no funcionan si lo que se desea es crear un equipo capaz de ayudarle a construir su propio negocio.
Las demás personas son muy parecidas a usted. Es importante recordarlo. Claro que hay personas malvadas en el mundo. Pero, en la mayoría de las ocasiones, las personas a las que usted contrata o con las que hace tratos en su trabajo tienen tanto miedo de ser engañados como usted lo tiene que le engañen. Son personas que también han sido heridas, y por mucho que a usted le guste pensar que son diferentes, en el fondo dudan tanto de confiar en usted como usted en ellas. La mejor forma de darle la vuelta a esa situación es empezar a comprender a Los demás, y a tratarlos tal y como a usted mismo le gustaría que le trataran.
Ed Mugsy Maguire se pasó la mayor parte de su vida adulta trabajando en el departamento de policía de Nueva Jersey. Era un detective que trabajaba setenta y cinco horas a la semana para ganar 22.500 dólares al año. Pero el suyo no era un simple trabajo de policía. La tarea de Ed resultaba extremadamente peligrosa. Tenía que enfrentarse diariamente con la mafia de Nueva Jersey. Se pasaba el tiempo buscando a criminales y encerrándolos. En su trabajo se encontraba continuamente con engaños, lo que finalmente le llevó a sospechar de todo el mundo. De hecho, Ed se hallaba en una situación tan peligrosa que tratar «bien» a la gente podría haberle costado literalmente la cabeza. Era una persona dura, rodeada por criminales endurecidos.
Créanme si les digo que cuando Ed se unió a nuestra empresa no lo hizo a causa de nuestra filosofía de «animar a la gente». En realidad, se mostró amargado cuando acudió a nuestros cursillos y escuchó a los demás hablando de tratar a la gente correctamente. Tenía la sensación de que todo eso no era más que una «engañifa» y un pura palabrería que no importaba para nada. Tarde o temprano, la gente acabaría por descubrir la «verdad» sobre el mundo de los negocios. En cuanto a Ed, no iba a permitir que nada lo convenciera. Se dijo a si mismo que aquello era simplemente uña aventura de negocios, y ahí fue donde trazó la línea divisoria.
Ed se las arregló bien al principio. No hizo nada espectacular, pero se ganaba bien la vida. Después empezó a observar algo. Vio que otras personas abandonaban sus puestos de trabajo seguros y acudían junto a él a trabajar en la empresa. Vi6 que la gente empezaba a confiar y a creer en él. Y por primera vez en su vida de adulto, hubo otras personas que necesitaban que él también creyera en ellas. Ed empezó a considerar a los demás como amigos. Empezó a preocuparse realmente por ellos y por sus familias. Se convirtió en la persona más positiva y entusiasta que se pueda encontrar. Y su cifra de negocios aumentó vertiginosamente. Todos querían trabajar con Mugsy Maguire. Unos pocos meses más tarde fue ascendido al puesto de vicepresidente; tres años después de su promoción se ha convertido en uno de nuestros líderes de más éxito, y de los más respetados.
Nunca podrá convencerme nadie de que tratar bien a la gente no funciona. Funcionó para Ed, y sé que funcionará para usted. Sólo tiene que recordar que dentro de toda persona hay un ganador que merece ser tratado como el individuo más especial existente en la Tierra.
Nadie Quiere Tener Un «Jefe»
Durante los últimos veinticinco años en Estados Unidos se ha confundido lo que es dirección con lo que es intimidación. En lugar de tener la sensación de que el jefe es el líder del equipo, la mayoría de la gente mira a su jefe con temor. El empleo de la palabra «jefe» es un gran error por lo que a mí respecta. ¿Cuántas personas son capaces de relajarse y hacer un buen trabajo para alguien cuya tarea consiste en ser su «jefe»?
En al parte del camino, los hombres de negocios aceptaron la idea de que la única forma de dirigir a alguien es a través del miedo y la intimidación. ¡Nada podía ser más erróneo! Oh, el temor funciona, de eso no cabe la menor duda. Se puede conseguir que la gente trabaje haciéndole sentir temor por su puesto de trabajo. Pero de ese modo jamás se conseguirá que se preocupen por uno y por su empresa, y uno tampoco podrá construir un negocio a largo plazo, sin contar con otras personas que sean leales y que estén comprometidas con la misma causa con la que uno se ha comprometido.
La dirección por medio de la intimidación es fácil. La mayoría de la gente sigue ese camino, porque esa es su idea de lo que se supone debe ser un jefe. También resulta más fácil intimidar a la gente para que haga una cosa, en lugar de tomarse la molestia de pasarse tiempo con ellos y crear relaciones duraderas basadas en el respeto mutuo.
NORMA PRÁCTICA
Nadie necesita un «jefe», pero todo el mundo necesita un líder.
Gary Hazen trabajó durante once años para un gran fabricante de alimentos para animales domésticos. Durante cinco años, su trabajo consistió en asignar territorios de ventas a diferentes vendedores, asegurándose de que la empresa elevara al máximo los beneficios procedentes de cada territorio asignado. Independientemente de lo que cada persona estuviera vendiendo en cada uno de los territorios, se la podía cambiar y asignar a otro territorio en cualquier momento si ese cambio re presentaba un beneficio para la empresa.
Gary vio algunas cosas que no le gustaron. Algunas personas que llevaban trabajando durante mucho tiempo vieron sus territorios recortados, o bien se les trasladó a otros. A otros representantes que «estaban ganando mucho» (unos 70.000 dólares al año), según la opinión de la dirección, se les aumentó el territorio asignado, con lo que al año siguiente tuvieron que vender el doble para ganar la misma cantidad de dinero. En algunos casos extremos, la dirección le pidió a Gary que cambiara por completo el territorio de un determinado representante de ventas. De ese modo, todos los representantes vivían sintiendo un temor continuo a la dirección.
Gary, que llegó a ser uno de los «hombres clave» de la empresa, alcanzó ese punto en el que incluso le resultaba difícil dormir por las noches. Sentía miedo de tener que acudir al despacho y tomar una decisión que hiciera daño a personas a las que consideraba sus amigos. Sabía q todos ellos sentían cada vez más miedo del «jefe». Gary incluso llegó a temer que él también terminara por ser así.
Cuando Gary se unió a nuestra empresa se necesitaron casi dos años para «desprogramarlo». Al igual que un niño, tuvo que empezar con lentitud y aprender que se puede ser un hombre de empresa con éxito y al mismo tiempo tratar bien a la gente. En la actualidad, toco el negocio de Gary gira alrededor de una idea: conseguir que la gente que trabaja con él se sienta como «especial» y querida. Gary ha aprendido que cuanto más ayuda a los demás a alcanzar el éxito, tanto mayor es el éxito que alcanza él mismo y su familia. Gary es en la actualidad uno de nuestros directores nacionales de ventas en la A. L. Williams, y uno de los líderes mejor pagados de nuestra empresa.
La Alabanza Es «El Secreto»
Las cosas cambiaron para Gary, pero cómo cambia uno? ¿Cómo se logra empezar un negocio y dirigirlo por el camino del éxito con esa filosofía de tratar bien a la gente? La respuesta es la siguiente: alabanza. Nada estimula más a la gente a trabajar más y a producir resultados de calidad que ver cómo se tiene en cuenta y se alaban sus logros.
Digo que la alabanza es «el secreto» porque, durante muchos años, esta clase de motivación fue uno de los secretos mejor guardados en el mundo empresarial A menudo se lo ignora en la práctica habitual de la dirección, pero todo líder de éxito ha conocido siempre su gran valor.
Durante los últimos años, cada vez más directores han cobrado conciencia del principio conocido desde hace tanto tiempo por los grandes líderes, y también por los grandes padres la
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