Los Niños

LOS NIÑOS Y LA SOCIEDAD

Los niños tienen muchas necesidades las cuales se deben suplir adecuadamente para un buen desarrollo emocional. En tiempos pasados las necesidades de los niños eran comprendidas como el alimento y la higiene, posteriormente se dio cuenta de que no era así que los niños necesitaban algo más llamado AMOR. Después de la guerra mundial se notó que los niños huérfanos criados en un hospital dándole alimentación e higiene tenían menor avance que los niños criados por las campesinas las cuales aparte de cuidados les brindaban amor.

Al demostrar a un niño el amor que le tenemos hace que ellos se desarrollen sanamente, ellos son muy receptivos y saben cuándo el adulto los ama, el amor se demuestra de muchas maneras a través de las caricias esta contacto físico hace que el niño se sienta muy bien y aceptado, si lo tratamos bruscamente hacemos que tenga resentimientos y molestias.

Las palabras son una parte esencial para demostrar el amor, cuando les expresamos lo importantes que son y todo lo que pueden lograr hacemos que en ellos crezca su autoestima y se sientan importantes. Sin dejar de lado los gestos de nuestro rostro los cuales deben estar acordes con lo que expresamos ya que con estos les mostramos a los niños lo que en verdad estamos sintiendo hacia ellos.

Cada niño es un ser individual con sus propias virtudes, tenemos que tenerlo en cuenta ya que hay multiplicidad de caracteres y por esta razón todos los niños deben ser aceptados sin ningún rechazo. Los niños necesitan de un adulto para sentirse seguros, para que los oriente en todo lo que ellos necesitan aprender, pero los adultos deben realizar lo mejor posible este acompañamiento ya que si se hace en exceso los niños no van a tener la autonomía en la toma de decisiones, en la resolución de conflictos, en ser independientes, los niños sobreprotegidos fallan en estos aspectos y son niños muy inseguros y dependientes.

Cuando a un niño las cosas no le salen muy bien lo mejor es hablar con él y decirle en lo que está fallando evitando que los otros niños escuchen y lo pongan en tela de juicio, hasta que él se siente avergonzado. Ellos son muy exploradores les encantan las cosas nuevas pero a su vez les da miedo enfrentasen a esto, con el apoyo del adulto las cosas son más fáciles hablándoles y brindándoles las confianza para que todo les salga bien.

El niño debe tener un control de lo que se debe y no se debe hacer, por eso los adultos les ofrecen la manera más fácil y adecuada de entender los límites y reglas, que se deben tener en nuestra vida cotidiana. La manera con la que se forja las conductas a los niños siempre tiene como base el amor y el respeto hacia ellos, se debe ser firmes, no flaquear, pero sin ser bruscos ya que esto cambiaría el sentido a lo que queremos lograr.

Ante la puesta en marcha de los límites dados los niños también deben saber el porqué de las situaciones, lo que puede suceder si no se acata una orden dada, enfrentar las consecuencias de haber faltado a esta orden. Esto no quiere decir que los niños deben cumplir las órdenes pero el adulto puede hacer lo que quiere frente a algo que él sabe que no se puede hacer, hay que ser un ejemplo positivo para ellos, de esta manera se nos facilitara en aprendizaje de las mismas.

La ira es un estado natural de todo ser humano, pero el descargarla haciendo daño a los demás no es lo correcto, los niños lo hacen todo el tiempo golpean a otros por ira, en esta instancia la orientación del adulto ante estas situaciones es tratar de escuchar al niño para que se tranquilice y canalice esa ira, enseñarles que es mejor desahogarse antes que hacerle

Los niños también necesitan su independencia, poder solucionar sus propios conflictos, tomar sus propias decisiones y opinar acerca de lo que quieren y lo que no. Hay que dejar que el niño tome las iniciativas para

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