ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Divino Niño


Enviado por   •  22 de Octubre de 2012  •  3.075 Palabras (13 Páginas)  •  512 Visitas

Página 1 de 13

DIVINO NIÑO JESUS

ANTIGUA NOVENA

(Novena recomendada por el Padre Juan.)

Jesús mío, mi amor, mi hermoso Niño, te amo tanto... Tú lo sabes, pero yo quiero amarte más: haz que te ame hasta donde no pueda amarte más una criatura, que te ame, hasta morir...

Ven a mí, Niño mío; ven a mis brazos, ven a mi pecho, reclínate sobre mi corazón un instante siquiera, embriágame con tu amor, Pero si tanta dicha no merezco, déjame al menos que te adore, que doblegue mi frente sobre el césped que huellas con tus plantas, cuando andas en el pastoreo de tu rebaño.

Pastorcillo de mi alma, pastorcito mío, mira esta ovejita tuya cómo ansiosa te busca, cómo anhela por ti. Quisiera morar contigo para siempre y seguirte a donde quiera que fueras para ser en todo momento iluminada con la lumbre de tus bellísimos ojos y recreada con la sin par hermosura de tu rostro y regalada con la miel dulcísima que destila de tus labios. Quisiera ser apacentada de tu propia mano y que nunca más quitaras tu mano de ella. Más, quisiera Jesús mío: quisiera posar mis labios sobre la nívea blancura de tus pies.

Si, amor, mío, no quieras impedirme tanto bien; déjame que me anonade a tus plantas y me abrace con tus pies y los riegue con las lágrimas salidas de mi pecho amante, encendidas en el sagrado fuego de tu amor; déjame besarte y después... no quiero más, muérame luego. Si, muérame amándote, muérame por tu amor, muérame por ti, niño mío que eres sumo bien, mi dicha, mi hermosura, la dulzura de mi alma, la alegría de mi pecho, la paz de mi corazón, el encanto de mi vida. Ah, morir enfermo de amor y de amor por ti, luz mía, que dicha para mi alma, qué consuelo, qué felicidad.

Todo tuyo es mi ser, pues de la nada lo creaste, y me lo diste y otra vez vino a ser tuyo cuando me redimiste y con el precio de tu sangre me compraste; y otras tantas veces, hasta hoy he sido tuyo, cuantos son los instantes que he vivido pues esta vida que tengo, tú mismo a cada instante me la otorgas, la conservas y la guardas.

Por eso, Jesús mío, a ti quiero tornarme, de quien tantos bienes en uno he recibido. Tú, pues serás, de hoy más mi dueño único. Tú el único amado de mi alma, porque sólo tú eres mi padre y mi hermano y mi amigo; y solo tú eres mi rey, y creador y redentor, y tú solo mi Dios y mi soberano Señor.

Dulce Jesús mío Divino Niño de mi alma: dime una vez más que sí me amas y dame en prenda de amor, de amor eterno, tu santa bendición. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Rezar tres padrenuestros y una salve, ofrecer, confesarse y comulgar todos los días de la novena o al menos el último día. No se deje de rezar la novena hasta haber conseguido la gracia. Se suplica rezar un padrenuestro según la intención del Papa, uno según la intención del Obispo y uno según la intención del Párroco.

NOVENA DE CONFIANZA AL DIVINO NIÑO

Niño amable de mi vida consuelo de los

Cristianos.

La gracia que necesito pongo

En tus benditas manos.

Padre nuestro...

Tú qué sabes mis pesares, pues todo te

Los confío.

Da la paz a los turbados y alivio

Al corazón mío.

Dios te salve María...

Y aunque tu amor no merezco, no

Recurriré a ti en vano.

Pues eres hijo de

Dios y auxilio de los Cristianos.

Gloria al Padre...

Acuérdate oh Niño Santo, que jamás

Se oyó decir que alguno te haya implorado

Sin tu auxilio recibir.

Por eso con Fe y confianza, humilde y

Arrepentido. Lleno de amor y esperanza,

Este favor yo te pido:

(Pedir la gracia que se desea y decir siete

Veces)

¡¡¡Divino Niño Jesús Bendecidnos!!!

UN MINUTO CON EL DIVINO NIÑO JESUS

Bendíceme, Niño Jesús! Y ruega por mí sin cesar.

Aleja de mí, hoy y siempre el pecado.

Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí.

Si cien veces caigo, cien veces levántame.

Si yo te olvido, tú no te olvides de mí.

¡Si me dejas Niño, ¿Qué será de mí?

En los peligros del mundo asísteme.

Quiero vivir y morir bajo tu manto.

Quiero que mi vida te haga sonreír.

Mírame con compasión, no me dejes Jesús mío!

Y, al fin sal a recibirme y llévame junto a Ti.

DIVINO NIÑO JESUS

Que tu bendición me acompañe hoy y siempre.

Amén: Aleluya

(Gloria al padre).

AHORA OYE A TU SALVADOR.

Sigo tus luchas y quiero ayudarte.

Junto a Mí no desesperes.

Donde yo estoy no hay que temer.

Confía en mí y vencerás.

Quien me ama asegura su salvación.

Ante mí huyen el pecado y el infierno.

La victoria será de quien tenga Fé.

Según sea tu

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (21.7 Kb)  
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com