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Metaforas


Enviado por   •  1 de Noviembre de 2013  •  2.005 Palabras (9 Páginas)  •  245 Visitas

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Una metáfora

Es una expresión relacionada a un objeto o idea particular pero que se aplica a otra palabra o frase para dar a entender que hay una similitud entre ellas. Por ejemplo, cuando decimos que, “Tus ojos son dos luceros”, nos estamos refiriendo a que los ojos de una determinada persona tienen un brillo igual a dos luceros.

De esta forma tenemos que la metáfora es el uso de la palabra “luceros” para resaltar que dichos ojos son hermosos.

Añadir un camello

Cuentan que en tiempos remotos cuando la riqueza de un hombre se valoraba según el número de camellos que poseía, los tres hijos de un jeque, una vez muerto éste, estaban a punto de enfrentarse porque no había manera de repartirse la herencia. El padre había dejado escrito que su riqueza valorada en camellos se repartiera de la siguiente forma: ½ para el mayor de los hijos; 1/3 para el segundo y 1/9 para el tercero. Cuando murió tenía

17 camellos, por lo que era imposible repartirse la herencia sin matar y trocear algún camello.

Entonces acudieron al sabio del pueblo en busca de solución. Éste les dijo que volvieran al cabo de un tiempo que ya encontraría una a la medida de sus necesidades. Algunas semanas después volvieron y el viejo sabio les propuso:

- Os dejo mi camello que está ya muy viejo y una vez repartida la herencia me lo devolvéis.

-Los tres hijos hicieron cuentas y llegaron a la siguiente conclusión:

17 + 1 : 18.

½ : 9

1/3: 6

1/9 : 2

Total: 17

Dicen que quedaron tan contentos que le dieron uno de sus camellos en agradecimiento.

El funambulista

En la ciudad de Varsovia un rabí se encuentra reunido con sus discípulos. De repente entra en la sala un joven y se dirige al maestro:

- Venid, venid rápido, quiero mostraros algo incomprensible.

Sale todo el grupo y el joven les conduce a una de las hermosas plazas de la ciudad. Allí un funambulista está atravesando la plaza a muchos metros de altura. El discípulo entonces le pregunta al maestro:

- Vos que lo sabéis todo, ¿cómo es que un hombre se gana la vida jugándosela?

Podría hacer de peluquero, de zapatero, de labrador... pero ¿por qué se juega la vida cada día en las alturas?

El maestro responde:

- No lo sé. Sólo sé que cuando está ejerciendo su trabajo no mira hacia abajo a ver si los espectadores le tiran monedas en el sombrero.

La cobra amable

En la India se explica una historia referente a una cobra, animal conocido por su agresividad. Parece ser que esta cobra era muy mala y como vivía cerca de un poblado no pasaba día sin morder a algún habitante del mismo. Cansados de tantas muertes los sufridos pobladores deciden buscar una solución definitiva al problema. Pero la astuta cobra sabía esconderse y no había manera de matarla. Así que los ancianos del pueblo se reunieron para encontrar otra solución. Después de barajar varias alternativas y dado el profundo espíritu religioso de los hindus optan por una muy original: traer al pueblo un santón que habla con los animales y esperar que este convenza a la cobra. Y así lo hacen.

Llega el santón y se pone a meditar en la entrada del pueblo allí donde merodea la cobra.

Al poco tiempo sale la cobra. Pero el hombre santo la convence con su fuerza interior. La cobra le pide a cambio que el pueblo se comprometa a su vez a no matarla.

Así lo hacen. La cobra no matará a nadie y los habitantes del pueblo no la mataran. Al poco tiempo la cobra decide salir a comprobar si es cierto el compromiso. Y en efecto así es. Poco a poco la cobra se aventura a tener mayor relación con los humanos llegando incluso a entrar en el pueblo y dormir en la casa de alguno de sus habitantes. La cobra y el pueblo se han hecho amigos.

Pasó el tiempo, y la cobra se convirtió en uno más del pueblo. Dicen que incluso cambió de aspecto. Se convirtió en una especie de gusano largo y blanco. Jugaba con los niños en las plazas y era amiga de todo el mundo. Pero poco a poco se fue olvidando el pasado y los niños la insultaban en sus juegos: gusano miedoso y tonto, le decían la cobra harta de tanto insulto y de contener su agresividad por respeto al compromiso que hizo al santo, decidió volver a verlo y buscar una solución. Así que se presento en la choza donde este vivía y le dijo:

- No sirve de nada ser buena. Fíjate cómo me lo pagan.

Y el anciano santo le contestó:

- Me parece que no acabaste de entenderme: yo te prohibí matar pero no te prohibí silbar.

Cómo Freud se liberó de los nazis

Cuentan que Freud el creador del psicoanálisis pudo salir de Viena escapando de los nazis gracias a una estratagema bien curiosa. Estando ya muy enfermo y confiando que cedería a sus presiones, la Gestapo le prometía concederle un salvoconducto para poder emigrar a Inglaterra a c ondición de que firmara un texto comprometedor según el cual Freud aprobaba las maniobras y la política del tercer Reich. Freud tuvo encima de la mesa el texto y al cabo de medio año se inspiró. Lo firmo de su puño y letra, pero añadió un pequeño texto bajo su firma en donde además pedía que todo el mundo se hiciera nazi.

Cuando el responsable de la GESTAPO leyó aquello estuvo encantado y permitió la salida de Freud hacia Londres. Una vez allí cuando se hizo público el texto de Freud nadie creyó que el padre del psicoanálisis pudiera haber escrito semejante texto si no era bajo amenaza.

Bolsitas

Un sabio explicaba con esta metáfora la variedad de estilos de vida.

Cuando nacemos - expli caba- nos cuelgan dos bolsitas, a modo de alforjas, una delante y otra detrás. Cada vez que nos elogian, nos premian o nos alaban llenamos la bolsita de delante. Pero cada vez que nos castigan, nos hacen sentir culpables o nos avergüenzan llenamos la bolsita de atrás.

Con el tiempo cada individuo consigue una distribución diferente de pesos en las bolsitas.

Los hay que van muy cargados de espalda, llenos de culpas y recriminaciones contra ellos mismos. Pero los hay que llevan la bolsita de delante muy

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