Modulo Psicologuia Lecciones 1-4
OSCAR920117 de Octubre de 2013
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LAS BASES DEL COMPORTAMIENTO
El ser humano un proyecto bio-psico-social y cultural
Autor: Víctor Hugo Saidiza Pardo
Curso de dos créditos equivalente a dos unidades
1. Unidad I.
DETERMINANTES DEL COMPORTAMIENTO
A. Capítulo I ¿Retorno a la mente y al cuerpo?
Lección 1:
Conciencia y estados alterados
Lección 2.
Percepción
Lección 3.
Motivación
Lección 4.
Aprendizaje
Lección 5.
Memoria
B. Capítulo II
la personalidad y el desarrollo
Lección
1.
Humanidad primitiva en el ser humano moderno
Lección
2.
La niñez: de la infancia a la escuela
Lección
3.
La adolescencia como transición
Lección
4.
El adulto y la vida social
Lección
5.
La vejez un largo proceso
C. Capítulo III
El ser humano y su entorno
Lección
1.
La influencia ambiental
Lección
2.
La influencia familiar (el medio)
Lección
3.
La influencia social (el contexto)
Lección
4.
El animal político
Lección
5.
El trabajo y la cultura factores humanizantes
2. Unidad II.
LA PSICOLOGIA SOCIAL
A. Capítulo I.
Las relaciones interpersonales
Lección
1.
Formación de impresiones
Lección
2.
Atribución y Atracción
Lección
3.
El prejuicio
Lección
4.
Persuasión
Lección
5.
Papeles sociales
B. Capítulo II.
La comunicación
Lección
1. El lenguaje
Lección
2.
Los medios de comunicación y la opinión
Lección
3.
La resolución de los conflictos
Lección
4.
La psicología de grupo
Lección
5.
La psicología de las masas
C. Capítulo III.
Las diferencias sociales y el comportamiento
Lección
1.
Las particularidades de género
Lección
2.
La cultura: determinante del comportamiento
Lección
3.
La diferencia étnica y el prejuicio
Lección
4.
Condiciones económicas y el proyecto de vida
Lección
5.
Tensiones individuo y bienestar social
Unidad I
DETERMINANTES DEL COMPORTAMIENTO
La psicología es una ciencia que se ocupa del comportamiento y de la conducta de todos
los organismos, pero, con especial atención por las acciones, motivacionespensamientos del ser humano. En cambio, cuando se interesa por la conducta de otros
seres vivos, a esta disciplina se le conoce como “Etología”. El comportamiento como
objeto de estudio exige que se le investigue desde múltiples perspectivas. Las diferentes
conductas de los seres humanos no pueden explicarse bajo la reducción a una causa
específica y única. Por el contrario, se requiere una mirada amplia, que permita
identificar las múltiples causas de un comportamiento determinado y asignar a cada una
su peso específico en el comportamiento que genera.
y
Esta primera unidad se enfocará en el sujeto como individuo comportamental o
conductual, aunque se preferirá el concepto comportamiento, por hacer referencia a esa
“vida interior” que en los enfoques behavioristas o conductistas se ignora. Cómo es que
el sujeto y su proceso de individuación o despliegue singular le permite percibir el
exterior y el interior, cómo elabora lo percibido y como diseña la respuesta. Sabemos
muy bien, hoy día, que este proceso es profundamente influenciado por el ambiente, por
la sociedad y por la historia. No obstante, sin perder de vista que el ser humano es un
organismo abierto a las influencias externas, queremos, por ahora, concentrarnos en
esos procesos internos; sus formas de percepción y los órganos que la hacen posible; su
conciencia, sus diferentes respuestas a los estímulos, su memoria, su aprendizaje, su
desarrollo y, en el último capítulo de esta unidad, las condiciones del entorno que
influyen en el comportamiento de los individuos.
Ahora bien, ya que hemos señalado la importancia de factores externos en el
comportamiento, tales como el factor socio-económico, lo cultural o lo histórico,
debemos advertir también que esta unidad dedicada al ser humano como individuo,
pretende resaltar los aspectos propios de su autonomía y voluntad. Tal vez no sea
exagerado decir que el entorno “impone” un tipo de comportamiento, pero sí lo sería si
dijésemos que esas variables exteriores afectan y moldean al individuo sin que éste
pueda oponer su voluntad o las incorpore sin modificación alguna. Más bien debemos
hablar de una dialéctica entre lo externo y lo interno; su conjunción y dinámica es el
lugar desde el cual surgen nuevas formas; así como un ser humano es cambiado por la
influencia externa, también su ambiente cercano es alterado por aquél en una dinámica
recíproca e inescindible. Tenemos la capacidad de transformar las condiciones
exteriores en un determinado grado, aunque no se puedan vencer en forma definitiva las
fuerzas externas condicionantes, a las cuales se les puede oponer resistencia, desviación
y hasta deformación, en muchas ocasiones es imperativo aceptarlas sin oposición o
representarse e imaginarse un mundo mejor y distinto en su totalidad. En suma, pese a
nuestros proyectos culturales y civilizatorios tan sofisticados, la naturaleza tiene
primacía, desborda la cultura, para ello, baste recordar que una simple fumarola de un
volcán ubicado en Islandia, una isla alejadísima de Europa, trastornó toda la industria
aérea y de transportes en forma grave y con daños colaterales de difícil y costosa
reparación; o qué decir del cáncer y la frustración de la medicina para curarlo.
Este grado de autonomía, que responde a un enfoque humanista (tomar al ser humano
como fin y no como medio, esto es, como medida diferente; y, síntesis de todas las
realidades) es el que motiva esta primera unidad. Habrá suficiente tiempo, adecuado
espacio y decisión transparente, para ver al individuo sumergido y diluido en el grupo,
la sociedad, la masa, que le recuerdan sus lazos innegables con el resto de la humanidad
y su tiempo, que le dibujan en su rostro el camino de la solidaridad, junto al arraigo que
le da sentido e identidad, a tal punto que el “Yo” –o la Yoidad- casi desaparecerán e
incluso, por momentos naufragará ante el peso implacable y el movimiento arrollador
de las fuerzas de la historia.
Por ahora nos ocuparemos de un ser humano genérico, rodeado e individualizado por
los límites de su piel, con un adentro y un afuera, asomándose a su interioridad y
dejándose impactar por lo exterior, por lo otro. Ahora bien, no se nos oculta que esto
implica tener una idea del ser humano en general, una concepción y que para ello, esa
presunción de autonomía o singularidad es un obstáculo. En efecto, en las lecciones de
esta unidad el estudiante de la UNAD podrá verse a sí mismo reflejado, afirmado y
reconocido como digno representante de la raza humana. Pero también notará ese
espacio abierto donde dirá para sí mismo que actuaría de aquella o de otra forma. Se
trata precisamente de ese lugar donde el autor de este curso deja la puerta abierta
después intentar el señalamiento de lo básico. Lo que de allí en adelante puede
determinar el comportamiento, será lo que el propio análisis sugiera y éste no deberá
nunca subestimar la autonomía de los individuos. Les damos entonces la bienvenida a
esta primera unidad y esperamos que sea lo más iluminadora posible.
CAPITULO I: ¿RETORNO A LA MENTE Y EL CUERPO?
Al observar nuestro cuerpo, podemos encontrarlo perfectamente integrado a nuestra
voluntad conciente; si lo queremos, podemos interrumpir nuestra tarea, levantarnos de
nuestro lugar de trabajo y buscar un cambio de ambiente para descansar. Hacemos esto
porque así lo queremos y le ordenamos a nuestro cuerpo que cumpla nuestras
demandas. Pero si reflexionamos más allá de nuestras acciones más comunes, podemos
empezar a darnos cuenta que no todos esos órganos que envuelve nuestra piel,
responden a nuestra voluntad, por lo menos no a la conciente. Si no tuviéramos ese
tiempo para descansar, si nuestra tarea no da espera ¿podríamos acaso dedicar a ella
todo el esfuerzo y concentración que exija por la duración requerida? Algunos tal vez
sean vencidos por el sueño o el cansancio; otros tal vez recurran
...