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Monografia De Genero


Enviado por   •  18 de Abril de 2015  •  3.137 Palabras (13 Páginas)  •  644 Visitas

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Introducción

Esta monografía, surge como requisito académico en el marco de la materia Introducción a los Estudios de Género, de la Facultad de Psicología (UBA).

Frente a tal requerimiento, considero pertinente, indagar y relacionar algunos de los conceptos centrales abordados en los espacios de reflexión -tanto de las comisiones de trabajo prácticos como de teóricos – en relación al campo del Género, y el área salud, específicamente refiriéndome a enfermedades coronarias.

Como fuente fundamental, tomare de Tajer D. “Heridos Corazones. Vulnerabilidad Coronaria en Varones y Mujeres”, Las mujeres y la construcción de la vulnerabilidad coronaria. Trabajo de campo y de investigación, realizado en la primer década del nuevo milenio en la ciudad de Buenos Aires.

Mi cuestionamiento central, surge a partir de poder hacer un recorte desde una mirada psicosocial. Es así desde donde pregunto: ¿Una posible deconstrucción y reconstrucción de la subjetividad psicosocial en las mujeres, entorno a las variables actuales generadoras de enfermedad cardiovascular modificaría positivamente el riesgo de padecerlas?

Para lograr una respuesta satisfactoria, me propongo indagar el tema propuesto y realizar una posible articulación teórica con los temas nodales propuestos por la Catedra. Subjetividad; mitos; imaginario social; patriarcado; invisibilidad y violencia simbólica.

Como disparadores del tema seleccione artículos periodísticos del diario: Página 12. “Diferencias de género”; “Heridos corazones de mujer”, siendo estos fundamentales y “La bolsa o la vida”; “Menos y más tarde”, como contextualizadores del tema central.

Desarrollo

La subjetividad es un nudo singular que surge como resultado de múltiples hilos que se entrecruzan en un lugar y momento histórico determinado. No se puede pensar al ser aislado de su contexto ya que éste determina los modos de ser mujer y varón en una cultura. En este sentido, me parece propicio, en principio describir el tema a tratar con los recortes y variables elegidos arbitrariamente para una articulación posible.

Existe cierta construcción femenina de los factores que influyen al riesgo de infarto agudo de miocardio y angina inestable (“cardiopatías isquémicas”). Siendo los principales disparadores del tema los artículos periodísticos, “Heridos corazones de mujer”, Débora Tajer y “Diferencias de género”, Mariana Carbajal. Así mismo, es de destacar a Tejer (2009) quien en su trabajo de campo, de investigación epidemiológica, toma en cuenta varones y mujeres de sectores medios y bajos.

Cada momento histórico instituye sus significaciones imaginarias sociales, que son internalizadas y reproducidas por cada sujeto singular dentro de dicha sociedad. Estas significaciones producen una determinada cultura, ellas determinan qué es permitido y qué prohibido, lo bueno y lo malo, etc. Las significaciones instituidas reproducen un discurso social que de esta manera se asegura su continuidad. Este discurso hace corresponder los deseos de los sujetos al orden de determinaciones existentes y por ende retroalimenta al poder en vigencia. En la modernidad, con el surgimiento de la revolución industrial y la emergencia de las sociedades capitalistas, comienzan a darse varios cambios a nivel social, económico, político, familiar, institucional, etc. De la familia expandida se pasa a la familia nuclear, del patriarcado explícito se pasa al patriarcado implícito, del amor cortesano al amor romántico, de la falta de individuación femenina se pasa a reconocer a la mujer como base de la cohesión familiar, madre, cuidadora, protectora, emotiva, etc. Pero la distribución inequitativa del poder sigue siendo una constante que deja a la mujer en el polo menos favorecido. Las formas de subordinación han ido cambiando pero no suprimiendo. Las sociedades siguen estando dominadas mayormente por hombres, si bien a la mujer se le ha permitido el acceso al ámbito público, son pocas las que tienen un puesto jerárquicamente valorado o las que ocupan cargos importantes dentro del sistema social en general y quienes logran esos ascensos no dejan las tareas habituales asignadas por el patriarcado. Se observa que las modalidades con las que una sociedad está acostumbrada a funcionar no caducan de un día para otro con la emergencia de nuevas modalidades sino que éstas coexisten dentro de una misma época.

Retomando el artículo periodístico, “En los resultados, se encontró que las mujeres coronarias de sector bajo y medio bajo responden a patrones tradicionales de género femenino, tanto en términos de organización de la conyugalidad y la maternidad como en términos laborales (...) Sin embargo, estas características no se consideraban pasibles de construir el componente de riesgo psicosocial de las cardiopatías isquémicas: al contrario, se las entendía como “factores de protección”. En contraposición al imaginario social respecto de cómo son las mujeres que se enferman de este tipo de patología, éstas no son exitosas, no trabajan fuera del hogar en tareas competitivas y no se parecen a “los hombres”. El imaginario social que se instituye por consenso de los miembros de cada sociedad, tiene como función permitir que esta se mantenga cohesionada, por otro lado, y considerando los productos de este, se puede mencionar a los mitos sociales, los cuales fueron utilizados por la modernidad para instituir las subjetividades sexuadas. También, constituyen un conjunto de creencias y anhelos colectivos que ordenan la valoración social regulan y organizan. Con respecto a estas producciones del imaginario social se piensa en estos como constitutivos del sujeto; complejo proceso a través del cual los mitos son recreados socialmente en cada individuo, además dan cuenta, estructuran y organizan las relaciones humanas. Finalmente, con respecto a estas producciones del imaginario instituido se puede decir que tienen eficacia simbólica en tanto se repite su contenido central y por la reticularidad y difusividad de los focos de emisión discursiva. Por otro lado, opera por violencia simbólica ya que hace invisible y niega la diversidad de sentido. Ahora bien, retomando lo anteriormente mencionada acerca de que la modernidad se ha valido de este producto social para instituir subjetividades femeninas y subjetividades masculinas, pueden mencionarse tres mitos a partir de los cuales se han construido e instituido la subjetividad femenina: el mito de Mujer = Madre, el mito de la Pasividad Erótica Femenina y el mito del Amor Romántico. Con respecto al mito Mujer = Madre, se puede decir que lo que este

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