Motivaciones Internas Y Externas

Si queremos hablar de motivaciones, debemos hablar entonces de factores internos y externos, ¿Por qué?, por el simple hecho de que son estos sobre los que gira el bienestar o malestar del individuo. Pues este descubre en sí mismo la respuesta a sus problemas o bien, pueden llegar a causar aun más de lo que ya tenía.

El principal factor que impide la autorrealización de una persona, es su auto aceptación, el saber que tan grandiosa y maravillosa puede ser su vida si deja de lado todo aquello que lo acongoja, que lo hace sentir mal, o bien que no lo deja sentirse pleno en su ambiente social, emocional y ético.

Así que, por qué no dejar de menospreciar todo a nuestro alrededor e intentar sonreír, sabiendo que al final de todo camino, por duro que sea, siempre encontraremos la felicidad que buscamos, siempre y cuando pongamos de nuestra parte, pues de nada serviría tener una meta, si no tenemos el valor y las motivaciones necesarias para poder llegar a cumplir y alcanzar esa meta.

Veamos más allá de lo que nuestros ojos nos permiten percibir, sintamos más allá de lo que podemos sentir, imaginemos más allá de lo que nuestra mente nos pueda permitir, solo así podemos decir plenamente que hemos logrado nuestra meta. Sepamos, pues, que las motivaciones son cosas tan significativas que nos pueden llevar por el camino correcto, o bien, que nos pueden sacar del sendero donde nos encontramos situados; vayamos contra corriente, enfrentemos nuestros temores con frente en alto, con palabra como espada, rectitud como coraza y motivación como calzado.

S. Schachter nos dice que la motivación es un móvil, que mantiene al sujeto incito y activo para poder realizar su meta.

Ahora bien, hablemos pues de motivaciones internas; son aquellas que el individuo mismo se genera, estas pueden ser creadas con una simple y sencilla sonrisa, un pensamiento positivo ó por el simple hecho de saber que algo bueno le ocurrirá en el día. Estas motivaciones internas pueden estar representadas en los sentimientos que tenemos hacia una persona, objeto u organismo social donde nos desenvolvemos como lo que somos, “seres sociables”.

Estas motivaciones internas, son tanto favorables en la mayoría de los casos, como también llegan a ser topes con los que nos detenemos un poco, lo puedo representar en un ejemplo: el exceso de confianza, dejar que todo siga un rumbo sin tomar el control de las cosas. Todo esto culminado en un mal resultado para nosotros, como para los demás, así que, no seamos uno entre el montón, veamos, analicemos toda oportunidad y aprovechemos todo talento en nosotros para alcanzar nuestras metas u objetivos.

Ahora, hablemos un poco de las motivaciones externas: son aquellas impuestas por factores (como su nombre lo dice) externos, y que bien pueden estar representados en una relación, donde la mayor motivación es, en este caso, la pareja, quién anima al otro a ser “una mejor persona”. Ahora bien, no siempre solemos tomar los mejores factores como motivaciones, en ocasiones solemos tomar todo aquello que llega como por arte de magia. Esto quiere decir, que como individuos ya no nos preocupamos tanto por el hacer las cosas bien, sino por solo hacerlas.

Solemos creer que las motivaciones son simples efectos o estímulos de nuestros sentimientos para lograr algo, pero estamos totalmente fuera de sintonía, pues estas (las motivaciones) deberían ser analizadas más a fondo por nuestro razonamiento y saber, entender y aceptar si es que son lo que buscamos como motivo para cumplir nuestros objetivos.

A ciencia cierta, hablar de motivaciones, es hablar de nosotros mismos como personas, porque son los impulsos que nos hacen auto realizarnos, así que al intentar hacerlo, primero veamos que tantos factores influyen en nosotros para poder generar nuevas y mejores motivaciones.

Clarck Hull, nos expone que toda motivación tiene su antecedente,

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