Observación a Adultos

Observación en adultos/as

El grupo de adultos/as elegido fueron mujeres inmigrantes colombianas trabajadoras de un salón de belleza ubicado en una galería comercial de la comuna de Santiago.

La decisión con respecto al grupo escogido se basa en diversos factores, por un lado, nos parece interesante adentrarnos en la perspectiva que dan del trabajo personas extranjeras, con una cultura diferente a la nuestra, para contrastar con la expectativas o ideas preconcebidas presentes en nosotras/os como grupo, además de la condicionante específica de género.

Otros factores influyentes fueron de carácter práctico, como la cercanía de la peluquería con respecto a la Universidad, el horario de trabajo que se ajustaba al horario destinado a la observación.

Con respecto a las expectativas iniciales del trabajo de observación, esperábamos obtener más información a través de la encuesta que de la observación, ya que podía acercarnos de mejor manera a su vida cotidiana y sus pensamientos, sin limitarnos a su comportamiento durante las horas laborales. También esperábamos encontrar opiniones con respecto a su condición de inmigrantes junto con su posición de mujeres en el mundo laboral.

Experiencia en terreno

Observación: Al entrar a la galería nos presentamos y preguntamos a dos mujeres que se encontraban conversando en los puestos de la peluquería si podíamos observarlas trabajar un par de horas y luego hacerle unas preguntas, a lo cual accedieron con buena disposición y sin hacer muchas preguntas. Había dos mujeres más en el local.

Durante nuestro tiempo ahí vimos su relación con el resto de los puestos de la galería, sobre todo con un niño pequeño que entraba a la peluquería a jugar con ellas de vez en cuando. Nos comentaban acerca del niño, que tenía nacionalidad chilena y peruana, nos preguntaron en donde estudiamos y conversaban alegremente con la gente que se acercaba a preguntar por el precio de los servicios ofrecidos.

En un principio cuando llegamos no se encontraban trabajando y le pedían a otras mujeres que realizaran los trabajos, nosotras/os supusimos que estaban en horario de colación porque fuimos alrededor de las 14 hrs. Al cabo de unos 40 minutos iniciaron su labor.

Luego al conversar con ellas nos contaron que trabajan desde las 9 hrs hasta las 21 hrs aproximadamente, tiempo variable pues si una clienta llamaba reservando una hora antes de las 9 am, ellas accedían y se presentaban antes, por lo tanto su jornada laboral se encontraba en un rango de 10 a 12 horas diarias. Durante la jornada se dividen de a dos con turnos. Ambas tenían hijos entre 22 y 6 años. Llegaban al trabajo caminando porque vivían cerca de su lugar de trabajo.

La mujer mayor vivía con el padre de su hija menor quien también trabaja, la mujer joven vivía sola con su hijo. El tiempo a la semana con que contaban para destinar en sus vidas fuera del trabajo era escaso, a veces con domingos libres, pero ambas lo dedican principalmente a las tareas domésticas y al cuidado de sus hijos, y expresaron que si pudieran cambiar algo de sus vidas sería las horas dedicadas al trabajo.

Apreciación de la experiencia

Contrastando lo observado con lo expuesto al trabajo de Fernández (2000) sobre la apariencia y adaptación sexual - “Los cabellos encanecidos, la piel engrosada y las “patas de gallo” que son consideradas como prueba de experiencia, madurez y maestría en los hombres, son miradas como señales indicadoras de que “está entrada en años”, en las mujeres.”- el acercarnos a la vida adulta en trabajadoras de un centro de estética, nos mostró que lo anterior no se cumple en todos los casos, y en ciertos contextos laborales o culturales el adentrarse en la vejez no es sinónimo de descuido o alejamiento de la sensualidad.

Además, se observan las condiciones de género

...