ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Otto Kernberg, psicoanalista


Enviado por   •  28 de Junio de 2015  •  Síntesis  •  3.216 Palabras (13 Páginas)  •  184 Visitas

Página 1 de 13

Otto Kernberg, psicoanalista:

“EL ODIO FORMA PARTE DEL AMOR”

Cristián Warnken

Otto Kernberg es uno de los psicoanalistas más importantes de la actualidad. Su teoría sobre los afectos ha significado un enriquecimiento sustantivo para la práctica sicoanalítica. Presidente de la Sociedad Internacional de Sicoanálisis, ha publicado múltiples estudios sobre patologías siquiátricas limítrofes y un libro sobre el tema del amor y el odio. Kernberg está en la punta de las investigaciones interdisciplinarias del sicoanálisis y la neurobiología

Michel Foucault afirma: “Freud dice que hay tres grandes heridas narcisistas en la cultura occidental: la herida causada por Copérnico, la que provocó Darwin cuando descubrió que el hombre descendía del mono, y la herida hecha por Freud cuando él mismo descubrió que la conciencia reposaba sobre la inconsciencia”. También coloca el pensamiento de Marx y el de Nietzsche como heridas. ¿Considera usted al sicoanálisis una herida en la conciencia occidental, después de la cual ya no podremos vernos nunca más como antes?

Es una herida desde el punto del vista de la antigua presunción que suponía que la conciencia humana regía los destinos del hombre, una herida en el sentido de captar y mostrar fuerzas inconscientes que nos mueven profundamente, tanto al individuo como al individuo en situaciones de grupo y de masa. Pero al mismo tiempo es un enriquecimiento para el conocimiento humano, algo de lo cual la humanidad puede enorgullecerse, en el sentido de que ahora sabemos mejor lo que nos pasa como seres humanos, aunque a veces no podamos controlarlo. Y el conocimiento en sí mismo gratifica, aunque no siempre lleve a una acción y a resolver los problemas. Yo creo que quizás la herida fundamental del sicoanálisis es que el descubrimiento de las motivaciones inconscientes y sus consecuencias siempre va muchos pasos adelante de la posibilidad de resolver los problemas que esto crea, y ésta es una humildad que los psicoanalistas tomamos de Freud y que seguimos manteniendo.

Desde un punto de vista sicoanalítico, y tratando de explicar misterios tan grandes como el amor y el odio, ¿no habría que aceptar que los hombres somos una especie muy particular de animales, unos lobos sanguinarios disfrazados de dioses?

No es lo mismo decir que somos animales a que tenemos una naturaleza biológica. Nos diferenciamos de los animales en la conciencia de la limitación, en la comprensión mutua del funcionamiento de otros seres humanos y eso nos hace trascender de lejos el funcionamiento animal. Al mismo tiempo estamos movidos por la biología. Estamos movidos por sistemas sicobiológicos, especialmente los afectos. Y eso nos une a todos los mamíferos, puesto que en ellos, como en nosotros, los afectos tienen la función de señalar al adulto a cargo del bebé la necesidades de éste. El mamífero necesita ser protegido después del nacimiento, el bebé de los mamíferos necesita crecer, los mamíferos para desarrollar plenamente su cerebro necesitan desarrollarse fuera del seno materno y ello exige protección, exige que la madre sepa cuáles son las necesidades del bebé, y el bebé lo señala con los afectos que son de un tipo positivo, “el mundo está bien”, o señala pena, agresión, rabia, o sea, “el mundo está mal”. Entonces se movilizan la mamá y el papá para hacerse cargo de esa necesidad. El mamífero tiene una capacidad innata para expresar afectos y verlos, la mamá no necesita ir al texto para interpretar eso. Los afectos están basados en estructuras neuroquímicas, transmisores neurohormonales por un lado, y en la experiencia subjetiva de placer y de dolor por el otro. O sea, son estructuras que tienen un lado biológico y otro síquico.

¿Qué ocurría antes de que existiera el sicoanálisis, en las culturas “primitivas”, frente al mundo inconsciente y a las patologías siquiátricas?

Nuestro conocimiento respecto a muchos conflictos y enfermedades sicológicas o sicosomáticas es que existían ya, por lo menos desde el mundo de la antigüedad. Pero ha habido cambios en las manifestaciones de los trastornos siquiátricos, porque la cultura influye en la forma de expresar los conflictos inconscientes. En ese sentido, con la cultura cambian las manifestaciones; por ejemplo, en culturas relativamente primitivas en que existe poca comunicación verbal, hay una mayor tendencia a la somatización de conflictos; en culturas en las cuales la comunicación lingüística es muy dominante, aumenta la expresión de conflictos en forma de afectos patológicos, angustia y depresión.

Hay muchos modos en que las personas se pueden ayudar mutuamente, el sicoanálisis no es el único modo en que una persona puede ayudar a otra; todo lo contrario, la empatía, el afecto, la comprensión, la tolerancia, el contener a un individuo perturbado en medio de su grupo social, el socializar su patología, cumplen una función tan sanadora como el sicoanálisis.

La ritualización de la enfermedad y de la cura de la enfermedad es una forma de socialización que aumenta la tolerancia que tiene el individuo a través de la tolerancia que tiene el grupo frente a él. En condiciones óptimas, la comprensión, el amor, la paciencia, la conmiseración, son factores muy positivos para ayudar a las personas, son terapéuticos. Nosotros los seres humanos siempre usamos a los amigos como terapeutas, no hay necesidad de que todos vayamos al psicoanalista. Hay ciertas patologías tan graves, sin embargo, que destruyen los esfuerzos de los que quieren ayudar al enfermo. Es ahí donde el psico-análisis se ha mostrado más útil, en descubrir las tendencias autodestructivas del ser humano. En traerlas a la conciencia y permitir a los individuos superar eso. Yo creo que éste es uno de los más grandes progresos en el tratamiento terapéutico, el tratamiento de tendencias auto-destructivas; y el otro es el descubrimiento de la sexualidad infantil, un descubrimiento muy importante que muestra las profundas represiones sexuales y su repercusión en las limitaciones y frustraciones en la vida sexual adulta.

Ha habido un gran tabú en nuestras sociedades frente a la sexualidad infantil. Se ha actuado —se ha educado— como si esa dimensión de la infancia no existiera.

Ésa fue una de las grandes revoluciones de Freud, ésa sí que fue una herida en la conciencia occidental, destruir el mito de la inocencia infantil y mostrar cómo el origen de la sexualidad infantil influye en la sexualidad del adulto, cómo elegimos personas que inconscientemente nos recuerdan las imágenes parentales, o bien son totalmente opuestas. Freud descubrió cómo las llamadas perversiones

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (19.7 Kb)  
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com