PLAN DE MANEJO CONDUCTUAL O DISCIPLINARIO

PLAN DE MANEJO CONDUCTUAL O DISCIPLINARIO

        Cuando nuestros hijos tienen problemas de conducta, generalmente es porque de alguna manera nosotros hemos provocado que así suceda, ya sea por mal manejo, rechazo, sobreprotección, desacuerdo, etc. O bien puede ser el reflejo de una disfunción familiar que esté afectando al niño. Para que mejore debe haber principalmente un proceso de reeducación.

REFORZAMIENTO O ESTIMULO:

        Consiste en dar una alabanza al niño inmediatamente después de haber realizado algo bueno o de haber cumplido una orden, por ejemplo decirle: ¡Qué bien!, ¡Qué bonito!, ¡Qué lindo! etc., siempre debe ir acompañada de una caricia.

INSTRUCCIONES (ORDENES O INDICACIONES):

        Se utilizan siempre pero en forma adecuada y debe ser para reeducar la conducta de obediencia. Cuando usted le de una orden a su hijo, ésta se da UNA sola vez, no más. Se usa un tono de voz firme y claro no con gritos; LA ORDEN DEBE SER CUMPLIDA. Para lograrlo utilizaremos lo siguiente:

INSTIGACIÓN (DIRIGIR LA ACCIÓN):

        Al ver que el niño no realiza lo que le pedimos, entonces lo tomamos del brazo firmemente (no con brusquedad ni con afecto) y lo conducimos al lugar donde realizará lo que se le pidió, usted dirigirá toda la acción sin discutir con él nada, al finalizar se le refuerza lo que hizo, por ejemplo: ¡Qué bonito que tendiste tu cama!

REFORZAMIENTO DE CONDUCTAS OPUESTAS:

        Vamos ha trabajar con todas las conductas opuestas o contrarías a las que queremos que desaparezcan con el objeto de aumentar la frecuencia de las acciones o conductas adecuadas. Se hace una lista de lo que le gustaría cambiar en su hijo (siempre y cuando sean conductas inadecuadas) y junto a ésta poner la conducta opuesta; por ejemplo: si es muy inquieto, va a estimular o reforzar cuando esté tranquilo, si es muy agresivo refuerce cuando esté amigable, etc., diciéndole ¡Qué lindo que estás tranquilo!

EXTINCIÓN O INDIFERENCIA:

        Se utilizará cuando se presenten conductas inadecuadas del tipo berrinches, rabietas, malas palabras, contestaciones, rezongar, etc. Consiste en retirar la atención hacia el niño de todo tipo (visual, física y verbal) ante la conducta, es decir, no le hablamos, no lo vemos, no lo tocamos hasta que el berrinche o la conducta desaparezcan. Si es necesario salga de la habitación. Si es en la calle y existe riesgo de que se eche a correr solo tómelo de la mano con firmeza y siga ignorándolo. Esto se debe aplicar cada vez que sea necesario, al principio puede presentarse la rabieta con mayor intensidad, es normal pero se debe ser constante. Debemos lograr que busque la atención de los padres de un modo aceptable.

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