PRINCIPIOS EN EDUCACIÓN Y NEUROCIENCIAS

PRINCIPIOS EN EDUCACIÓN Y NEUROCIENCIA

KATHERINE PALACIOS ANGULO

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PRINCIPIOS EN EDUCACIÓN Y NEUROCIENCIA

     Este informe, consignará la relación de los principios e implicaciones de la educación y la neurociencia, desde la perspectiva cerebral enfocada en cómo se aprende; así, como las distintas modalidades de aprendizaje existentes y su relación con las inteligencias múltiples. Todos estos aportes orientados al análisis y la comprensión de sus aspectos más determinantes. Con el propósito de conocer los enfoques e intervenciones en el ámbito  educativo, que nos permiten y favorecen la comprensión del aprendizaje.

     Para Figueroa, C., & Farnum, F. (2020). “La neuroeducación se ha convertido en una estrategia de apoyo a la labor educativa, principalmente, de las prácticas de los psicopedagogos, por eso se hace necesario fortalecer con un sinnúmero de estrategias psicopedagógicas, que medien a la solución de problemas”.  Es decir, que dentro de muchos elementos, su importancia radica en la participación que ejerce la neurociencias en la transformación de la educación, y a su vez, fortalece su principal relación en el funcionamiento cerebral y los procesos de aprendizaje. Para ello, es determinante la implementación de diversas estrategias apoyadas en las habilidades y/o destrezas de cada individuo.

     Estos aspectos además de estar vinculados, brindan la posibilidad de conocer según, Zabala, J. (2020) las implicaciones de la educación y la neurociencia, que en palabras del mismo autor se resumen en los “periodos críticos para aprender, la intervención neuropsicología en la educación y la prevención del aula”. Las cuales permiten describirse como herramientas a disposición del campo educativo, que buscan el desarrollo cognitivo del individuo.     Ante este planteamiento y siguiendo con las descripciones de sus aportes, Zabala, J. (2020), cita a Jensen, E. (2004), refiriéndose a periodo crítico como “uno de los 3 primeros años de vida” que describe como la etapa esencial para la adquisición de diversas habilidades, y periodo sensible que “se extiende hasta los 10 años” donde claramente además de potencializarse, se genera un amplio campo de aprendizajes donde lo importante debe ser que se adquieran para toda la vida.

     Dándonos argumentos para generar reflexiones en torno a sus contribuciones; siendo una perspectiva fácil de comprender centrada en la importancia de potencializar en esta etapa del ciclo vital, las destrezas y/o competencias en los niños; así mismo dando a la familia un papel determinante bien sea en las vivencias, como en las experiencias de su vida cotidiana.  Lo cual  Zabala, J. (2020) sustenta citando a Jensen, E. (2004),  el cual expresa:

“La construcción del cerebro no es un proceso continuo, homogéneo y sincrónico consigo mismo y con el tiempo, es un desarrollo asincrónico, tiene tiempos diferentes para cada una de las habilidades y competencias que se adquieren a lo largo de la vida”.

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