PSICOPATOLOGIAS EN LA FAMILIA

EVALUACION DE LA PSICOPATOLOGIA EN INFANTES SEGÚN EL MODELO FAMILIAR

Bowen, siguiendo a Hill y a otros investigadores, ha afirmado con admirable claridad que “la esquizofrenia (es) un proceso que requiere tres o mas generaciones para desarrollarse”. Otros han comentado de manera similar la frecuencia de las estructuras del carácter obsesivo-compulsivo en los padres de los esquizofrénicos; otros el elevado predominio de algunos tipos de patología entre los descendientes que ascienden de posición social de los inmigrantes de clase baja. Estos descubrimientos nos impulsan a creer que debe haber en nuestra teoría amplia un conjunto de términos y proposiciones que especifiquen el tipo o tipos de antecedentes sociales y culturales, y el desarrollo psicológico necesarios, o conducentes, para el futuro status de los padres de un hijo perturbado.

Desde luego, siempre es posible llevar este problema hasta otra generación y preguntar cuál fue el anterior desarrollo del carácter y las experiencias de los padres de los hijos que crecieron para convertirse a su vez en padres de hijos perturbados. Pero en la práctica esta regresión infinita puede evitarse mediante pruebas empíricas de cuantas generaciones necesitan ser consideradas antes de que el poder predictivo caiga abajo de un nivel estadísticamente significativo. Alanen y sus colegas finlandeses han podido realizar progresos significativos en esta área mediante un uso muy hábil de los datos epidemiológicos.

Algunas historias clínicas de las familias revelan que éstas tienen una habilidad notable para transmitir los patrones neuróticos y psicóticos, y sus hijos encuentran compañeros con los que pueden repetir estos patrones. La selección de compañero nunca es un proceso casual, a pesar de los factores sociológicos y psicológicos implicados solo empiezan a ser estudiados con poblaciones suficientemente grandes para deslindar este territorio. Aunque solo podemos “experimentar” estadísticamente, parece factible hacer proposiciones que pueden probarse, relativas al aumento o la disminución de la probabilidad de que aparezca la psicopatología cuando un tipo dado de mujer se aparea con algunos tipos de varones.

En el pasado se ha puesto mucha atención a los tipos de experiencias que, sufridas en etapas particulares del desarrollo, reducen las posibilidades de que un niño continúe siendo apatológico durante su vida. Se requiere una gran cantidad de organización y discriminación para que las características genéricas de las familias patógenas se destaquen más claramente.

Siempre que aparece abiertamente la patología en un individuo o en una familia, casi siempre hay suficientes razones para explicarla. Sin duda los factores accidentales desempeñan un papel. Pero la constancia de las relaciones entre las tasas especificas de edad, sexo, status mental, clase social, etc., sugiere que algunos factores determinados están operando.

En el campo de la psiquiatría, es difícil advertir los casos negativos: los casos en que los factores patógenos han estado presentes, pero que la patología esperada no se manifiesta. Existe la posibilidad, de que haya algún tipo de sistema familiar que reduzca y que también aumente la probabilidad de que se presente una patología abierta.

Actualmente hay diferencias de opinión acerca de con que frecuencia la patología franca aparece en un solo hijo, o, a la inversa, se encuentra presente en forma latente en la mayoría de los hijos de una familia y francamente es reconocida y definida en uno de los hijos.

Se necesitan algunos términos que expliquen la diferente propensión de las familias a propagar o encapsular la psicopatología. Se ha puesto gran atención a los factores endógenos del enfermo para explicar los diferentes cursos de

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