Parejas Tormentosas

Parejas Tormentosas

¿Cuántas veces hemos escuchado estas frases: “Es mi media naranja”, “¿cuándo llegará mi príncipe azul?”, “Los polos opuestos se atraen”? En particular las he escuchado en repetidas ocasiones y con mayor frecuencia de las mujeres que de los hombres. ¿Será porque forma parte del inconsciente colectivo de las mujeres, o porque desde pequeñas no solo escuchamos estas frases seguido si no nos las inculcan de cierta manera tan convincente y esperanzadora que con el paso de los días y mientras crecemos llevamos estas frases cliché tan introyectadas que es lo que vamos esperando que la vida, el destino o Dios como quiera que le llamemos nos lo cumpla.

Me gustó mucho la lectura de Emilio Antognazza titulada “Parejas Tormentosas” porque en lo personal me cayeron muchas piedras encima. No se trata de esperar toda una vida o por lo menos un buen tiempo de vida a que llega esa persona que vamos construyendo cada día de nuestra vida con algo más hasta que llegamos a crear una persona tan lejos de la realidad o un ser tan perfecto que nos impide conocer o mejor dicho reconocer lo que tenemos a nuestro alrededor, o incluso más grave que eso no nos permite darnos cuenta que somos un ser más sobre esta tierra con fortalezas y debilidades, con áreas de oportunidad y muchos defectos por trabajar. Así que esta visión lo que nos proporciona es el deseo de querer cambiar al otro, de que no sea como realmente es sino de que modifique lo que a mí no me gusta o no se me acomoda y que sea como yo quiero que sea y como esto no suele suceder lo que hacemos es terminar esta relación y cambiar de pareja para ver si con él/ella es diferente, pero el común denominador somos nosotros y es ahí en donde debemos de poner atención, enfocarnos a nosotros como agentes de cambio.

Antognazza clasifica a la pareja en dos tipos. Las primeras son las parejas tormentosas. Estas parejas están conformadas por dos personas que tienen como cometido vengarse, reclamar, hacer menos o siempre demostrar superioridad ante su pareja, que en palarabras del autor son grupo de dos personas con iguales derechos y obligaciones pero cuyo vínculo está basado en la persecución, la intolerancia, la abnegación, el hastío, la incomprensión, las exigencias con un fin oculto, inconsciente. Y el segundo tipo de pareja es el Trascendental el cual basa su funcionalidad en el amor, la comprensión y renuncia, y lo más importante los 4 pilares que el autor define como indispensables para ser una pareja trascendente los cuales son: respeto, amor, proyecto compartido y comunicación eficaz.

Una pregunta importante que nos cuestiona el autor desde un principio es: ¿Amo a mi pareja? Y si es así ¿cómo lo sé? Puede ser que en este momento al realizarnos esta pregunta nos quedemos con sorpresa o pensando realmente cómo sé que amo a mi pareja y tal vez la respuesta la puedo encontrar enfocándome en esos 4 pilares que se mencionaron en el párrafo anterior.

El vínculo que establecemos con nuestra pareja o con cualquier otra persona con la que nos relacionamos depende de nuestra vivencia pasada, que el autor englobó para llamarlo SICVA (Sistema Interno de Creencias de Verdades Absolutas). Este sistema de creencias está basado en los modelos de pareja o de interacción que hemos tenido a lo largo de nuestra vida especialmente en la

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