Terapia De Pareja
JOSEJUANSANCHEZ23 de Junio de 2012
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Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008 175 S
Terapia de pareja: abordaje sistémico
Ricardo de la Espriella Guerrero1
Resumen
Introducción: La pareja es un sistema con el elementos particulares, y el psicoterapeuta
debe abordarlo como tal. Objetivo: Presentar aspectos conceptuales de la pareja humana,
evidenciando elementos fundamentales, con el marco de referencia de la teoría sistémica y
con énfasis en el contexto. Desarrollo: Se abordan los fundamentos de la terapia de pareja,
su estructura, sus indicaciones y contraindicaciones, así como las características que debe
tener en cuenta el terapeuta de pareja en la conducción de las sesiones. Conclusiones: Se
debe reconocer la terapia de pareja como un campo con elementos propios que si bien
se relacionan con los conceptos aplicables a la terapia de familia, debe desligarse de ellos.
El terapeuta debe emplear métodos que respeten las creencias, valores e historia de los
integrantes de la pareja.
Palabras clave: terapia de pareja, teoría sistémica.
Title: Couple Therapy: A Systematic Approach
Abstract
Introduction: The couple is a system with special elements, and the psychotherapist must
approach it as such. Objective: To present conceptual aspect of the human couple, showing
fundamental elements, using systemic theory as reference framework and with emphasis on
the context. Development: Couple therapy fundamentals, i.e. its structure, indications and
contraindications are discussed, as well as those features that the couple therapist must
take into account when conducting the sessions. Conclusions: Couple therapy should be
acknowledged as a fi eld with its own elements and although these are related to the concepts
applicable to family therapy, it must be separated from these concepts. The therapist has to
use methods that respect the beliefs, values and history of both parts of the couple.
Key words: Couple therapy, systemic theory.
1 Médico psiquiatra. Terapeuta sistémico, Kensington Consultation Centre, Londres, Inglaterra.
Magíster en Epidemiología Clínica. Gestor de Docencia e Investigación, Clínica
de Nuestra Señora de La Paz, Bogotá, Colombia, y de la Clínica San Juan de Dios,
Chía, Colombia. Profesor del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, Facultad de
Medicina, Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, Colombia.
De la Espriella R.
176 S Rev. Colomb. Psiquiat., vol. 37, Suplemento No. 1, 2008
Introducción
La pareja como unidad vincular
parece ser una defi nición evidente;
sin embargo, un abordaje más
cuidadoso exige tener en cuenta el
contexto donde se fundamenta, los
participantes y los términos que
la definen. Hablamos aquí de la
llamada pareja matrimonial, y aun
cuando puede no existir matrimonio
en sentido estricto, muchas veces se
usan las palabras pareja o matrimonio
en forma intercambiable.
La pareja supone una estructura
diferente a la de la familia con hijos,
pues tiene dinámicas propias que
deben ser estudiadas y abordadas
en forma particular, no únicamente
en referencia a la familia, ya que
no todo lo que se establece para
esta última puede generalizarse a
la primera.
La aplicación del abordaje terapéutico
a la relación de pareja ha sufrido
transformaciones, al defi nirse
campos de acción y evaluación de
resultados. Por lo tanto, si bien el
modelo de patología o disfunción
aplicado a las relaciones, incluidas
las parejas, tiene limitaciones, es
ampliamente usado (1).
En el presente artículo se describen,
desde la teoría sistémica, aspectos
contextuales y teóricos sobre la
pareja, al igual que situaciones especiales
susceptibles de manejo en
la terapia de pareja. Dado que no
se trata el tema de la familia, nos
centramos en la pareja, con independencia
a la existencia de hijos.
Qué es la pareja
Una primera difi cultad y necesidad
de principio es establecer qué es
una pareja. Usamos aquí la palabra
pareja para definir una relación
significativa, consensuada, con
estabilidad en el tiempo, con un
referente obvio, cual es el matrimonio;
pero existen parejas humanas
que no coinciden con los límites
que aquel impone. En la literatura
médica se aplica muchas veces la
expresión pareja matrimonial. Caillé
(2) afi rma que “… en la cultura
actual, en particular, la estructura
de la pareja parece querer ser tan
proteiforme que elude toda posibilidad
de descripción”; sin embargo,
intentamos algunas explicaciones
generales, teniendo en cuenta que
no existe una defi nición simple de
la pareja.
La pareja humana no es pareja, en
el sentido de no ser igual; supone la
diferencia. Tampoco es semejante,
ni parecida, ni similar, ni idéntica,
ni lisa; está llena de facetas. No es
tampoco una organización homogénea
o monótona. Tampoco es continua,
ni es tersa o suave, aunque su
defi nición nos lleva a pensar en esos
sinónimos (3). Por el contrario, la
pareja humana supone contrastes,
variaciones e inestabilidades que
pretenden la estabilidad.
Terapia de pareja: abordaje sistémico
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Se podría pensar que la pareja es
una estructura simple, por el menor
número de integrantes que otros
sistemas humanos; pero dadas las
características citadas, observamos
una organización humana compleja,
diferente a los individuos que
la conforman. Caillé (2) afi rma que
“Además de compleja, la díada es
paradójica”. Y esto último porque
se considera, por ejemplo, que ella
es mayor (o diferente) que la suma
de sus integrantes o que es una
organización estable, pero cambia.
La pareja humana descansa en interacciones
no siempre visibles, tal
como lo anotan Puget y Berenstein
(4) en el concepto de zócalo, tomado
de la arquitectura, que es la “base
profunda sobre la cual se apoyan los
elementos sostenidos por aquella”.
Reich (5) anotaba que las funciones
del matrimonio incluyen aspectos
económicos, políticos y sociales,
que llevan a perpetuar modelos de
relación limitantes para quienes lo
integran. Por lo tanto, el modelo
de familia nuclear sería un modelo
que tiende a perpetuarse de manera
transgeneracional.
La referencia a la familia es frecuente
en el estudio de los sistemas humanos
(6-9), mas no se encuentra
con igual frecuencia el tema de la
pareja, a la cual se alude como un
paso para la conformación de una
familia, que se reconoce a través de
la existencia de hijos; por lo tanto,
se desconoce independiente a la
referencia familiar. Considerada
de esta forma, la pareja sería sólo
un subsistema de una estructura
más amplia (la familia) y no tendría
existencia si no es en referencia a
ella. Por otra parte, la pareja, en
sí, es un sistema con estructura,
organización, reglas, roles, etc.,
diferentes a las de la familia y, a su
vez, que se relacionan con sistemas
más amplios, ya sea familia nuclear,
familia extensa, etc.
Con frecuencia, para tratar el tema
de la pareja se utiliza la palabra
matrimonio, es decir, la unión avalada
socialmente bajo un sistema de
creencias específi co, que incluye procedimientos
rituales. Se han descrito
algunos elementos comunes en la
defi nición de matrimonio, extensivos
a nuestra defi nición de pareja:
• Cohabitación doméstica.
• Reconocimiento de la comunidad.
• Reglas de conducta habituales.
• Alguna forma de ceremonia de
establecimiento.
• Alguna extensión en el tiempo.
De acuerdo con Halsall (10), algunas
defi niciones no incluidas como
esenciales son:
• Reconocimiento legal: el matrimonio
existe en sociedades sin
funciones legales o existe matrimonio
no legal en sociedades
“legalmente constituidas”.
De la Espriella R.
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• Relación de amor.
• Existencia de hijos.
• Monogamia.
• Permanencia: divorcio o separación
permanente es permitido
en la mayoría de sociedades.
La pareja en Colombia
En los últimos 50 años se han reconocido
cambios en las parejas (11),
entre otros: aspectos económicos,
laborales, mayor autonomía de sus
miembros, postergación en la edad
de conformación, mayor existencia
de uniones previas, dependencia de
las familias de origen. Estos cambios
refl ejan, a su vez, variaciones
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