Perspectiva Psicoanálisis

La teoría psicoanalítica, desarrollada por Sigmund Freud, constituye esencialmente la teoría de la personalidad, como una forma de psicoterapia.

La teoría psicoanalítica tuvo una influencia importante en muchos de los desarrollos tempraneros en psicología social. Hall y Lindzey (1954) sugieren que las contribuciones de Freud a la psicología social pueden agruparse en cinco categorías:

• Socialización del individuo

• Estructura y dinámica familiar

• Psicología grupal

• Origen de la sociedad

• La naturaleza de la cultura

La estructura de la personalidad, la postuló Freud bajo tres instancias o fuerzas, llamadas el ego, el ello y el superego, que están constantemente en conflicto sobre el control de la conducta

Freud afirmaba que los tres componentes de la personalidad se iban configurando con las primeras experiencias de la infancia, a medida que la persona atravesaba por una serie de etapas psicosexuales. Durante estas etapas la energía del Ello se fija en determinadas zonas corporales: la boca, el ano, los genitales. Si en cualquiera de las etapas, se mima en demasiado o en exageración a los niños, o se les priva de afecto, el desarrollo se detiene en esa etapa y la personalidad adulta queda estancada allí. Según Freud, la personalidad del adulto queda configurada primordialmente durante cuatro etapas:

Etapa oral

Durante esta etapa, que abarca aproximadamente los primeros 18 meses de vida, el niño fija principalmente su conducta en la boca: al comer, chupar y morder, es decir, cuando los niños se quieren llevar todo lo que ven a la boca, esto es porque al hacer esto sienten placer por medio de la boca. Los niños súper mimados o frustrados en esta etapa, al llegar a la adultez, pueden presentar rasgos de la personalidad oral: dependencia, inmovilidad y ambición. Es decir que si cuando eran niños no se les permitió que interactuaran por medio de la boca esto al ser adultos les trae consecuencias.

Etapa anal

A lo largo del segundo año empieza el entrenamiento de esfínteres, los niños deben aprender a controlar por primera vez sus impulsos naturales. Este hecho marca el inicio de la etapa anal, en la cual el niño siente satisfacción, es decir siente satisfacción por medio del ano y que si no se hace de la manera correcta es decir, si este entrenamiento es bastante severo y conflictivo, o si la eliminación de las heces fecales y orina es demasiado placentera, el individuo puede quedar fijado en la etapa anal, y posteriormente presentará una personalidad “anal”: que se presenta en lo que es la desconfianza, terquedad, desorden

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