Primera infancia: desarrollo motor

Reporte de lectura:

El capítulo de desarrollo motor se dividió en varios puntos, entre ellos la teoría de los

sistemas dinámicos, en la cual se mencionaba el descubrimiento de que los niños y los

bebés desarrollaban habilidades motoras de forma ordenada y especifica dándose como

consecuencia del plan genético o maduración y no solo siendo influenciada por el medio o

la naturaleza como algo único. Además, centrándonos en lo que son los sistemas dinámicos,

podemos mencionar que los bebés recopilan las habilidades motoras para percibir o actuar,

pero para desarrollar dichas habilidades requieren de motivación externa, en el entorno,

pues cuando existe motivación el bebé crea un nuevo comportamiento motor para

completar lo deseado, aquello que brinda la motivación. Se menciona que el nuevo

comportamiento en el bebé es el resultado de varios factores, entre ellos: el desarrollo físico

y del sistema nervioso, el objetivo del propio niño (aquel que le brinda motivación) y el

apoyo por parte del entorno para el desarrollo de la habilidad; además, siendo este un

proceso con esfuerzos activos del bebé para ordenar diversos componentes de la habilidad.

Se menciona que la historia del desarrollo motor comienza con los reflejos, siendo el reflejo

una habilidad con la que ya cuenta el bebé, pero en su forma básica, pues se mencionaba

que los bebés pueden responder adaptándose al entorno antes de poseer la manera de

aprender. Los reflejos que tiene el bebé son el reflejo de succión, siendo este cuando

chupan un objeto situado en su boca; el reflejo de giro de la cabeza, que se da cuando el

bebé gira la cabeza hacia el lado que alguien le tocó, como un esfuerzo para encontrar algo

que chupar; el reflejo de moro, siendo éste una respuesta neonatal como reacción a un ruido

o movimiento repentino e intenso en donde le bebé arque la espalda y echa la cabeza hacia

atrás, estirando los brazos y las piernas, como una especie de modo de defensa, pero se dice

que desaparece a los tres o cuatro meses aproximadamente; y el reflejo de prensión, en el

cual algo toca la palma de la mano del bebé y él reacciona agarrando eso que tocó su palma

fuertemente, pasa con nuestros dedos frecuentemente, siendo algo que a mí personalmente

me pasa seguido y a lo que le puesto cierta atención. Hay muchos otros reflejos como el

parpadeo, el de nado, tónico del cuello, etc.

Dentro de las habilidades motoras se hablaban de dos tipos, las gruesas y las finas. Las

habilidades motoras gruesas conllevan una gran cantidad de actividades musculares, como

lo es el hecho de caminar, siendo que para el desarrollo de habilidades motoras gruesas se

implican el desarrollo de la postura, siendo que los bebés requieren de un control postural,

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