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Psicoanalisis

zinzuela8 de Septiembre de 2013

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ANTECEDENTES SOCIO CULTURAL EN EL QUE SURGE EL PSICOANÁLISIS

Todo ser humano es producto de sus circunstancias históricas biográficas, pero también del contexto histórico social y de la cultura en la que emerge.

El objetivo de esta clase es enmarcar, contextuar la obra y la vida de Freud, en el momento histórico, político, social y cultural en el que surge. La creación del psicoanálisis no es fruto de la casualidad, ni el edificio teórico producto de un autor que se hizo a sí mismo. Surge el psicoanálisis cuando se dan las condiciones históricas, económicas, sociales para su emergencia.

SITUACION POLITICA/ SOCIAL

El Siglo XIX es un siglo complejo, en el que las sociedades modernas en Occidente, se instalan definitivamente en la Modernidad.

En la segunda mitad del siglo XIX, que es cuando nace Freud, (recordemos que Freud, nace en mayo de 1856, en Moravia, región que hoy pertenece a la República checa y que estaba dentro del Imperio Austro Húngaro) los países europeos luego de las guerras napoleónicas, han delimitado nuevamente sus fronteras y dominios y se consolidaron las nociones de Estado y Nación. Las grandes potencias (Inglaterra, Francia, Rusia y el Imperio Austro Húngaro) se reparten el Viejo y el Nuevo Mundo, se produce la unificación de Alemania, de Italia (hacia 1870). Aparecen dos corrientes filosóficas y políticas nacidas a principios de siglo: el liberalismo y el nacionalismo. El liberalismo es el heredero de las grandes ideas de la Ilustración y la Revolución Francesa y surge como respuesta de la clase ascendente (la burguesía) frente a los intentos de restaurar las monarquías absolutas. Las ideas liberales, opuestas el despotismo y al poder ilimitado de la nobleza y el clero, proponen la igualdad jurídica, la libertad de expresión y la libertad religiosa, que se ven consagradas en las Constituciones que se van promulgando en la mayoría de los países europeos. Se produce la secularización del poder y es el Estado, quien comienza a hacerse cargo de la educación - se impone la obligatoriedad y gratuidad de la enseñanza- y de la salud de la población. La otra gran corriente es el nacionalismo. Este último, busca la formación de estados sobre la base de las nacionalidades, o sea los elementos étnicos y culturales, propios de cada pueblo.1 El romanticismo, en pleno auge a principios del siglo XIX, con su valoración del pasado y de la historia de los valores culturales originarios de cada pueblo, aporta importantes elementos intelectuales al nacionalismo.

Revolución Industrial

La Revolución Industrial provocó un cambio de enormes proporciones en todos los órdenes de la vida humana. En primer lugar se produce un aumento en los índices demográficos: la población europea aumenta, fundamentalmente porque cambia la relación entre los índices de mortalidad y los de natalidad. Así en tanto los índices de natalidad bajan - particularmente en la burguesía- los índices de mortalidad descienden, siendo este factor el principal responsable del crecimiento demográfico. El descenso de la mortalidad se explica por los progresos de la alimentación, la higiene y la medicina (ej.: a partir de Pasteur, el uso de las vacunas disminuyó la prevalencia de las enfermedades epidémicas que diezmaban las poblaciones).Se produce y se fomenta el consumo de bienes, se modernizan y agilizan los medios de transporte (ferrocarril, vapor, automóviles), las comunicaciones (telégrafo, teléfono, radio) y se aumenta el confort en la vida cotidiana.

Se produjo el desplazamiento de la población del campo a las ciudades, las que adquirieron creciente importancia y se produjeron grandes corrientes migratorias dentro de Europa, pero fundamentalmente de Europa hacia otros continentes, sobre todo hacia América (Norte y Sur). (La familia de Freud es un ejemplo de migración intraeuropea: cuando tenía 4 años, por reveses económicos el padre de Freud y su familia, se trasladan a Viena, donde vivirá hasta que debe partir al exilio, en Londres, en 1939). El incremento exponencial de la producción consolida al capitalismo como sistema económico. Surge el imperialismo. La clase social que ahora detenta el capital, la burguesía, junto con el poder económico adquiere el poder político, desplazando así a la aristocracia. Con el desarrollo del sistema fabril, se produce el desarrollo de la clase obrera, la que debe soportar pésimas condiciones económicas y sociales. Como respuesta a la inequidad y a la injusticia social, se originan las corrientes socialistas y las movilizaciones de los trabajadores, que comienzan a organizarse a través de los sindicatos.

Imperio Austrohúngaro a mediados del Siglo XIX

El Imperio austriaco comprendía un extenso territorio habitado por diferentes pueblos: austríacos, eslavos, húngaros, algunas provincias serbias (Bosnia- Herzegovina) Son dos estados (Austria y Hungría) independientes, que en las últimas décadas del siglo XIX, tenían en común a un emperador: Francisco José, que vivió hasta 1917 y gobernó el Imperio durante 60 años. Su período más brillante se inició en 1890. Viena, la capital imperial se modificó y creció vertiginosamente. La ciudad cuasi provinciana de la juventud de Freud se convirtió a fines de siglo XIX en el centro de la cultura y el refinamiento europeo, rivalizando con Paris. Florecían los cafés literarios, las tertulias, los debates políticos, filosóficos y científicos.

Entre 1865 y 1873 el joven Sigmund asistió al Realgymnasium, y después al Obergymnasium, donde conoció a Eduard Silberstein, con el cual mantuvo su primera gran correspondencia intelectual, Como otros hombres de su época, desde su infancia estuvo inmerso en un ambiente de cultura clásica (griega y romana) producto de las influencias renacentistas en Europa. La influencia de las humanidades clásicas que representaba la introducción en la cultura universal, se manifiesta en su contacto precoz con autores tales como Skakespeare, Cervantes, el conocimiento de diferentes lenguas antiguas (como el latín, hebreo y griego) ingles, francés, español e italiano. En su adolescencia comenzó su inclinación por la especulación filosófica, se nutrió de Goethe y de la filosofía de la naturaleza de Schelling.

La Universidad de Viena, en los tiempos en que Freud era un estudiante de Medicina comenzó a tener un gran prestigio académico e intelectual, en especial en el campo médico a través de docentes, la mayoría de ellos llegados de Alemania, que gozaban ya de gran renombre. Algunos de estos, jugaron un papel importantísimo en la formación de Freud.

En el otoño de 1873 Freud comenzó sus estudios de medicina. Lo apasionó la ciencia positiva, y sobre todo la biología darwiniana (que le serviría de modelo en todos sus trabajos). Impulsado por Carl Claus, su profesor de zoología, obtuvo una beca que le permitió estudiar en Trieste la vida de las anguilas macho de río. Publicado en 1877, ese texto demuestra que Freud trabajaba en la elaboración de una teoría del funcionamiento específico de las células nerviosas (las futuras neuronas), teoría cuyas huellas se encontrarán en el "Proyecto de psicología” de 1895.

Después de esa experiencia, Freud pasó del instituto de zoología al de fisiología, para convertirse en alumno de Ernst Wilhelm von Brücke, eminente representante de la escuela antivitalista fundada por Helmholtz, de profunda convicción positivista.

Situación de los judíos

A partir de 1867, la situación de los judíos en la Europa Central cambia drásticamente. Al renunciar el Emperador Francisco José a la monarquía absoluta, moderniza el aparato del Estado, se crea el Parlamento y en la nueva Constitución se les otorga la igualdad de derechos civiles. Eso significó, el fin de los guetos - con su confinamiento cívico y geográfico- y la emigración en masa a los centros urbanos. El liberalismo, tanto político como cultural, favoreció la inserción de los judíos, incluyendo la posibilidad de ingreso a las Universidades.

Comienza el período de "asimilación", toman las formas de vida de los burgueses austríacos, abandonan el idish y lentamente se van europeizando. La tradición persistió, bajo la forma de un judaísmo liberal, menos atado a la tradición y a la práctica religiosa. Aparece una nueva figura "el intelectual judío urbano”. Los judíos participaron activamente en la vida cultural vienesa: eran editores, propietarios de galerías de arte, científicos, filósofos, e historiadores.

La emancipación no significó, con todo, el fin del antisemitismo. Este se mantuvo, como telón de fondo y resurgía con mayor o menor violencia, en distintos momentos, teniendo su punto culminante con el ascenso del nacionalsocialismo, ya en el siglo XX. Freud vivió en carne propia la discriminación por su origen judío, fue una de las causas por las que nunca pudo lograr consolidar una carrera docente dentro de la Universidad. También su origen judío, le costó que cuando el ascenso del nacionalsocialismo, sus libros fueran quemados, el psicoanálisis fuera considerado despectivamente “una ciencia judía” y luego, a pesar de sus resistencias, se viera obligado a dejar Viena para instalarse en Londres.

Contrariamente a muchos intelectuales vieneses marcados por el "auto-odio judío", Freud, judío incrédulo, hostil a todos los rituales y a la religión, nunca renegó de su judeidad. Como lo ha subrayado Manes Sperber, siguió siendo un "judío consciente, que nunca disimulaba su origen ante nadie; por el contrario, lo proclamaba con dignidad, a menudo con orgullo. Muchas veces dijo que detestaba a Viena y que se sentía liberado siempre que se alejaba de esa ciudad en la que había crecido y a la que debía

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