Psicologia Educacional. Antelo

La educación apunta a la posibilidad de que el ser deba dejar de ser lo que es, para ser otra cosa, es decir, realizar un cambio en la persona y permite la transformación del ser, siempre y cuando el otro pueda ser influenciable.

La educación incluye la idea de influencia. No hay educación sin unos seres que influyen a otros. Los manuales de pedagogía hablan de la acción que unos ejercen sobre otros. Por otra parte, la idea de intervención es inherente al acto educativo, en el sentido preciso de pretender forzar el comportamiento del otro. Para que haya ayuda una educación tiene que haber, entonces, más de uno y para que haya educación tiene que haber una especie de voluntad de influenciar, provocar, impactar al otro. Una intencionalidad. Pero no hay educación si no hay una suposición de que el otro es un animal influenciable, educable.

Si esta idea de intervención o influencia va mas allá del resultado, es decir, el docente va con la idea de meterse con el otro, en este caso el alumno, se conlleva a una no educación, por ejemplo: Si el alumno tiene problemas familiares el docente trata de ponerlo como prioridad a la hora de dar clase.

De estas circunstancias surge: el producto que es lo que uno enseña, lo que uno tiene planificado, por ejemplo, el material de estudio que uno tiene planeado para dar clase. Y el subproducto que surge a través de emociones intimas que no se pueden producir de manera directa, entonces, se produce de manera indirecta, surge a la vez para ordenar a esos niños a través de actividades, lo que lleva al docente a preguntarse ¿Cómo hago para motivar al otro, para cambiar su autoestima?. Si trato conscientemente de parecer digno de suscitar respeto el resultado es ridículo. El único modo de generarlo consiste en perseguir otras metas y esperar que se produzcan por sí mismo. Es decir, si yo busco de manera directa conseguir respeto o atención obtengo lo contrario. Podríamos llegar a decir que el producto, sería el curriculum como un cuerpo de conocimientos y el subproducto seria el curriculum oculto.

La postura de la pedagogía con respecto a lo negativo en clase es la de volver calculable lo no calculable. Una educación adecuada que finja ser capaz de sortear los “seguí participando”. Que la educación sea incalculable no quiere decir que uno no calcule. Porque algunos hacen una especie de elogio de lo imprevisible y eso es absolutamente falso porque uno va queriendo calcular. Mas o menos, uno puede atacar con un PowerPoint una lamina y todas esas cosas que nos hacen hacer para capturar lo invariablemente incapturable. Como conclusión todas las psicopedagogías, buscan el resultado feliz en lo educativo y se enfrentan con un punto límite. Que es cuando uno coloca al subproducto como objetivo primordial.

Por otro lado, la postura de la psico-didactica se desvela como la única capaz de aniquilar los vacios que los excesos escolares con insistencias

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