Psicologia
carl_fran20 de Marzo de 2014
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PSICOLOGIA DEL TESTIMONIO
Por Psicología del testimonio entendemos el conjunto de conocimientos que basados en los resultados de las investigaciones de los campos de la Psicología Experimental y la Psicología Social, intentan determinar la calidad (exactitud y credibilidad) de los testimonios que sobre los delitos, accidentes o sucesos cotidianos, prestan los testigos presenciales.
Como fácilmente puede comprenderse, el testimonio de los testigos se basa, principalmente, en la capacidad de su memoria (efectivamente, no todos recordamos con la misma facilidad las cosas, a las personas o los acontecimientos). La memoria humana, no obstante, hemos de tener presente que no funciona como un vídeo doméstico que graba (es decir, codifica) y muestra imágenes y sonidos (decodifica) con exactitud y tantas veces como se desee. La memoria humana es activa y codifica y decodifica información en función de su relevancia, del material que ya contiene, de experiencias pasadas, se vale de estereotipos, es maleable, y, en definitiva, se ve afectada por el paso del tiempo.
Más aún, si bien se atribuye una exactitud del 100 por 100 para reproducir lo sucedido a una grabación en vídeo, sólo erróneamente podemos afirmar que esto ocurre así en el caso del testimonio de testigos. Efectivamente, aún cuando hay personas que piensan que si un testigo presencial no declara sobre lo sucedido es porque no tiene voluntad de hacerlo, o si declara erróneamente es por su intención de engañar; es muy cierto que los testigo habitualmente -y actuando de buena fe- cometen errores de omisión y de comisión.
Todo esto conduce a que, cuando hablamos de la calidad de los testimonios de los testigos, debamos referirnos a dos aspectos íntimamente relacionados: (i) la exactitud de testigos y testimonios, y (ii) la credibilidad de testigos y testimonios.
Areas de investigación
La investigación realizada en el campo del testimonio ha tenido, desde sus orígenes, una orientación claramente aplicada (Diges y Mira, 1983). No obstante, la investigación básica desarrollado se ha ocupado de discernir como adquiere, organiza, guarda y recupera información un testigo, aunque normalmente ha sido desarrollada en condiciones de laboratorio con problemas de validez ecológica (Patterson, 1978; Mira y Diges, 1984).
Cuando se ha valorado la credibilidad de testigos y de sus testimonios, la investigación se ha ocupado sobre todo de cómo tomar declaración a los testigos de manera tal que se afectará, durante el interrogatorio, lo menos posible a su recuerdo de los hechos. De este modo, los autores se han ocupado, primero, por describir hasta qué punto los testimonios pueden ser inexactos en función de las condiciones de iluminación (Kuehn, 1974; Wells, 1978), sexo, edad o profesión del testigo (Clifford y Bull, 1978) y violencia del suceso (Clifford y Scott, 1978; Clifford y Hollin, 1981); y, en segundo lugar, por desarrollar procedimientos de toma de declaración que garanticen el máximo de exactitud de los testimonios (e.g. la entrevista cognitiva (Fisher y Geiselman, 1988); desarrollar sistemas de recuerdo de caras para apoyar la labor policial (Davies, 1982; Ellis, 1982); sugerir medidas que garanticen las medidas de imparcialidad en los reconocimientos mediante ruedas (Malpass, 1981; Malpass y Devine, 1981; Shepherd, Ellis y Davies, 1982, Muldin y Laughery, 1981); y estudiar cómo obtener testimonios útiles en los casos de testigos invidentes (Clifford, 1983; Bull y Clifford, 1984), toda vez que E. Loftus había demostrado la influencia negativa que sobre el testigo puede ejercer quien lo interroga (Loftus y Palmer, 1974; Loftus y Zanni, 1975; Loftus 1979).
Cuando se ha estudiado el testimonio desde la óptica de su credibilidad ante observadores (policías y jueces habitualmente), tres son las áreas estudiadas: (i) las creencias comunes sobre la capacidad de memoria de los testigos (Loftus, 1979); Yarmey y Jones, 1983; Mira y Diges, en prensa), (ii) cómo se estima la credibilidad de un testigo y su testimonio (Wells y Lindsay, 1983), y (iii) cómo diferenciar testimonios ciertos de autogenerados (p.e. en base al concepto de «observación de la realidad» (Johnson y Raye, 1981; Undeutsch, 1982; Schooler, Gerhard y Loftus, 1986).
Psicología del Testimonio
Dr. Fabián Mensías Pavón
PROFESOR DE PSICOLOGIA JURIDICA UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR - UNIVERSIDAD SEK INTERNACIONAL - MIEMBRO DE LA SOCIEDAD IBEROAMAERICA DE PSICOLOGIA JURIDICA
LA PSICOLOGÍA DEL TESTIMONIO REPRESENTA el crisol donde se funden los resultados de la Psicología Experimental y de la Psicología Jurídica. La Psicología Experimental nos ilustra, sobre las diversas alteraciones de los fenómenos psicológicos, aún fuera del campo de la patología mental. Demuestra lo defectuoso del testimonio humano y con que facilidad se comete un error involuntario. Por otro lado, la Psicología Jurídica señala las frecuentes manifestaciones de que se vale la actitud criminal para impedir la búsqueda de la verdad, prueba de esta manera, el falso testimonio. De allí la necesidad imperativa de valorar la psicopatología del testimonio; de su crítica psicojurídica metódica para evitar los múltiples errores judiciales.
Al testimonio, se lo ha definido como la narración oral o escrita, espontánea o provocada, acerca de un acontecimiento que se desea enterar o confirmar.
El testimonio de una persona en relación a un acontecimiento depende de los siguientes factores:
1. PERCEPCION DEL SUJETO
La forma de comprender los acontecimientos, depende de las condiciones externas e internas de observación. Es decir, nuestras sensopercepciones tienen un componente objetivo y un subjetivo, constituye en si una vivencia, una experiencia psíquica compleja en la que intervienen y se fusionan formando una estructura, una unidad, una "Gestalt". ya que el cerebro no es una máquina fotográfica que registra pasivamente los acontecimientos externos, sino un órgano plástico que bajo la influencia de la afectividad prepara las impresiones que recibe y produce representaciones. El testimonio no es un simple recuerdo, es el cimiento, es el resultado de la creación que incluye un juicio que se ha desarrollado bajo el estímulo de la afectividad.
A. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA PERCEPCION:
1. Grado de agotamiento psíquico. Influye en el sujeto perceptor. De ésto depende la precisión y la extensión de la percepción. La capacidad de aprehensión de estímulos varía de acuerdo a las horas del día, existiendo mayor capacidad por la mañana y por la noche disminuye bajo la influencia de la digestión.
2. El hambre produce efectos análogos al agotamiento; con una percepción retardada, debilidad en la atención y retención de recuerdos. Por ejemplo, un obrero que regresa por la noche a su casa fatigado y hambriento, es un mal testigo, ya que pueden ocurrir situaciones importantes sin que las observe debido a que su atención está en el hogar que le espera, para brindarle descanso y satisfacer su hambre.
3. Los hombres somos más aptos para la percepción en general que las mujeres, las mujeres son más minuciosas que los varones para apreciar los detalles.
4. Hay mayor percepción de los términos inicial y final de un acontecimiento son percibidos con mayor precisión y claridad, de las actividades intermedias. Fenómenos que debemos tomar muy en cuenta en el testigo.
5. Las impresiones ópticas son testimoniadas con mayor facilidad que las acústicas; y el resto de impresiones sensoriales, son reproducidas con gran vaguedad. Por lo tanto, es preferible recurrir a su reconocimiento y no a su evocación.
6. Los datos cuantitativos en relación a testimonios son, en general, más imprecisos que los cualitativos. Hay una tendencia generalizada a sobreestimar los números inferiores a diez y las pausas de tiempo menores de un minuto. En cambio las pausas superiores a diez y los números o espacios grandes tienden a ser subestimadas. En los testimonios de hechos ocurridos pasado los seis años existe la inclinación a cortar el tiempo.
7. En la gente privada de sueño, se observa síntomas fisiológicos leves, como visión doble, manos temblorosas, y un umbral bajo de dolor. Este antecedente es importante averiguar para los fines pertinentes.
8. En la percepción pobre, la evocación disminuye, porque la percepción del hecho fue demasiado débil para producir la impresión suficiente. Esto puede ocurrir por condiciones externas, como el ruido, la obscuridad o alguna otra circunstancia que interfiera la observación. Por eje.: si vemos a un hombre en un automóvil a distancia de unos 20 metros y sólo fue perceptible durante el tiempo que tardó el automotor en recorrer dicha distancia, será difícil recordar qué aspecto tenía ese hombre porque nunca lo vio bien. Y, sin embargo, este tipo de identificación de un testigo ocular, contribuye para declararlo culpable.
9. La percepción pobre, puede deberse también a algún defecto del observador. Puede estar distraído, bajo estrés, no prestar atención, etc. Es un problema, cuando es llamado a testificar sobre un delito, un accidente u otro hecho casual. Este fenómeno es común en la mayoría de la gente, que no recuerda nombres y caras de determinadas personas que les fueron presentadas, porque no prestaron atención.
B. LA AFECTIVIDAD Y SUS EFECTOS EN LA PERCEPCION
1. Catatímia, o predisposición perceptiva. A menudo vemos, oímos, saboreamos, olemos, etc., lo que esperamos o lo que encaja con nuestras ideas preconcebidas. De modo que vemos las cosas como quisiéramos que fuesen, y en determinadas circunstancias las vemos como quisiéramos
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