Psicologia

LA EDUCACIÓN PRIMARIA EN FRANCIA EN LA DÉCADA DE 1880. LA ORGANIZACIÓN DE UN SISTEMA NACIONAL COMO SERVICIO PÚBLICO, LAICO, OBLIGATORIO Y GRATUITO.

De las leyes fundamentales a la guerra

La institución escolar se construyó a lo largo de todo el siglo por el impulso de una evolución social, los republicanos provocaron un cambio en las costumbres, lo reconocieron, se hicieron cargo y lo condujeron a su término.

La escuela era un remedio para la injusticia social como para la inmoralidad y la delincuencia, ésta convicción es la que suscita los progresos de la escolarización; es la idea en la que se apoyaron los republicanos, ella es la que hace de las leyes escolares de Ferry y de Goblet leyes “fundamentales”.

Las leyes fundamentales en la enseñanza superior se prohíbe a los establecimientos libres tomar el título de universidad. En la enseñanza secundaria la fundación de las escuelas abiertas para las muchachas. En la enseñanza primaria se fundan las escuelas normales de Fontenay y Saint Cloud e instituyen en cada provincia una escuela normal para las mujeres. Y se facilitan la construcción de las casas escuela.

Pero lo esencial de la obra republicana es constituir la enseñanza primaria en servicio público; de obligatoriedad de enviar a los hijos a la escuela; y sobretodo de la laicidad de los programas. Todas esas medidas fueron objeto de largos y apasionados debates.

El debate ideológico esta dentro del debate no es el desarrollo de la instrucción, sino su constitución en servicio público. Para justificarla los republicanos se apoyan en tres ideas principales; la obligación, la gratuidad y la laicidad.

Por lo que los conservadores las rechazan, pero lo que domina en el debate es la laicidad.

A lo que Ferry se convierte en un mediador, invoca a la libertad de conciencia del maestro y la afirmación de un principio, el de la secularización de la instrucción pública.

Ninguna conciliación era posible entre católicos y republicanos, ellos no estaban separados por una diferencia de opinión de alguna manera técnica sobre el régimen político. El asunto es más profundo, el desacuerdo tiene que ver con una filosofía para Ferry, la secularización de la escuela y de la moral aspira a fundar sobre bases positivas, indiscutibles, la unidad del espíritu nacional.

Los adversarios radicales, no imaginan que la fe sea posible fuera de una sociedad donde la iglesia tenga un estatus privilegiado.

Jules Ferry y la apuesta radical como legislador positivista, Ferry considera decisiva la cuestión de las instituciones. Una vez que se haya obtenido la secularización, la religión se irá deteriorando por sí sola. Por lo que el gobierno de las almas no es asunto del gobierno, sino de un tipo de magisterio moral e intelectual.

Los radicales tienen más prisa, la religión es para ellos un obstáculo al propio progreso que desea Ferry. Ferry quiere fundar una escuela tolerante para que los católicos lo acepten cuando se hayan aplacado.

En París precipitan el retiro de los crucifijos de las escuelas, sin esperar el voto de las leyes. Por este motivo Ferry escoge a Hérold en lugar de Jules Simon. Católicos y radicales están igualmente convencidos de la influencia decisiva de la escuela.

Hacia una solución empírica Ferry precisó en rechazar el debate en el terreno de las ideas, para resolverlo en el de los hechos.

Los católicos estimaban que algunos manuales de instrucción cívica atacaban a la religión, a lo que Ferry se negó a aplicar sanciones graves y prohibir esos manuales.

Paul Bert les decía a los niños, que una vez que fueran adultos serían libres de ir o no a misa. Con esto les anunciaba libertad de conciencia y de culto, que la iglesia rechazaba, pero que cualquier estado moderno

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