Psicologia
2 de Agosto de 2014
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Capítulo I
La adolescencia
¿Qué es la adolescencia?
La adolescencia es un periodo en el que se producen muchos cambios hormonales en el organismo. Esos cambios hormonales son los que provocan la transformación física en el cuerpo de los adolescentes pero también sus alteraciones emocionales.
Los adolescentes pasan de la alegría a la melancolía con asombrosa rapidez. En un minuto se comportan como los niños que eran hace nada y al segundo siguiente adoptan posturas mucho más cercanas a la madurez. Esa es una de las características más habituales de la adolescencia. Y en general no tiene ninguna importancia aunque es bueno vigilar si los periodos de tristeza fueran muy prologados o la melancolía excesiva que podrían indicarnos la existencia de problemas psicológicos.
• Atención de los padres
Todos esos vaivenes emocionales provocan en muchos adolescentes un cambio en la forma de demostrar el afecto. Muchos de ellos rechazan los besos y los abrazos, a veces con cajas destempladas. Pero los padres deben saber que no es su amor lo que están rechazando sino la forma en la que este se ha demostrado hasta ahora. Es muy importante entender que los adolescentes siguen necesitando todo nuestro cariño como lo requerían de niños.
• Cambios sociales
Otro de los cambios fundamentales de la adolescencia es la importancia que adquieren los amigos. Nuestros hijos adolescentes necesitan formar parte de un grupo de iguales para ir construyendo su propia identidad. Comenzarán a pasar mucho más tiempo con ellos y menos con su familia, pero esa es también una forma de irse preparando para el futuro. Como en el resto de las transformaciones que tienen lugar en la adolescencia, los padres deben estar atentos a esta y saber muy bien quiénes son los amigos de sus hijos.
• Guías firmes pero sin autoritarismo
Nuestros adolescentes necesitan en esta época de su vida, quizá más que nunca, que sus padres estén pendientes de ellos, que les impongan normas justas para que su vida se desarrolle plena y saludablemente. Pero también necesitan ir ganando cierta independencia y responsabilidad. Por eso los padres de los adolescentes deben alejarse de los extremos autoritarios aunque eso no quiera decir que dejen a sus hijos incumplir las normas impuestas.
• Habla con ellos
La única manera que existe de que esto sea posible es mantener una comunicación fluida con nuestros adolescentes. Los padres de los adolescentes que hablan con ellos de todo lo que les ocurre, de sus problemas, de sus miedos, de su sexualidad o de sus preocupaciones consiguen que sus hijos sean más felices y se adapten mejor a los cambios que están viviendo.
El suicidio en la adolescencia
Puede ser difícil recordar cómo se sentía ser adolescente, atrapado en esa área gris entre la niñez y la edad adulta. Por supuesto que es una época de increíbles posibilidades, pero también puede ser un periodo de estrés y preocupación. Se sienten presionados para adaptarse socialmente, tener un buen desempeño académico y actuar con responsabilidad.
La adolescencia también es una época de identidad sexual y relaciones sociales y existe la necesidad de independencia que a menudo está en conflicto con las reglas y expectativas que otras personas establecen.
Los jóvenes con problemas de salud mental, como ansiedad, depresión, trastorno bipolar o insomnio, corren riesgos más altos de pensar en el suicidio. Los adolescentes quienes pasan por cambios fuertes en la vida (el divorcio de sus
padres, mudanzas, un padre que se va de casa por su servicio militar o por la separación de los padres, o cambios financieros) y aquellos quienes son víctimas de intimidación corren mayores riesgos de pensar en el suicidio.
Los factores que aumentan el riesgo de suicidio entre adolescentes incluyen:
• un trastorno psicológico, especialmente la depresión, trastorno bipolar y consumo de drogas y alcohol (de hecho, como el 95% de las personas que fallecen por suicidio tienen un trastorno psicológico al momento de morir)
• sentimientos de angustia, irritabilidad o agitación
• sentimientos de desesperanza y de complejo de inferioridad que con frecuencia se manifiestan con la depresión
• un intento previo de suicidio
• antecedentes de depresión o de suicidio en la familia
• abuso emocional, físico o sexual
• falta de un grupo de apoyo, malas relaciones con los padres o sus pares y sentimientos de aislamiento social
• hacer frente a bisexualidad u homosexualidad en una familia o comunidad que no lo apoya o en un ambiente escolar hostil
El suicidio en adolescentes con frecuencia ocurre después de un evento estresante en la vida, como problemas en la escuela, la rotura con un novio o novia, la muerte de un ser querido, un divorcio o un fuerte conflicto familiar.
Los adolescentes que piensan en suicidarse podrían:
• mencionar el suicidio o la muerte en general
• insinuar que ya no estarán más
• mencionar los sentimientos de desesperanza o de culpa
• retraerse de amigos o de la familia
• escribir canciones, poemas o cartas sobre la muerte, la separación y pérdida
• empezar a regalar objetos valiosos a hermanos o amigos
• perder el deseo de participar en cosas o actividades predilectas
• tener dificultades para concentrarse o pensar con claridad
• mostrar cambios en hábitos de alimentación o de dormir
• participar en comportamientos riesgosos
• perder interés en la escuela o en los deportes
Muchos adolescentes quienes logran o intentan suicidarse dan algún tipo de advertencia a seres queridos de antemano. Por lo tanto, es importante que los padres conozcan las señales de advertencia de manera que los adolescentes con tendencias al suicidio puedan obtener la ayuda que necesitan.
Algunos adultos piensan que los jóvenes que dicen que se van a lastimar o a matar "lo dicen sólo para llamar la atención". Es importante darse cuenta que si se ignoran a los adolescentes que llaman la atención, podría aumentar la posibilidad de que sí se lastimen.
Llamar la atención por medio de visitas a la sala de emergencias, consultas médicas y tratamiento en institutos por lo general no es algo que deseen los adolescentes, a menos de que sufran de una depresión seria y piensen en el suicidio o que deseen estar muertos. Es importante considerar las señales de advertencia como serias, no como formas de "llamar la atención" que se pueden ignorar.
Observe bien a un adolescente retraído y con depresión. Comprender la depresión en adolescentes es muy importante ya que puede parecer diferente a las creencias comunes acerca de la depresión. Por ejemplo, puede presentarse como tener problemas con amigos, con las calificaciones, el dormir o estar de mal humor o irritable en vez de llorar o de sufrir de tristeza crónica.
Es importante tratar de mantener abierta la comunicación y expresar su preocupación, su apoyo y su amor. Si su adolescente le confía, demuéstrele que toma en serio esas preocupaciones. Una pelea con un amigo puede no parecerle importante en un contexto más amplio, pero para un adolescente puede ser intenso y abrumador. Es importante no minimizar o descontar lo que su adolescente está enfrentando, ya que esto podría aumentar su sentimiento de desesperanza.
Si su adolescente no se siente cómodo hablando con usted, sugiérale una persona más neutral como otro pariente, un miembro del clero, un entrenador, un consejero en la escuela o el médico de su adolescente
La tragedia de la muerte de un joven debido a desesperanza o frustración abrumadoras resulta devastadora para la familia, los amigos y la comunidad. Padres, hermanos, compañeros, entrenadores y vecinos podrían quedarse con la duda si pudieran haber hecho algo para impedir que ese joven decidiera suicidarse.
Aprender más acerca de los factores que podrían llevar un adolescente al suicidio podría ayudar a prevenir más tragedias. Aunque no siempre se puede impedir, siempre es buena idea informarse y tomar medidas para ayudar a un adolescente con problemas.
Cuando alguien intenta suicidarse y sobrevive, ciertas personas podrían temer o sentirse incómodos de hablar con él acerca de eso. Dígale a su adolescente que resista este sentimiento; éste es un momento en que una persona definitivamente necesita sentirse unido a otras.
Ante el suicidio de un estudiante, muchas escuelas traen consejeros especiales para hablar con los estudiantes y ayudarlos a enfrentarlo. Si su adolescente enfrenta el suicidio de un amigo o compañero de la escuela, motívelo a usar estos recursos o a hablar con usted u otro adulto de confianza.
Para los padres, la muerte de un hijo es la pérdida más dolorosa que uno se puede imaginar. Para los padres que perdieron un hijo al suicidio, el dolor y la pena pueden ser aún mayores. Aunque estos sentimientos tal vez nunca desaparecerán por completo, los sobrevivientes de un suicida pueden tomar medidas para iniciar el proceso de recuperación:
• Mantenga el contacto con los demás. El suicidio puede ser una experiencia muy aislante para los miembros sobrevivientes de la familia ya que amigos a menudo no saben qué decir o cómo ayudar. Rodéese de personas positivas que den le su apoyo para hablar con ellas acerca de su hijo y sus sentimientos. Si los que lo rodean parecen incómodos al tratar de ayudarlo, inicie la conversación y solicite ayuda.
• Recuerde que otros miembros de la familia también están sufriendo y que todos expresan dolor de su
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