ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Psicologia

oslicache23 de Febrero de 2013

5.264 Palabras (22 Páginas)333 Visitas

Página 1 de 22

Marco teórico

1. CONCEPTO DE DELINCUENCIA JUVENIL

Delinquir es, por definición, cometer un delito, o sea transgredir por acción y/u omisión cualquiera de las normas penales que forman el ordenamiento jurídico de una sociedad (Kaiser, 1988). Por tanto, delincuente es aquella persona que perpetra la mencionada trasgresión. El carácter cambiante de la legislación en una sociedad y las divergencias legales entre los distintos países o grupos sociales provocan que también lo sea, en el tiempo y en el espacio, la concreción del hecho delictivo (Kaiser, 1988). Por otra parte, entendemos por juvenil “aquello que es propio de la juventud”, siendo este último concepto de difícil definición, por lo que, al respecto, no queda otro remedio que ceñirse a lo establecido por las leyes, que -en lo referente a la delincuencia señalan el tope en la “mayoría de edad penal” (Herrero, 1997; y Garrido Genovés, 1986). En nuestro país, y teniendo en cuenta el Código Penal vigente, la Ley de Menores y la Ley Orgánica de Protección Jurídica del Menor, así como los variadas disposiciones que han atendido al tema, hemos de acotar la delincuencia juvenil como “el fenómeno social constituido por el conjunto de las infracciones penales cometidas por los mayores de 14 años y menores de 18”, (Morant, 2003), con lo que el delincuente juvenil es “aquella persona que no posee la mayoría de edad penal y que comete un hecho que está castigado por las leyes” (Garrido, 1986). No podemos obviar los distintos intentos, y los cambios de criterio al respecto, para incluir dentro de la delincuencia juvenil los actos delictivos de actores entre los 18 y los 21 años. También resulta oportuno señalar que los delitos cometidos por los menores de 14 años, independientemente de su naturaleza y gravedad quedan incluidos en el concepto menos tratado y conocido de “delincuencia del menor”, siendo de aplicación “las normas sobre protección de menores previstas en el Código Civil y en la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor”.

Por otra parte, y como añadido, debemos tener en cuenta, también, que resulta algo complejo diferenciar los hechos propios de la “delincuencia juvenil” de aquellos que en realidad son manifestación del conflicto social, la lucha o esfuerzo por modificar valores imperantes o del enfrentamiento en que varias partes tratan de hacerse con los escasos recursos disponibles para la supervivencia (Herrero, 1997); situaciones, éstas, que encontramos con relativa abundancia en sociedades o grupos cuyo análisis nos muestra un cierto desajuste social y económico que existe en sus estructuras básicas y que en cierto sentido y desde algunos puntos de vista podría llegar a dotar de cierta legitimidad y por tanto justificar o despenalizar algunas de las acciones en principio delictivas dirigidas a la consecución del cambio de las condiciones sociales o para asegurar aunque sea en menor grado la supervivencia individual: desviación, marginación o anomia son los términos utilizados para conceptuar algunas de estas conductas (Morant, 2003, citando comentarios de Herrero, 1997).

2. LAS CAUSAS DE LA DELINCUENCIA JUVENIL

Hoy, es común escuchar en las noticias de jóvenes asesinos, ladrones, contrabandistas y narcotraficantes, pero ¿cuáles son las causas de éste fenómeno que parece ir en aumento no solo en México sino en todo el mundo? ¿Cuáles serían las soluciones más adecuadas para contrarrestar esta gravísima problemática no solamente social sino familiar?

La teoría integradora trata de dar una explicación al fenómeno de la delincuencia juvenil:

Biológicamente: la delincuencia no se hereda, pero ciertamente hay alguna inclinación física y biológica que favorece la disposición hacia la criminalidad combinado con:

Psicológicamente: los delincuentes presentan conflictos internos, en los cuales incluso se puede llegar a hablar de enfermedad (esquizofrenia por ejemplo)

Sociológicamente: también se puede dar ésta actitud por la combinación de las anteriores con el ambiente en que se encuentra el delincuente, con desigualdades sociales, o por racismo, o por desintegración familiar, además de la estigmatización que se le hace a ciertos jóvenes por el simple hecho de ser de otras etnias", por consumo de drogas y o alcohol. También la nefasta influencia de algunos programas de ciertos medios de comunicación o videojuegos que favorecen el crecimiento de la violencia.

Sus causas se encuentran en varios niveles. Está, por una parte, la sociedad como

agente estimulante indirecto de los comportamientos antisociales, por los valores y prácticas que disemina, la baja calidad de los medios de inserción social que engendra y el entorno natural de proximidad que crea. Por otra parte, otras causas corresponden a los procesos de socialización fracasados o insuficientes por parte de las instituciones responsables, como la familia, la escuela, el trabajo, las colectividades locales, etc. A eso se suman las situaciones de abusos criminales hacia niños, que condicionan su futuro. Finalmente, las respuestas institucionales a los comportamientos antisociales pueden engendrar o reforzar estos comportamientos de los adolescentes.

No hay ninguna teoría que mencione este punto, pero me parece que es el centro del tema, los valores, hoy mucha gente teme hablar de valores o virtudes, no vaya a ser que me consideren "mocho".

Cuando no se considera a la vida como un gran valor, cuando no se enseñan virtudes como la honradez, la laboriosidad, el estudio, la responsabilidad, el respeto, la solidaridad, muchos jóvenes se encuentran ante la tentación, y ya sea por rebeldía, por necesidad, por curiosidad, por afán de aventura y comienzan a verse inmersos en un ambiente que los jalará cada vez más, que los absorberá necesariamente, como una araña que va tejiendo su tela alrededor de su presa

3. CARACTERÍSTICAS DEL DELINCUENTE JUVENIL

Esta presentación intenta tender un puente entre las aproximaciones teóricas al fenómeno de la delincuencia juvenil y los resultados de la investigación empírica, así como entre estos últimos y las intervenciones prácticas en el terreno de la prevención.

En el terreno de la criminología, una de las iniciativas más innovadoras de los últimos años es la realización de la segunda encuesta internacional de delincuencia juvenil autorrevelada. Esta encuesta fue llevada a cabo en treinta países con un cuestionario idéntico. Las muestras estudiadas se componen de adolescentes que se encuentran cursando entre el séptimo y el noveno año de estudios (aproximadamente 13-16 años). Los datos empíricos de esta presentación provienen de dicha encuesta.

Puesto que la base de datos internacional no se encuentra todavía disponible, se presentarán los resultados de los análisis realizados sobre la muestra suiza. Sin embargo, es posible realizar algunas extrapolaciones a partir de esos resultados puesto que la investigación ha demostrado que algunas características de la delincuencia juvenil no están limitadas por las fronteras nacionales.

Uno de los principales objetivos es cotejar los resultados de la investigación empírica con las previsiones de diversas teorías criminológicas, incluyendo la teoría de la tensión, la teoría del aprendizaje social, la teoría del autocontrol y las teorías situacionales. Se identificarán así algunos factores vinculados a la delincuencia, lo que permitirá proponer diversas estrategias de prevención.

Los estudios de que disponemos, señalan “la importancia de subrayar los aspectos cognitivos interpersonales en la descripción del carácter del delincuente juvenil” (Morant, 2003), pues este conocimiento puede permitir una aproximación a la prevención o a la posterior reeducación. Es conclusión común que el delincuente juvenil lo es porque en él hay presentes un grupo de deficiencias individuales y psicobiográficas que le imposibilitan una adecuada inclusión en los esquemas de la convivencia comunitaria y del desarrollo personal que dan como resultado la comisión de delitos. Entre estos factores cabe destacar (Garrido y Redondo, 1997) un cierto afán de protagonismo, la impulsividad, un índice apreciable de frustración, el fracaso escolar, un bajo nivel de autoestima, la pertenencia a una familia desestructurada, el sufrir falta de afectividad por parte de sus semejantes, la carencia de habilidades sociales, el consumo de drogas, la pertenencia a una clase social baja, la inadaptación en cualquiera de sus grados y modalidades, la presencia de agresividad, y un bajo equilibrio emocional. De nuevo recordamos que estas características, globalmente o aisladas, no conducen inexorablemente a la delincuencia juvenil, sino que son variables comunes a gran número de delincuentes juveniles. De acuerdo con sus características, podemos establecer tres grandes tipos de delincuentes juveniles (Herrero, 2002) jóvenes delincuentes con rasgos de anormalidad patológica (psicopatías, neurosis o auto referencias sublimadas de la realidad); jóvenes delincuentes con rasgos de anormalidad no patológica (trastorno disocial); jóvenes delincuentes con rasgos de personalidad estadísticamente normales o próximos a la normalidad

Se discute la extracción social predominante en los delincuentes juveniles. Para unos, una baja extracción social es factor de riesgo casi ineludible (West, 1957). En cambio, otros autores manifiestan que los jóvenes de clase más acomodada presentan similares índices de delincuencia confesada que los anteriores. En España, “parece que debemos ir desterrando la creencia de que las conductas antisociales y delictivas son exclusivas

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (32 Kb)
Leer 21 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com