Psicología y Arte

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Psicología y Arte

Paula Andrea Fuertes Martínez

219102238

Pintura I. Electiva Interdisciplinaria

Universidad de Nariño

Marzo de 2020

El arte tiene una historia demasiado amplia, se podría decir que va de la mano con la misma historia de la humanidad, se habla de que los inicios oficialmente reconocidos son desde el año 30.000 a.C., haciendo referencia a las gráficas y símbolos que hacían los primeros humanos de la tierra en las rocas; esto posibilita percibir la magnitud del arte, todo lo que comprende y como el ser humano ha logrado representar la vida misma según su percepción, concepción, experiencia y pensamiento. El arte es, en pocas palabras, la habilidad para plasmar las expresiones individuales de lo que se imagina o de lo que se ve. Una corta frase puede decir mucho: “Ars longa, vita brevis” dicha por Hipócrates, que traduce “el arte es largo, pero la vida es breve”, considero que es el concepto exacto de lo que patentiza el arte en el mundo, porque se inmortalizan expresiones, momentos, rostros, lugares, hechos, etc. (Encicloarte, s.f.). Es sencillo saber con certeza la importancia que tiene el arte para la humanidad, para su evolución y desarrollo; evidenciando lo que se ha logrado gracias al arte podemos entender todo lo que una persona puede hacer con y por el arte, como pensar, crear, reflexionar, cambiar y movilizar tanto a sí mismo como a su entorno.

Para continuar con la línea, el arte también es explicada como una fuerte manifestación de energía, empleada para expresarle al mundo una visión individual; esa energía comprende un significado esencialmente simbólico, ya que se refiere a la energía que abarca la existencia, el trabajo y el encuentro artístico. Cada aproximación que tiene una persona con el arte involucra procesos de creación, de percepción, de interacción, fisiológicos, cognitivos y emocionales, lo que supone también un gran consumo de su energía, que no se concibe ni conoce en ese momento. Además, el arte como expresión, es una de las habilidades más extraordinarias del ser humano, porque trasciende un sinfín de ideas con significados diferentes exteriorizando y manifestando la subjetividad de quien lo realiza; y esto de alguna manera obliga al espectador a no categorizar el arte, si bien existen estilos, de dibujo, de pintura, de estilo, etc., las imposiciones, que generalmente están implícitas, de la sociedad que en su racionalidad intentan darle una estructura o un protocolo al arte, no lo consiguen porque el arte se expresa esa subjetividad impalpable, en conjunto con la historia y la creatividad del autor. Es por esto que dos obras nunca serán iguales, pero ninguna será “descalificada”. El arte representa la libertad, la manifestación del ser sin reglas ni impedimentos.

La psicología en sus inicios no consideraba al arte como parte importante para el estudio del comportamiento humano, ya que sus ideas estaban inclinadas mayormente a la objetividad, lo que impidió que la subjetividad floreciera dentro de los estudios. Sin embargo, con el paso del tiempo y con la aparición de nuevos y diferentes teóricos, se consolidó en la psicología los fundamentos del arte y la importancia que tiene para el desarrollo del ser humano (González, 2008).

Así, dentro de los avances científicos e investigativos que se han realizado a lo largo de los años, se ha encontrado una fuerte relación entre el arte y la psicología. Considero adecuado mencionar un psicólogo en especial, Lev Vygotsky, quien refiere lo siguiente: “La estructura de la obra de arte provoca un efecto sobre los sentimientos (…) que permite la elevación y la superación de un conflicto personal y la revelación de una verdad humana más elevada”, esto permite identificar que, si bien puede existir una variación entre los significados que nos arroja una obra de arte, es absolutamente pertinente reconocer que el arte le ofrece a la psicología una amplia forma de ver e interpretar y así mismo la psicología le ofrece al arte esa interpretación de expresiones basada en un conocimiento para que una obra sea gestada. Por eso ahora, si se habla de la relación de la psicología y el arte, se sabe a ciencia cierta que es una relación estrecha y muy fuerte, que beneficia a ambos y al desarrollo del ser humano (Klein y Robles, 2014).

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