Psicometria

ESTRÉS

     Surge en la antigua Francia como destresse (estar bajo presión u estreches), en el medioevo aparece en Inglaterra y empiezan a usar la palabra estrés sin dejar de lado la inicial;  por eso, ambas son familiares en el inglés moderno.  Hace referencia en la tensión o presión, en sentido positivo como negativo;  cuándo las afecciones son prolongadas cargadas con angustia y sufrimiento, pueden generar enfermedades físicas que surgen por las exigencias de estar expuesto a tales situaciones ambientales.

     Fue definido inicialmente por Glynn T.R, (1910).  En la revista “Neuropsychopharmacology today”, para él, estrés equivale a un estado emocional tan tenso que impide realizar una tarea a quien la padece, pero ello es causa de factores traumáticos que a su vez generan estrés y síntomas neuróticos.     Tiene dos componentes, uno son los agentes estresantes (causas), que son las situaciones del entorno y el otro son las respuestas a aquellos hechos que lo hacen a uno sentirse “bajo presión”;  así por ejemplo en el ámbito laboral, seria descubrir las situaciones estresantes, referentes a la cantidad de trabajo, responsabilidades adquiridas, entre otras (iluminación).    También hace alusión al ataque o la huida y el comienzo de enfermedades.  

     Son situaciones que no podemos controlar, afectando a los procesos mentales y conductuales (fisiológicos), entre ellos están: ambientales, emocionales, familiares, sociales y  laborales.  En Colombia a través del Ministerio de Salud, proponen la esfera global a parte de las ya mencionadas;  el doctor Colombiano Montes Julián, especialista en estrés dice que otros factores como el económico, seguridad y pobreza, agravan el problema.  

     Entre las reacciones están:

1. Físicas.  Escalofríos, sudor, nauseas, jaquecas, temblores, respiración pesada, dolores musculares o de espalda, cuello y hombros.
2. Pensamiento.  Confusión, perdida de la concentración, reaccionar de modo violento, culpar, desorientarse, confusión en la toma de decisiones, perdida de la lógica y tener pesadillas.  
3. Emocionales.  El temor, ira, culpa, pánico, ansiedad, agresión física, lapsos de depresión, irritabilidad, impotencia, pérdida del control y negación.
4. Conductuales.  Retraimiento, inquietud, desorden del sueño, cambios de apetito, tomar más alcohol, usar drogas, ira, dificultad para expresarse y frustración.
5. Espirituales.  Culpar a Dios, dificultad para rezar, pérdida de la fe y esperanza, pérdida del sentido de justicia y aislamiento de la comunidad religiosa.

    Para Selye Hans (1907 – 1982), el estrés es una respuesta de naturaleza física o emocional del organismo a toda exigencia, que puede ser buena o mala;  comparaba nuestro organismo con el sistema de alarma de un banco, donde el agente estresante es el ladrón que trata de entrar por cualquier lado, como sea lo importante es que la respuesta del banco será la misma.

     A nivel fisiológico  la respuesta del organismo es la misma, la diferencia radica en la interpretación que hacemos de estos cambios en nuestro cuerpo;  a la final el estrés no está determinado por las sensaciones, sino por el motivo que le damos a esas sensaciones.  En 1999, Hans Selye.  En la “Enciclopedia de Psicología”.  Tomo. 3.  P. 476.  Estableció el Síndrome General de Adaptación (SGA), para explicar los cambios fisiológicos globales causados por el estrés.

     Desde el aspecto biológico son tres sistemas los que se ponen en acción, como respuesta al estrés: sistema nervioso, el neuroendocrino y el endocrino;  el sistema autónomo influye sobre glándulas y músculos de los órganos internos;  se subdivide en sistema nervioso simpático (prepara o alerta) que acelera el sistema cardiaco, hace que la digestión sea más lenta, eleva el nivel de glucosa en la sangre, dilata las pupilas para que entre más luz y hacer que se vea más nítido, disminuir el calor interno con la transpiración, preparando finalmente al organismo para la acción.  El sistema nervioso autónomo es el primero en responder a la amenaza una vez identificada, lo hace por medio de la rama somática, encargada de la tensión muscular y de poner en movimiento el cuerpo;  la rama simpática, por medio de la noradrenalina la cual dirige los impulsos eléctricos en las sinapsis de las neuronas, estimulando los órganos internos.    En la parte emocional el estrés, el choque suele ser más fuerte, que la naturaleza de la emoción, por ejemplo: un deceso.  

     Es considerado estrés psicólogico, cuándo un individuo evalúa y  siente impotencia o es abrumado por factores amenazantes, causando efectos nocivos, como:

1. Cognitivos.  En el decremento de la concentración y la atención, pérdida de memoria, mayor errores, deterioro de procesos superiores, delirios.
2. Emocionales.  Aumento de la tensión física, cambios de personalidad, perdida de la restricción moral, depresión e impotencia.
3. Conductuales.  Problemas al hablar, desinterés, aislamiento, consumo de drogas, alteraciones del sueño, no ser responsable, excentricismo, suicidio.  

     Meyer Adolf (1866 – 1950), Friedmann Eduardo (1995) y Rosenmann Carl (1959).  Concuerdan en que existen tres modos de responder al estrés de acuerdo a tres tipos de personalidad;  el extravertido, que es un individuo que reacciona de manera efusiva, es impaciente, violento, impulsivo y siempre dispuesto a la acción.  El equilibrado, es un tipo de persona que siempre lleva un ritmo y utiliza el estrés para realizar sus actividades de modo efectivo.  Por ultimo está el introvertido, este tipo de individuo interioriza sus respuestas, controlando el estrés, pero es solo un falso bienestar ya que solo está escondiendo sus sufrimientos y tensiones, así mismo debido a la prolongada secreción de cortisol, bajan las defensas y es propenso a la depresión nerviosa.

    El estrés pasa por tres fases, antes de alcanzar su máximo efecto:

1. Fase de alarma.  Es donde una vez percibido el agente estresor, advierte al propio afectado que necesita ponerse en guardia y hacerle frete (resolverlo);  solo cuando el estrés supera las capacidades del afectado, puede decirse que se toma conciencia del estrés existente, situándolo en la fase de alarma.   Los agentes pueden ser de una sola fuente o polimorfa, es decir varias situaciones entremezcladas que causan estrés.
2. Fase de resistencia.  Ocurre ante la situación de querer hacerlo todo, pero a la vez es consciente de que no puede hacerlo y llega un sentimiento de agobio y frustración, acompañado de ansiedad por el posible fracaso.
3. Fase de agotamiento.  Es la última fase y es caracterizada por que el individuo mantiene irritado, tensionado, nervioso, ansioso y deprimido, por ejemplo: en un empresario, su vida sería llegar a casa de un trabajo en el cual no produce mucho, intenta dormir pero lo hace tarde en la noche, al otro día, despertaría con las mismas preocupaciones que lo agobian;  salir en este punto requiere ayuda (en las etapas preliminares el individuo mismo puede redirigir sus pensamientos y conductas, llevándolo a un equilibrio (homeostasis).  Por otro lado Selye, propone que un poco de estrés es vital y saludable, debido a que nos empuja a resolver problemas complejos y metas elevadas.

     Selye Hans (1907 – 1982), afirma.  “Que la ausencia absoluta de estrés significa la muerte. Pues es necesario que ante cualquier proyecto o trabajo a realizar, exista una cierta tensión, que sirva de estímulo para alcanzar un buen rendimiento, que nos pueda proporcionar éxito.  Ahora bien, cuando la tensión es superior a la que podemos soportar nos estresamos, el rendimiento baja y la situación puede devenir explosiva” (P – 16).   Es decir, que hasta cierto punto debemos ser conscientes que todos los individuos que somos partes de un sistema social, tendremos que lidiar con el estrés, algunas veces positivo otras veces no;  lo importante es detectarlo a tiempo, en sus causas, síntomas y reacciones, para que así el daño sea mínimo y por el contrario, hallar una solución ante las exigencias del ambiente (situación).

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