Psicopatología infantil y disfunsión familiar

PSICOPATOLOGÍA INFANTIL Y DISFUNCIÓN FAMILIAR

Dayana Arévalo

6toCiclo - Educativa

      La psicopatología infantil y la disfunción familiar son el tema que ocupa el presente ensayo, intentando hacer una conexión entre ellos. La psicopatología infantil se centra en estudiar ciertos fenómenos psíquicos y trastornos de la conducta, por ende es necesario explicar aquella conducta desde las variables responsables que intervienen en ella, es aquí donde tiene relevancia el tema de la disfunción familiar, ya que esta variable de contexto influye de manera significativa en un adecuado desarrollo del niño.

      La existencia de una patología en un infante, por ejemplo, de un trastorno psíquico, puede manifestarse a través de alteraciones en las relaciones interpersonales o por cambios en la conducta o la dinámica familiar, por ello la disfunción familiar, tiene mucho que ver en la alteración del desarrollo denominado como “normal”. Pero, ¿Qué entendemos por disfunción familiar? “La familia se hace disfuncional cuando no se respeta la distancia generacional, cuando se invierte la jerarquía, (por ejemplo: la madre que pide autorización al hijo para volverse a casar) y cuando la jerarquía se confunde con el autoritarismo” (Herrera Patricia, 1999).

     Existe un gran acercamiento entre los factores ambientales o del contexto, con la salud mental, ya que tiene una gran influencia las variables sociales en el individuo y más aún en un niño, pero es importante rescatar la relevancia que puede tener una patología ya que entendemos que esta dependerá del impacto que tenga en el infante. La APA (1994) señala que: “la psicopatología puede ser relevante en una valoración de custodia infantil en tanto que tenga impacto sobre el niño o la capacidad del padre pero no es el foco de atención principal”.

      La familia es la unidad social primaria y su importancia tiene mucho que ver en un sujeto y de como esta se organice e interactúe. Por supuesto que, si esto se logra de manera adecuada, podremos hablar de buena salud mental, pero por el contrario, si esto no se desarrolla como se espera, todas aquellas circunstancias no adecuadas crearan tensiones sobre algunos de los factores en el individuo, refiriéndonos al niño en este caso y entonces, puede provocar alteraciones. Pero también es importante saber que existen mecanismos de autorregulación, y que si estos no son capaces de restaurar la homeostasis familiar, es entonces cuando se da lugar a una psicopatología.  

      La salud que exista en una unidad familiar, es también la que predecirá cómo será la salud mental de sus miembros y lo que incluye también cómo será su conducta a nivel familiar y social de un niño.

     Es importante saber también, que ninguna familia está libre de tener ciertas dificultades, pero que estás deben ser siempre afrontadas a lo largo de la vida familiar, por tanto no es ese el punto de diferencia con una familia disfuncional, sino, más bien la diferencia está en que la segunda utiliza continuamente características dentro de su dinámica que obstaculizan el desarrollo psicosocial de los que forman parte de ella, así como de su adaptación y de una posible resolución de conflictos. Por ello, ante una situación de estrés por ejemplo, contribuye a que se aumente el ambiente hostil, esta familia, carece de motivación y está en continua resistencia al cambio.

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