Pulsiones Y Sus Destinos

La pulsión refiere a un estímulo proveniente del interior del propio cuerpo del sujeto, que parte de las necesidades corporales que se producen en forma constante, y que sólo después de superar un determinado umbral, penetran en el aparato psíquico, donde, al tener los primeros niveles de ligadura con las representaciones-cosa, toman estrictamente el nombre de pulsión. En ese momento, dejan de ser de manera exclusiva un estímulo biológico, para adquirir las características psíquicas que le otorga la representación. En otros términos, se podría decir que la pulsión en sí misma es muda, nunca podría ser consciente; sino que adquiere cualidad perceptiva con la representación-palabra, cuando se inscribe en la agencia representante en el aparato psíquico. Y diferencia del estímulo, la pulsión no se produce por excitaciones singulares provenientes del afuera, sino más bien por una fuente de estímulos intrasomática en continuo fluir.

Dice Freud: “la «pulsión» nos aparece como un concepto fronterizo entre lo anímico y lo somático, como un representante psíquico de los estímulos que provienen del interior del cuerpo y alcanzan el alma, como una medida de la exigencia de trabajo que es impuesta a lo anímico a consecuencia de su trabazón con lo corporal”.

Algunos conceptos asociados a la serían: esfuerzo, meta, objeto y fuente de la pulsión.

“Por esfuerzo de una pulsión, se entiende su factor motor, la suma de fuerza o la medida de la exigencia de trabajo que ella representa. Ese carácter esforzante es una propiedad universal de las pulsiones, y aun su esencia misma. Toda pulsión es un fragmento de actividad”. Es el factor presionante hacia la acción.

La meta de una pulsión consiste en su satisfacción, la que se alcanza al cancelar el estímulo producido en la fuente pulsional. Las pulsiones sexuales, en particular, poseen la posibilidad de cambiar sus metas o inhibirlas en parte, y así se crean las pulsiones de meta inhibida, como las que se satisfacen con la ternura, la amistad y demás.

El objeto es aquello en o por lo cual la pulsión alcanza su meta. En la pulsión sexual es variable, dado que no se enlaza originalmente con ella; es producto de la historia del sujeto con el objeto y con su propio cuerpo, y se originarán a partir de ellas las representaciones de los objetos deseados, con sus atributos que conducen a la meta.

La fuente de la pulsión es aquel proceso somático del interior de un órgano o de una parte del cuerpo, una zona erógena, cuyo estímulo se vuelve pulsión al ligarse con una representación psíquica.

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