Relacion de la teoría de la mente

La relación de la teoría de la mente con las acciones del engaño, fueron llevadas a cabo de varias investigaciones, de las cuales se iniciaron con primates, de esos experimentos destacaron 4 categorías de engaños:

1. Ocultamiento.
2. Distracción.
3. Creación de una imagen.
4. Manipulación con herramientas sociales.

Ante estos resultados, se inició con la rápida experimentación en niños, los cuales brindo un resultado impactante, ya que los niños de 2 y 3 años, en dicho estudio experimental indicaron la existencia una capacidad de desinformar al otro, tomar la perspectiva del otro y separar el conocimiento propio y el de los demás. Pero dichos resultados, fueron criticados por otros investigadores que plantearon otro estudio experimental, donde se demostró que el 86% de los niños entre 2-3 años necesitan las ayudas del experimentador para comprender las acciones de engaño y sólo el 14% de los niños de 4 años las requirieron. Lo que indica que los niños antes de los 4 años no entienden los efectos del engaño.

Por lo tanto, Ruffman (1993), coincide con los mismos resultados, concluyendo que los niños de 3 años no comprenden las consecuencias del engaño aun cuando logren realizarlo. Ante esto se crea un debate por las contradicciones de los resultados resaltando una incógnita en todos los investigadores.

¿Engañan los niños menores de 3 años?, ante esta incógnita, los estudios de Reddy (2006) y Newton (2000), realizaron un experimento donde encontraron que en situaciones naturalistas los niños antes de cumplir un año, manifiestan acciones de engaño, y lo plantean en 4 categorías:

1. Ocultar.
2. Distraer.
3. Atracción.
4. Creación de imágenes.

A partir de este escenario de resultados que se contradicen es factible comenzar a entender realmente el desarrollo de esta capacidad.

Engaño o pseudo-engaño: Comportamiento versus conceptualización.

Se analizan los argumentos que los investigadores plantean, entre ellos está Wellman (1990/1995), que destaca la importancia de la comprensión psíquica a través de la construcción de un concepto, por otro lado, Ruffman (1993), de que el menor puede entender sus actos de engaños si logran reconocer como afectan en los demás.

Ante esto Sodian (1994), propone 3 conclusiones:

1. Que hay una posibilidad de que los niños entiendan los actos de engaño, donde se haga evidente dicha acción.
2. Que los efectos mentales de los niños de 3 años no han sido estudiados correctamente, ya que hay contradicciones en los resultados.
3. que el problema de la falta de comprensión de los estados mentales de otros se debe a un cambio conceptual que ocurre hacia los 4 años y no a problemas de control ejecutivo.

Asimismo, los resultados de Newton (2000) permitieron determinar que los niños que pasan las tareas de falsas creencias y aquellos que no lo hacen, presentan acciones de engaño. Por lo que, en este sentido, un niño de 2 años logra utilizar estrategias de engaño adecuadas a los contextos.

Por ende, se llega a las siguientes conclusiones:

• Que, si es evidente que niños menores de 3 años de edad realizan acciones de engaño en contextos naturales, sin embargo, existen evidencias cotidianas, cualitativas que muestran acciones de engaño que

reflejan capacidades importantes en los infantes.

• Y por consiguiente el debate es vigente aún y no existen todavía propuestas experimentales que permitan resolverlo. Por lo que es importante proponer estudios experimentales para poder el desarrollo del proceso que sigue el niño para alcanzar un nivel de engaño genuino.

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