Relacion del psicologo con la medicion y evaluacion en el ambito educativo

EL QUE DEL PSICÓLOGO EN RELACIÓN CON LA MEDICIÓN Y EVALUACIÓN EN EL APROVECHAMIENTO ACADÉMICO

El término “aprovechamiento académico” consiste en reconocer dedicación, empeño y trayectoria escolar, durante el periodo de estudio; el rendimiento de muchos estudiantes en la actualidad no solo depende de los mismos, al contrario, éste se ve relacionado con varios factores cognitivos y psicológicos. Esto hace que el estudiante además de ser excelente en cuanto a su rendimiento pueda manejar muy bien su autoestima.

Sin embargo, en muchas ocasiones, estas expectativas no se cumplen, porque en la vida académica, habilidad y esfuerzo no son sinónimos, el esfuerzo no garantiza un éxito, y la habilidad empieza a cobrar mayor importancia. Esto se debe a cierta capacidad cognitiva que le permite al alumno hacer una elaboración mental de las implicaciones causales que tiene el manejo de las autopercepciones de habilidad y esfuerzo. Dichas autopercepciones, si bien son complementarias, no presentan el mismo peso para el estudiante; de acuerdo con el modelo, percibirse como hábil (capaz) es el elemento central.

Uno de los derechos como estudiantes, es contar con un profesional que ayude a solucionar problemas que presente a lo largo del recorrido, sean internos o externos, esto no solo fortalecerá su personalidad, sino que a su vez le impulsará a seguir alcanzando esos sueños con mayor concentración, es así como es indispensable que cada centro educativo cuente con un psicólogo, cuyo objetivo es el análisis, reflexión e intervención sobre el comportamiento humano en situaciones educativas, teniendo como prioridad a cada alumno para que este pueda superar los procesos que afectan su aprendizaje  y las dificultades de índole personal y de relaciones con compañeros, familiares y profesores.

La medición es en gran parte uno de los pilares fundamentales de la psicología educativa, el origen de esta profesión esta estrechamente vinculado a la aplicación de pruebas psicométricas estandarizadas que no podrán ser realizadas sino por profesionales con la capacitación necesaria para ello. Como indica Méndez (2011), “la necesidad de evaluar y de hacerlo a través de pruebas estandarizadas ayudó a identificar la psicología como una profesión emergente”. El rol del psicólogo educativo estará encaminado a partir de un análisis de necesidades o de una situación problema, en donde se obtendrá una evaluación inicial o diagnóstico, que servirá para poner en marcha una determinada vía de acción o intervención, en base a programas o terapéutica de enfoque clínico, en el propio centro o bien derivando la intervención a instituciones o centros especializados.

El proceso siempre ha de terminar con una valoración de la intervención realizada, la cual implica la medición de esta, para poder tomar la decisión correspondiente que conduzca a la solución del problema; es utilizado el método de medición pues es el que proporciona la información necesaria para elaborar la mejor estrategia de intervención, además que también indicara hasta que punto dicha estrategia ha conducido a los resultados propuestos. El psicólogo educativo no está limitado a evaluar a estudiantes individuales o grupos en la institución, sino también la propia organización escolar, examinando aspectos tan indispensables como la satisfacción y el clima escolar, que a su vez tienen gran impacto en su rendimiento educativo.

Una de las pruebas más implementadas para realizar la primera etapa de evaluación inicial o diagnostico son los test psicológicos, la entrevista y la observación en sus diferentes presentaciones, debiendo utilizar en cada asunto las más adecuadas al estudiante y a las intervenciones planteadas como resultado de la evaluación. Las demás etapas dependerán básicamente de la información obtenida al inicio, por lo que resulta indispensable conocer y tener acceso a los mejores instrumentos de medida, que deberán ser aplicados con el debido rigor y con las respectivas reglas de sus autores, para así disponer de un buen diagnóstico del contexto, que será base incuestionable de cualquier intervención posterior.

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