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Relaciones Humanas

2312197812 de Junio de 2013

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1.5 ¿Cómo Usar la Mente para la Seguridad Mental?

1.- Reconoce que tu actitud mental es lo único sobre lo que tú y sólo tú tienes control total, nadie más. Ejercita ese control y encamínalo usando una Actitud Mental Positiva. Elimina de tu mente y de tu corazón, los pensamientos negativos, de ira, miedo, frustración, solo permítete pensamientos de amor, felicidad, éxito, paz, seguridad.

2.- Entiende que toda derrota, adversidad, haya sido provocada o no por nosotros mismos, contiene la semilla de un beneficio equivalente. No te desanimes ante la adversidad y entiende que algo positivo de ella puedes aprender. Todo Dolor o Derrota, contiene la semilla de un beneficio equivalente, que tú puedes alimentar hasta convertir en una bendición.

3.- Aprende a cerrar las puertas de tu mente a todos los fracasos del pasado. Despeja la mente de cualquier influencia que no sustente una actitud mental positiva. Lo que pasó, ya pasó, es pasado y no lo puedes cambiar, lo que sí puedes hacer ahora, en el presente es trabajar en lograr tus metas. Saluda a cada nuevo día con la seguridad de que alcanzarás el éxito y eso lograrás.

4.- Descubre, investiga dentro de ti, que es lo que más deseas en la vida, cual es la actividad que más disfrutas hacer y ve tras ello, no te desvíes. Hazlo ya, ahora mismo.

5.- Determina que recursos necesitas para lograr tus metas, y establece un Plan para alcanzarlas. Haz un Plan, con la idea de no excederte ni quedarte corto. Piensa a lo grande.

6.- Hazte el hábito de pensar y hablar siempre en positivo, evita las críticas, el prejuzgar a las personas, abstente de los chismes, este tipo de práctica, solo daña la actitud de una sola persona, la tuya. Si no tienes algo positivo que decir de algo o de alguien, por tu bien, mejor no digas nada. Práctica este consejo en todo momento. Grábatelo a fuego en tu mente y corazón.

7.- Mantén tu mente siempre ocupada. Averigua que es lo que más te gusta hacer, y realízalos, con un esfuerzo de amor, con el alma y corazón. Quizás sea un pasatiempo, perfecto. Solo recuerda que una mente ociosa, se convierte rápidamente en una mente negativa.

8.- Oblígate a comprender que lo que te hiere no es la derrota, sino la actitud que tienes hacia ella. Práctica el arte de buscar la semilla del beneficio equivalente que hay en todas las decepciones a las que te enfrentas.

9.- Rompe con los hábitos negativos. Abstente de los vicios de uno en uno durante un mes hazte que te demuestres Quien Manda. Si necesitas ayuda de algún consejero o un grupo de apoyo, consíguela. No dejes que el orgullo te domine.

10.- Comprende que nadie puede herirte, encolerizarte sin tu propio y pleno consentimiento. Cierra la puerta de tu mente a cualquiera que desee ejercer una influencia destructiva.

11.- Desecha cualquier deseo ardiente de controlar a los demás. Ahógala antes que te destruya. Canaliza esa energía hacia un mejor control de ti mismo.

12.- Ejercita tu cuerpo, con el propósito de mantenerte en forma. Las enfermedades mentales pueden surgir con facilidad de las físicas, y tu cuerpo y mente deben permanecer en activo para ser positivo.

13.- Fortalece los hábitos de amor, tolerancia, seguridad, paz. Mantén una mente abierta a todas las cosas y todas las personas sin importar su raza y credo. Aprende a que la gente te guste tal como es, en vez de exigir que sea como tú desees.

14.- Confía en que puedes encontrar soluciones adecuadas para todos tus problemas, y acepta el hecho de que las soluciones, tal vez no siempre sean las que tú quieres.

15.- Estudia y aprende de los ejemplos de otros para recordar que se puede superar cualquier desventaja. Thomas Edison solo tuvo tres meses de enseñanza escolar formal, sin embargo, fue el más grande inventor de todos los tiempos. Un Objetivo preciso principal es más fuerte que cualquier limitación.

16.- Da la bienvenida a una crítica amistosa en vez de reaccionar negativamente. Aprovecha cualquier oportunidad para aprender cómo te ven lo demás, y empléala para hacer un inventario de ti mismo y buscar cosas que necesites mejorar. No le temas a la crítica. Foméntala.

17. - Viva con un estilo de vida que encaje con tus necesidades físicas y espirituales, y no pierdas tiempo insistiendo en estar a la altura de los demás.

18.- Sé tú mismo en todo momento. Nadie confía en los fraudes.

19. - Forma una alianza creativa con otras personas dedicadas a los principios del éxito, del logro. Discute tus progresos y percepciones y obtén el beneficio de un abanico amplio de experiencia. Mantén esas reuniones siempre en un plano positivo.

20. - Disciplina tu mente para que conforme tu destino hacia el objetivo que hayas elegido en tu vida. Haz que tu mente se enfoque, tal como el lente de una cámara, en el objetivo que desees alcanzar. Dedícate a conseguirlo con ahínco y furor, se persistente. Persiste Siempre.

1.6 ¿Cómo Usar la Mente para el Éxito en las Relaciones Humanas?

Cada uno gravita hacia el sitio que le es más agradable. Las gentes te responderán cuando tú les gustes; cuando ellas crean en ti y tengan confianza en ti; cuando tengan confianza en tu conocimiento y cuando tú seas entusiasta. Si esperas que ellas crean en ti, has de creer antes que todo en ti mismo; pues para que ellas tengan confianza en ti, debes tú de tener confianza en ti mismo; para que crean en tu conocimiento, tú tienes que creer que sabes, tienes que tener confianza en tu conocimiento. No puedes dar a otros lo que tú no tienes para dar. Nuestra fe secreta en nosotros mismos se refleja en nuestra apariencia y las gentes son atraídas y repelidas por nuestra apariencia. La persona que es tímida y que se anula a sí misma, da evidencia exterior de ello en su modo de andar, en el modo de vestirse y en el de hablar. Si uno tiene una actitud de lucha, una actitud de arrogancia o altivez, es ello visto inmediatamente y sentido por los otros quienes automáticamente reaccionan en defensa. Cuando alguien te es presentado su primera impresión de lo que eres la toma de tu apariencia. Te mira e inconscientemente llega a una decisión sobre ti. ¿Cómo pareces? ¿Cómo actúas? ¿Cómo te comportas? ¿Cómo te vistes?, puede inconscientemente decir:” No me gusta su aspecto; parece como si no se cuidara mucho de su persona”.

Si tú pareces como si no te cuidas mucho de ti mismo, no es probable que los demás cuiden mucho de ti. La primera impresión queda hecha a través de la vista, tu apariencia; luego, a través del oído, el modo como hablas. Tu eres juzgado por la velocidad con que hablas, por el tono de tu voz y si ella es agradable o áspera, luego, a través de las ideas que expones, aquello de que hablas. Tú puedes alejar a las gentes de ti por tu apariencia. (Tú mismo eres repelido por la apariencia de algunas personas). A través del modo como te expresas a ti mismo, el modo como vistes como te conduces y lo que dices, atraes o repeles a los demás. Tus motivos son revelados por el modo como miras y como hablas. Eres juzgado no solamente por lo que dices, sino por el modo como lo dices. Tus actitudes se revelan ellas mismas en tu apariencia y en tu discurso, y determinan ampliamente como las gentes reaccionarán hacia ti. ¡Les gustas o no les gustas! Tú cooperas mejor con las gentes que te gustan, ¿no es así? Otras gentes cooperan contigo si tú les agradas. Para asegurar la cooperación de los demás, tienen ellos que creer en ti y tener confianza en ti como una persona; también tienen que creer que conoces aquello de lo que habla, que tienes conocimientos. Tú mismo tienes que estar convencido de que la cooperación que deseas de otra persona es justa y buena para ella como para ti mismo. Tienes que ser claro en tu propia mente acerca de lo que quieras hacer y ser entusiasta en la presentación del asunto. Y al mismo tiempo que entusiasta, tienes que ser persistente. Asimismo, necesitas ser lo bastante artista para lograr que la persona vea el asunto como tú lo ves. Esto suena simple, ¿no es así? Bien. Ello es fácil cuando tú amas a la otra persona como a ti mismo, y cuando primero te amas a ti sanamente. Para lograr que la persona coopere contigo, tienes que ser capaz de pintar la idea en su mente como la vez. Y no serás capaz de hacer eso a no ser que tú mismo la veas claramente y estés convencido de su absoluta justicia. Nuestro peor acercamiento cuando queremos que alguien haga algo por nosotros es decir: “Yo quiero que usted haga esto por mí”. Si alguien viniera a decirnos eso, nosotros nos revelaríamos “¡Yo quiero que usted haga eso! ¡Usted debe hacerlo para mí! ¡Si usted me quiere debe hacer esto!” Tales peticiones levantan la resistencia en otros. Nuestro deseo es vivir, experimentar, expresar; pero seriamos muy locos en no reconocer que la otra persona desea exactamente lo mismo. Nosotros lo amamos a ella como a nosotros mismos. Ella no quiere ser más controlada de lo que nosotros queremos; no quiere ser dominada más de lo que nosotros queremos serlo; no quiere ser poseída. Las gentes son buenas y cooperan con nosotros cuando ven su interés en esa cooperación y en acceder a nuestros deseos. Cuando ellas conocen que algo es bueno para ellas, se mueven automáticamente en esa dirección. Ellas, sin embargo, quieren decidir por sí mismas; no quieren que su derecho a la decisión se les arrebate, sino que quieren hacer sus propias elecciones. La única verdad para cualquiera es la que ve él mismo. Sea cual fuere la verdad que nosotros podamos tener, no tiene ningún valor para otro al menos que él pueda aceptarla, verla y utilizarla. Cualquier cosa que alguien tenga que hacer por nosotros o por nuestro mutuo bien, cualquier cosa que deseemos que haga, no significará

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