Relfexion Pedagogica

Hace unos días los directivos de la institución donde laboramos solicitaron a los profesores, proponer algunas estrategias para disminuir la mortalidad académica. Posiblemente esta solicitud se resolvería fácilmente promoviendo un número mayor de estudiantes, pero ello no resolvería el bajo nivel de aprendizaje de los estudiantes en todas las áreas. ¿Creemos que el problema de la educación actual radica en por qué los estudiantes no están aprendiendo lo que nosotros les estamos ofreciendo?

Seguramente este interrogante tendrá múltiples respuestas que podríamos agrupar en categorías, el análisis de las variables involucradas en cada una de ellas sería muy extenso, aquí sólo esbozaremos las categorías:

El problema socio-económico que afrontan los estudiantes. Carencias de todo tipo que a veces son determinantes en el aprendizaje y los docentes no sabemos como solucionarlas.

Las actuales políticas educativas, que favorecen la ley del menor esfuerzo y no motivan al estudiante a progresar.

Las características de nuestros alumnos que por su edad no ven la trascendencia que la educación puede tener en sus vidas (no tienen hábitos de estudio, desmotivación, apatía, no toman apuntes, entre otras)

La familia que en su mayoría no sabe, no puede o no quiere apoyar el proceso educativo.

Las metodologías que utilizamos no parecen dar resultado y aún no sabemos cuál es la más adecuada, cuando se quieren emplear otras formas y se revisa bibliografía o se consulta en INTERNET, lo que se encuentra son aspectos didácticos muy puntuales sobre un tema determinado (por ejemplo sobre la enseñanza del triángulo, sobre los segmentos paralelos, sobre la unidad…) pero, en ningún caso acerca de una guía de cómo desarrollar un currículo, en éste caso las indicaciones más cercanas son los “Lineamientos Curriculares” presentado en la “Renovación Curricular”. Entonces lo que se puede hacer es construir unas actividades teniendo en cuenta las recomendaciones de los expertos pues consideramos que por serlo, tienen validez. A veces es más el tiempo que se gasta en planearlas y desarrollarlas que el aprendizaje que el resultado que se logra el estudiante.

Los contenidos. Nos preguntamos si todos los temas que están en el currículo actual son pertinentes, o si por el contrario tendríamos que revisarlos, suprimir algunos y dar más tiempo a otros para que el paso por el colegio les deje algunos conocimientos útiles para que los estudiantes puedan continuar profundizando su aprendizaje.

La evaluación merece capítulo aparte merece, es subjetiva, cada uno parece pensar que la propia es la mejor.

Surgen muchos interrogantes, entre ellos ¿Cuál es la educación que necesitan nuestros estudiantes? ¿Serán prioritarios los contenidos académicos en una sociedad que se desangra entre la violencia, la intolerancia y la indiferencia dónde el bien común y la vida parecen haber perdido valor? ¿Será que con el tiempo hemos perdido vigencia? ¿Será hora de un cambio generacional?

Nuestra profesión

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