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Somos Diferentes Y Complementarios


Enviado por   •  28 de Mayo de 2015  •  3.032 Palabras (13 Páginas)  •  335 Visitas

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TEMA 4

SOMOS DIFERENTES

Y COMPLEMENTARIOS

“¡Ésta sí que es hueso de mis huesos

y carne de mi carne!”.

( Gn 2, 18-24 ).

TEMA 4: SOMOS DIFERENTES Y

COMPLEMENTARIOS.

1. PSICOLOGÍA DE LA PAREJA.

Con el término “psicología de la pareja” queremos indicar aquellos mecanismos de la personalidad que funcionan de un modo específico en las relaciones íntimas que se dan entre un hombre y una mujer en el matrimonio. Estos mecanismos pueden funcionar correctamente y contribuir de este modo a producir una pareja equilibrada o pueden funcionar mal y ocasionar una desarmonía conyugal.

Cuando alguien se mete en la aventura de casarse (casarse es una aventura por los riesgos y la gran dosis de ilusión que lleva consigo), debe saber cómo son esos mecanismos para ordenarlos en la dirección adecuada. El riesgo se debe al hecho de ser dos personas las que van a constituir una pareja, dos personas iguales en dignidad, pero distintas y con diferencias.

Decía Ortega: "Yo soy yo y mi circunstancia". Los dos proceden de familias diferentes, con una historia diferente, con una manera de ser diferente, con unos hábitos distintos y unas relaciones distintas. Además hay unas diferencias por razón del sexo, hombre y mujer, con unas diferencias quizá no tan acentuadas como se ha dicho en otros momentos históricos, pero sí marcadas por el influjo cultural, social y familiar.

Según el proyecto de Dios creador, varón y mujer son dos modos de realización del ser humano, las dos formas de llevar adelante un proyecto de existencia personal. Ambos gozan de la misma dignidad, pero han sido creados como seres distintos y complementarios. Estas afirmaciones básicas se desprenden del estudio de los relatos de la Creación del Génesis y son corroboradas por los datos que proporcionan las distintas ciencias del hombre. Dice Julián Marías: "La condición sexuada afecta a la totalidad de la vida, en todas sus dimensiones. La vida se realiza en dos formas, polarmente opuestas, disyuntivas, consistentes en la mutua referencia, y que llamamos varón y mujer".

Comentando estas frases, Manuel Iceta concluye que varón y mujer son dos maneras complementarias de ser, son fuente de riqueza, de exigencia, de solidaridad y, por lo mismo, de madurez. El varón está hecho para la mujer y la mujer para el varón. Este "ser para" lo llevamos marcado en todo nuestro ser, incluso en la corporalidad.

En realidad, no existen rasgos exclusivamente masculinos o femeninos. Todo está en todos, salvadas las diferencias corporales con lo que suponen. Pero sí hay distintas "intensidades", unos predominios generalizados, con todas las salvedades que puedan relativizar estas afirmaciones.

El cuerpo de la mujer está marcado por la maternidad. Sin embargo, de ahí no podemos concluir que la ternura sea patrimonio exclusivo suyo, ni que esta característica se dé al cien por cien en todas las mujeres.

"Todo valor humano debe ser cultivado por ambos en la búsqueda de la perfección, y todo lo que impida la conjunción armoniosa de ambos en la pareja debe ser progresivamente eliminado". (M. Iceta).

2. ASPECTOS DIFERENCIALES

Distinto ritmo.

En general, el ritmo de la mujer es de menos prisas, el del varón más precipitado. Así podemos fijarnos en algunos aspectos:

 En el ámbito de la sexualidad, la mujer requiere más preparación, ambientación para ir reaccionando y poder llegar a su clímax. El varón es más "precoz". Esto hace que sea tan difícil, en los comienzos, la satisfacción en el encuentro sexual. Es necesario el aprendizaje del diálogo de los cuerpos en la ternura para ir reduciendo la distancia en los ritmos.

 La mujer necesita más tiempo para "prepararse para salir", y a esta preparación le concede mucho más valor que el varón. Así, son propias de la mujer frases como "no tengo nada que ponerme". El varón tiene la sensación de que llega tarde a todas partes por culpa de la mujer. En cambio, para la mujer, el marido es un pesado y un tranquilo, al que no le sobraría tanto tiempo si se preocupara más de las cosas de la casa. El "ritual de vestirse" es propicio a pequeños enfados por la "diferente velocidad".

 A la hora de comprar, la mujer tarda más en decidirse, le gusta comprar.

 En el momento de perdonar, el hombre acusa a la mujer de ser rencorosa, y ella al hombre de ser egoísta. La mujer "guarda" las cosas, les da vueltas, necesita tiempo para digerir. El hombre olvida más fácilmente, lo cual no es comprendido por la mujer.

Distinta necesidad de expresión.

Por lo general, el hombre tiene poca necesidad de expresarse y la mujer mucha. Esto obligará al hombre a esforzarse y a la mujer a controlarse. Aquí es importante que la mujer sea hábil y consiga poco a poco ir abriendo el corazón de su esposo, ya que los largos interrogatorios no sirven.

Esto es así porque la mujer percibe la realidad en la medida en que ésta se expresa. Los detalles son fundamentales para aproximar estas diferencias, son una expresión sencilla del amor que todos necesitamos:

 El varón va directamente al grano. La mujer va circunvalando hasta llegar al grano, pues necesita crear un clima. Así, en el encuentro sexual, el hombre debe acompañar con palabras el lenguaje del cuerpo de modo que el encuentro sexual tenga calidad.

 Es difícil para el hombre la comunicación de los sentimientos más hondos, en especial de las propias debilidades.

Diferente percepción de la realidad.

No se suele admitir, pero hay un modo masculino y otro femenino de leer la realidad, de ver las cosas. Pero sucede que también hay un modo de ver la realidad "en pareja", que es más complejo y de una mayor riqueza.

 La mujer tiene una visión más analítica de la realidad. Percibe el todo

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