ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Subjetividad Política Femenina


Enviado por   •  27 de Julio de 2014  •  1.832 Palabras (8 Páginas)  •  164 Visitas

Página 1 de 8

Todo sujeto tiene una personalidad, configurada de manera procesual, histórica y social, que funciona como un sistema confrontada a un contexto, de allí es que Fernando González Rey (2007) toma el concepto de subjetividad individual, de la cual afirma que es donde se organizan los sentidos, las configuraciones de sentido y desdoblamiento simbólicos con los repertorios que encuentra el sujeto para expresarse y para actuar.

Referente a esto se debe tener en cuenta que nosotros como individuos no somos reproductores de realidad, por lo tanto estamos sujetados pero sí se nos da la posibilidad de la reflexividad, mediante la cual nos cuestionamos acerca de esa realidad que se reproduce de una manera ajena, pero esta clase de cuestionamientos van más allá, es decir que se cuestiona en particular la vida social en sus diferentes expresiones, entre estas las que se refieren a la política, particularmente las instituciones que conforman la sociedad.

Acerca de esto, se puede decir que la mujer a través del tiempo ha sido sometida y subyugada en los diferentes campo sociales, desde el rol que cumple dentro del hogar hasta su participación en elecciones populares, contribuyendo a que sus aportes sean invisibilizados en la sociedad.

La película “Las memorias de Antonia” (1995), es un claro ejemplo de cómo las mujeres han sido reprimidas, pero esto no ha sido motivo para que no se realicen acciones que permitan hacer frente a la opresión del patriarcado, los prejuicios y estereotipos que subyacen debido al contexto en el que se filma la película. Es importante resaltar que el filme desarrolla su trama en un contexto posguerra, en donde se centra en la vida de 4 mujeres que hicieron ruptura a las diferentes formas de poder de esa época.

El desarrollo del texto se centrará principalmente en la hija de Antonia que es Daniela. Ella es una mujer que rompe con muchos esquemas culturales respecto a la maternidad, sexualidad y elección de pareja, produciendo a su manera subjetividad política, aspectos que serán trabajados y contrastados con los artículos revisados para el desarrollo del ensayo, retomando los postulados de autores como Álvaro Díaz Gómez, Fernando González Rey, Sara Victoria Alvarado, María Cristina Martínez y Martha Cecilia Lozano Ardila.

Daniela es una mujer decidida que apoya a su madre en sus acciones y pensamientos, lo que contribuye a que ella configure una forma de ver, sentir, pensar que contribuye a su manera de interactuar con el contexto en el que se encuentra inmersa, es decir ayuda a que su subjetividad política devenga de, como lo afirman Díaz y Alvarado (2012) la acción de reflexividad que realiza el sujeto sobre sí mismo y sobre lo instituido, centrándose en el plano de lo público (lo que es común a todos) para desde allí protagonizar instituyentemente la política y lo político.

Se habla de que Daniela produjo subjetividad política en tanto que tomó decisiones sobre sí misma de alguna manera resistiéndose a un estándar de vida, como lo dice Lozano (2008), existen otras formas de participación, no sólo a través de lo institucional. Es la forma en que el individuo se involucra en la dialéctica de la sociedad buscando el espacio para generar un efecto en ella.

Por consiguiente se debe tener en cuenta igualmente el contexto en el que se desarrolla el filme, (entre los años cincuenta y finales del siglo XX, años fundamentales para comprender la posterior transformación de la mujer en un mundo occidental desarrollado), una sociedad holandesa totalmente patriarcal en el que el rol de la mujer es de sumisa, dedicada al hogar y los oficios domésticos, en el que los hombres toman las decisiones sobre la vida y todo gira en torno a un mandato masculino en el que precisamente se pueden notar algunas actuaciones por decirlo feministas como el hecho de que Daniela decidiera ser madre soltera y sobre su preferencia homosexual en su proyecto de vida.

Lo anterior afirma el postulado acerca de que:

El cuerpo es el primer territorio de poder de todo ser humano; es decir, el espacio inmediato a interpelar cuando de su ejercicio se trata. Dado esto, ninguna acción humana escapa a la realidad de lo corpóreo y, por consiguiente, a los efectos del vínculo integral entre sus distintas dimensiones, facultades y funciones: físicas, afectivas, mentales y espirituales; las cuales advierten la complejidad propia de una especie, cuyo trasegar por el planeta ha estado anclado a la ineludible tarea de producir cultura. (Díaz & Alvarado, 2012. P.117)

Es así como lo expuesto anteriormente se traduce en el interrogante por ¿Cuáles son las características, procesos y tensiones que tuvo Daniela en su producción de subjetividad política?

Para nombrar las características es necesario remitirse a lo que dijeron Martínez y Cubides (2012) al afirmar que para dar cuenta de la subjetividad en general, se debe pensar en el sujeto desde sus vivencias y creencias, además de pensarlo a partir de la autorreflexión o reflexividad.

Respecto a esto se puede decir que las costumbres y tradiciones son las que le dan sentido a una sociedad como tal aparte de otros aspectos, pero eso no quiere decir que con el tiempo o los sujetos estas no puedan cambiar, en este apartado se puede nombrar otra característica de la subjetividad política y es la crítica que le hace a lo lineal, de alguna manera este ejercicio conlleva al proceso de desnaturalización de prácticas y de discursos hegemónicos.

Discursos en los que la vida rural consistía en una dominación patriarcal en la que se nacía para trabajar, reproducirse y morir, y dejar descendientes para que repitan las mismas costumbres transmitidas precisamente de generación en generación que denotan falta de libertad y opresión.

Lo que se puede observar en la historia de Daniela y en la película en general es que a pesar de la vida circular en la que se desarrolla la historia se produce un cambio precisamente en la hija de Antonia, ella quiere ser artista y se expresa a su modo a través de esto, además de utilizar al hombre como simple semental o proveedor de vida, negándose a cumplir con lo estandarizado que refiere a la unión de un hombre y una mujer para procrear. Ella por el contrario dice “No quiero un hombre para nada más”.

Expresándose a su propio modo y dando un paso en su consciencia de mujer. Esto refleja un proceso de subjetividad política en tanto a que se opuso o se resistió a lo que debía ser dándole paso a sus preferencias tanto sexuales como de su proyecto de vida en general. En este momento se debe tener en cuenta que la resistencia también es un acto político.

Alvarado, Ospina, Botero & Muñoz (2008) en su investigación hablan sobre que el fortalecimiento de la subjetividad política implica la potenciación y la ampliación de las traman que la definen: su autonomía, su reflexividad, su consciencia histórica, la articulación de la acción y de lo narrado sobre ella, habla de nuevos órdenes en las maneras de compartir el poder y el reconocimiento al espacio público, como juego de pluralidades en la que nos reconocemos como iguales en cuanto a humanos.

Y es precisamente lo que en esta historia se puede reconocer, Antonia y sus mujeres crearon una ética personal con base en la ayuda a los débiles, la libertad y la solidaridad de grupo, evidenciado de mayor manera en las cenas familiares, momento al aire libre, con el tiempo el número de comensales se fue incrementando siendo adoptados sin prejuicios o condición alguna.

Como tensión se puede decir que se dieron varias en el momento en el que Antonia y Daniela irrumpen en la taberna, exclusiva para hombres en la que las mujeres debían esperar afuera, esto se puede considerar un acto simbólico de recuperación de un espacio que se considera o consideraba comunitario, asimismo cuando continúan asistiendo a la iglesia a pesar de la validación o no de sus actuaciones; otro lugar de encuentro de los habitantes del pueblo en el que todos tienen algo por qué temer o deber.

Para concluir, Arendt (2002) (citado por Alvarado y colaboradores, 2008) afirma que la vida política se da siempre en el entre nos, ya que la acción depende de la presencia de los demás, por esto hay un vínculo entre actuar y estar juntos, es la razón de que la praxis requiere de la pluralidad de una comunidad que habita un espacio público.

Esto no quiere decir que la acción siempre debe ser colectiva pero para este autor una acción vivida y narrada no significa nada si no hay quien juzgue lo que se dice y hace, si no afecta a alguien, si no transforma las condiciones o las tramas de relación y poder de alguien y si no es recordada por una comunidad.

Finalmente Alvarado y colaboradores (2008) sustentan que la formación ciudadana (socialización política) no se relaciona con los discursos y prácticas de adhesión a los sistemas políticos formales, sino a la configuración de subjetividad política en procesos que aproximan los sentidos y las prácticas de acción política.

Este argumento apoya el hecho de que Antonia y Daniela ejercieron poder sobre su corporalidad, mente y espiritualidad por un lado y por otro en la producción de subjetividad política ayudaron a otras y otros a recuperar y a usar sus propios poderes, generando precisamente un impacto en la estructura patriarcal que caracterizaba a la comunidad a la que llegaron a vivir.

Es decir, que el devenir de la subjetividad política que se desplego en Daniela, estuvo vinculada con su narrativa y sus acciones que llevo a cabo dentro de la película, que no solo estaba viéndose desde su individual, sino que también influenciaba de manera importante a las personas que la rodean. En su forma de actuar y desenvolverse en su entorno siempre tuvo una intencionalidad, una reflexividad en cuanto al papel que juega ella en la sociedad como mujer, y que debido a los estereotipos y prejuicios que se dan entorno a los roles que están estipulados, ella hizo una ruptura, en cuanto a las decisiones que tomo, como anteriormente se habla desde el poder que tuvo de su corporalidad, mente y espiritualidad.

Referencias bibliográficas:

Alvarado, Sara Et al (2008).Las tramas de la subjetividad política a la formación ciudadana en jóvenes. Revista argentina de sociología, Nº 2 pp19-43. Manizales, Colombia

Díaz, Álvaro (2005) Derechos Humanos memoria y subjetividad publicado en dorna, Alexander. Psicología política. Ejes y temas transversales. Libro electrónico. Psicom

Díaz, Álvaro (2007) Subjetividad e institucionalidad educativa. Publicado en: Revista de ciencias humanas. Universidad Tecnológica de Pereira. Número 37. Pereira

Díaz, Álvaro, Alvarado, Sara (2012). Psicología política encorporada. Revista Colombiana de Educación, N. º 63. Bogotá, Colombia.

Díaz, Álvaro Et al (2012). Subjetividades políticas: desafíos y debates latinoamericanos. Cooperativa editorial magisterio. Colombia

Lozano, Cecilia (2008). Los procesos de subjetividad y participación política de estudiantes de psicología en Bogotá. Revista Diversitas- perspectivas en psicología, Nº 02, volumen 4, pp 345-357. Bogotá, Colombia

Vasco, E., Alvarado, S., Echavarría, C. & Botero, P. (2007). Justicia, moral y subjetividad política en niños, niñas y jóvenes. CINDE: Manizales – Colombia.

...

Descargar como  txt (11.2 Kb)  
Leer 7 páginas más »
txt