TEORIAS DEL DESARROLLO HUMANO
PAULINAURQUIDES4 de Septiembre de 2013
10.826 Palabras (44 Páginas)388 Visitas
TEORÍAS DEL DESARROLLO HUMANO
Teoría Psicosexual
Sigmund Freud
Nació el 6 de mayo de 1856 en Freiberg Moravia, en una región que forma una parte de la Republica Checa. Al cumplir los 4 años, su familia, debido a problemas económicos, se mudó a Viena, ciudad en la que el medico vivió la mayor parte de su vida. En 1938 se trasladó a Inglaterra huyendo de la ocupación Alemana.
Entre 1884 y 1887, Freud realizó algunas de las primeras investigaciones sobre la cocaína. Al principio se sintió impresionado por las propiedades de estas sustancias: “eh probado el efecto de la coca, la cual elimina el hambre, el sueño y la fatiga, y me ayuda a realizar esfuerzos intelectuales muchas veces superiores a los que consigo en condiciones normales”. Escribió acerca de los posibles usos terapéuticos de esta sustancia para las perturbaciones tanto físicas como mentales. Posteriormente, le preocuparon los efectos adictivos de la droga, por lo que suspendió las investigaciones.
En 1896, Freud utilizó por primera vez el término psicoanálisis para describir su método. En 1897 dio inicio a su autoanálisis.
Freud dedicó el resto de su vida a elaborar, extender y perfeccionar el psicoanálisis. Con el afán de conservar el control que ejercía sobre el movimiento psicoanalítico, expulsó a los miembros que disentían de sus puntos de vista y exigía una lealtad incondicional hacia su persona y sus ideas. Jung, Adler y Rank, entre otros, abandonaron el círculo de Freud, tras repetidos desacuerdos de orden teórico con las ideas del maestro. Más tarde, cada uno de ellos fundó su propia corriente psicoanalítica.
Los últimos años de Freud fueron difíciles. A partir de 1923 su salud declinó cada vez más, pues padecía cáncer en la boca y en las mandíbulas. Sufría dolores casi continuos y fue sometido a 33 operaciones para contener el avance de los tumores. Cuando en 1938 los alemanes invadieron Austria y amenazaron a Anna, su hija, Freud huyó a Londres, donde murió un año después.
Antecedentes intelectuales
El pensamiento de Freud fue una original síntesis de su contacto con ideas filosóficas, su educación en el rigor científico y sus propias experiencias con el inconsciente.
Filosofía
Freud concordaba plenamente con (Roazen). Sus conceptos también presentan ciertas afinidades con las ideas de Arthur Schopenhauer. Ambos tienen en común la forma en que visualizan la voluntad, la importancia que atribuyen a la sexualidad como factor de formación de la conducta, el dominio de las emociones sobre la razón y la centralidad de la represión, es decir, la negación de las propias experiencias.
Biología
Freud observo que en la histeria los pacientes manifiestan síntomas que, desde el punto de vista fisiológico, resultan imposibles. Por ejemplo, en los casos de anestesia del guante, la persona no puede sentir su mano, aun cuando las sensaciones de la muñeca y el brazo sean normales. Puesto que los nervios proceden desde el brazo hasta la mano, no puede haber una causa física que explique este síntoma. Para Freud, era claro que la histeria tenía sus causas que requerían una explicación psicológica.
El inconsciente
Los esfuerzos de Freud por establecer una psicología basada en la neurología pudieron haberse originado en sus propias y elaboradas investigaciones con la cocaína. Este modelo, que al final fue desechado por su propio creador, ha sido reconstruido y considerado por algunos expertos como el primer exponente, no por olvidado menos brillante, de las teorías contemporáneas que asocian los cambios en la química cerebral con los estados emocionales.
Conceptos principales:
Detrás de todas las ideas se encuentra el supuesto de que el cuerpo es la única fuente de la energía mental. Freud anhelaba el advenimiento en una época en donde todos los fenómenos mentales, pudieran explicarse haciendo referencia directa a la fisiología del cerebro.
Las Pulsiones
En ocasiones, el término pulsión se traduce erróneamente como instinto. Las pulsiones son presiones para actuar sin que medie una intención consciente, en la consecución de ciertos fines. Estas pulsiones constituyen “la causa última de cualquier actividad” (Freud, 1940, p.5). Freud dio en llamar necesidades a los aspectos físicos y deseos a los aspectos mentales de las pulsiones: son estas necesidades y estos deseos los que impelen a las personas a realizar sus actos.
Pulsiones básicas. Freud describía las pulsiones básicas de dos maneras. En el primer modelo se concebían dos potencias antitéticas: las fuerzas sexuales (más generalmente, las gratificantes desde el punto de vista erótico o físico) y las fuerzas agresivas o destructivas. Posteriormente describió estas fuerzas de manera más amplia, es decir, como propicias a la vida o como conducentes a la muerte (y a la destrucción).
La libido y la energía agresiva
Cada una de estas pulsiones generales tiene su propia fuente de energía. La libido (expresión de origen latino que designa el deseo) es la energía de que disponen las pulsiones de vida. Una de las características más notables de la libido es su “movilidad”, es decir, la facilidad con la que se puede pasar de una a otra área de atención.
La energía agresiva, o pulsión de muerte, carece de un nombre especial. Se le han atribuido las mismas propiedades generales de la libido, aunque Freud nunca fue específico en este sentido.
La estructura de la personalidad
Freud observó en sus pacientes series interminables de conflictos y compromisos de orden psíquico. Percibía contradicciones entre las diferentes pulsiones, mecanismos represivos de las prohibiciones sociales contra los movimientos biológicos y conflictos entre las formas de enfrentar o resolver determinadas situaciones. No fue sino hasta muchos años después cuando Freud infundió orden en este aparente caos al proponer tres elementos estructurales básicos de la psique: el ello, el yo y el superyó.
El ello. El ello es el núcleo original del cual se derivan todos los demás aspectos de la personalidad. Posee una naturaleza biológica y hace las veces de reserva de energía para todas las pareas de la personalidad. El ello no sufre ninguna modificación a medida que la persona crece y madura: la experiencia no ejerce ninguna influencia debido a que este estrato de la mente no tiene contacto con el mundo exterior. Sus cometidos consisten en reducir la tensión, incrementar el placer y minimizar el dolor. El ello cumple con estas funciones a través de los actos reflejos (reacciones automáticas como estornudar o parpadear) y los procesos psíquicos de las otras partes de la mente.
El yo es la parte de la psique que mantiene contacto con la realidad externa. Tiene por origen el ello, cuando el niño adquiere conciencia de su propia identidad, con el fin de ejecutar y moderar sus exigencias constantes. Para conseguir esto, el yo, a semejanza de la corteza de un árbol, protege al ello pero también le sustrae energía. Su misión consiste en preservar la salud, la seguridad y la cordura de la personalidad. Sus principales características comprenden el control de los movimientos voluntarios y cualquier actividad que tenga por fin el auto conservación. El yo persigue el placer e intenta evitar o reducir al mínimo el dolor. Así el yo fue creado por el ello en un intento por controlar la tensión. Sin embargo, para lograr tal cometido, el yo debe a su vez controlar o modular las pulsiones del ello a fin de que la persona adopte enfoques realistas en su estilo de vida.
El superyó. Esta última parte de la estructura de la personalidad no surge de ello, sino del yo. El superyó hace las veces de juez o censor de las actividades y reflexiones del yo. El superyó desarrolla, elabora y mantiene el código moral de la persona. El niño se familiariza no sólo con las restricciones reales propias de cualquier situación, sino también con los conceptos morales de los padres antes de que pueda actuar para procurarse placer o disminuir la tensión.
Etapas del desarrollo psicosexual
Cuando el lactante se convierte en niño, el niño en adolecente y el adolecente en adulto, se verifican importantes cambios en los objetos de los deseos y en la forma en la que se satisfacen. Freud emplea el termino fijación para describir lo que ocurre cuando la persona no pasa de una a otra etapa de manera normal, si no que se queda anclada en la anterior.
1. Etapa oral [0- 1 años]. La etapa oral comienza al nacimiento cuando tanto las necesidades como la gratificación se concentran principalmente en los labios, la lengua y, algo más tarde, los dientes. La pulsión básica del lactante no se dirige a lo social o lo interpersonal, sino, simplemente, a consumir alimentos y aliviar las tensiones producidas por el hambre y la sed.
La boca es la primera parte del cuerpo que controla el lactante; la mayoría de la energía libidinal que posee se dirige o se concentra ahí. A medida que el niño madura, otras zonas del cuerpo despiertan y se convierten en sitios de gratificación importantes.
La etapa oral tardía, después de que brotan los dientes, incluye la gratificación de los instintos agresivos. Morder el pezón, lo cual causa dolor a la madre y se traduce en un cambio en la forma de alimentación del pequeño es un ejemplo de esta conducta.
2. Etapa anal [1-3 años]. Cuando el niño crece descubre nuevas áreas de tensión y gratificación. Entre los dos y cuatro años, los niños aprenden a controlar el esfínter y la vejiga, y prestan atención a la micción y defecación. Aprender a usar el
...