Tan Fuerte, Tan Cerca

Tan fuerte, tan cerca

(Estudio de caso a través de película)

Oskar con aproximadamente 9 años de edad, padece el síndrome de Asperger, que es un conjunto de condiciones mentales y conductuales que forma parte del espectro de trastornos autísticos.

Oskar tiene la dificultad de mantener relaciones sociales normales. Sin embargo tiene apariencia convencional y posee una inteligencia superior a la de que cualquier otro chico de su edad, siendo ésta una importante condición que diferencia el Asperger del Autista.

El niño mantiene una relación muy estrecha con su padre, quien intenta resolver los problemas de interacción social de su hijo proponiéndole todo tipo de desafíos, pero tras el fallecimiento de su papá en el atentado del 11 de Septiembre en el Wold Trade Center, se crea un gran vacío en la vida de Oskar y que físicamente se pueden ver las lesiones que el mismo se hace en el abdomen como reacción a la muerte de su papá, acompañado del recuerdo de la voz que escuchó en el teléfono mientras su papá aún se encontraba vivo.

Después de un año, cuando decide enfrentarse a la muerte de su padre entrando a su closet encuentra un pequeño sobre en el que aparece la palabra “Black” y dentro de este una llave de la cual se desconoce su correspondiente cerradura. Así Oskar, sorprendido por este descubrimiento, interpretado por él como una misión que su padre le propone, comienza una búsqueda exhaustiva, con lugares, gente y todo lo relacionado a ello.

Oskar intentaba sanar el trauma por la muerte trágica de su padre, a través del juego preferido entre los dos: la exploración para encontrar la verdad, y el sobre con la llave eran las únicas pistas que tenía para encontrar algo desconocido y misterioso que suponía que su padre le había dejado como último reto a descubrir a través de la exploración. El saber qué es lo que abre esa llave y cómo puede dar con la cerradura para conocer lo que su padre quería que encontrara es la misión que Oskar se auto asigna y por medio de la cual va descubriendo a decenas de personas que como él, perdieron alguna vez en la vida, algo o a alguien valioso y lo han tenido que aprender a reparar de diferentes maneras.

Se sabe que un vínculo, una vez que se ha creado, nunca se rompe. Lo que se hace ante las pérdidas de personas y objetos, es re-significarlas, es decir, encontrarles un nuevo (o diferente) significado al original, pero el vínculo sigue existiendo por siempre, incluso después de la muerte. A mi parecer, esa es la razón por la que el niño hace lo posible por tratar de descifrar el misterio de la llave. Quiere encontrar algo que le permita darle un nuevo significado a todo lo ocurrido a partir de la desaparición de su padre. Para él, esa llave encontrada en el closet de su padre, psicológicamente hablando es la única esperanza que tiene para poder abrir la puerta que lo libere del dolor de la pérdida y para tratar de entender por qué tiene que enfrentarse al dolor más grande de su vida a su corta edad, pues el síndrome representa e implica en gran medida el buscar sentido a lo sucede.

Al mismo tiempo, en su viaje se aúnan historias de su madre, su abuela y un hombre mayor, conocido como el misterioso inquilino (que después descubre que es su abuelo) que vive en el enfrente, en casa de su abuela. Entre el niño y el hombre misterioso se crea también un vínculo cuando el señor se ofrece para acompañarlo en su expedición.

A través de sus indagaciones el niño va creando un enorme mapa de datos, cifras, información sobre las personas a las que busca para preguntar si conocieron a su padre y si saben qué es lo que se puede abrir con la llave. Pero, a pesar de la gran cantidad de información que logró recabar, es un mapa que no llega a ningún lado y, en vez de ayudarle a aclarar algo, cada vez parecía confundirlo más, lo que lo llenaba de rabia

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