¿Tendrán los maltratantes trastornos de personalidad?

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   Desde tiempos memorable podremos decir que la violencia siempre ha reinado, si bien ayudo a nuestra sobrevivencia como la caza de animales y la lucha por conseguir tierras y vivir armónicamente, también ocasiono daños emocionales que antes denominaban “normales”, como por ejemplo manejar a la mujer como objeto y obligarla a quedarse en casa cuidando niños, cocinando y obedeciendo a su esposo.

La violencia, en sí misma, se ha convertido en una cuestión de debate, que ocupa una parte notable en los medios de comunicación ya que actualmente en la sociedad tenemos conciencia de que vivimos en medio de un mundo violento, en el que el ejercicio de la violencia tiene diversas formas y se encuentra tanto en el ámbito público (guerras, atentados), como en el privado (malos tratos, abusos, acosos...). (Iglesias, 2014)

El presente ensayo se base en descifrar si los maltratadores desarrollan o no algún trastorno de personalidad, como dato importante encontramos que actualmente en el ecuador 6 de cada 10 mujeres han vivido algún tipo de violencia de género, al cual 1 de cada 4 mujeres ha vivido violencia sexual, sin embargo, la violencia psicológica es la forma más recurrente de violencia de género con el 53,9%.  (Violencia de genero contra las mujeres.) Pero ¿existirá un trastorno que justifique estos actos?

No existe ni se conoce hasta el momento características biológicas que determine desde el nacimiento que un niño será en el futuro un adulto agresor o maltratador. sin embargo, el entorno en el que nos desarrollamos, la cultura y la educación que recibimos nos orienta más hacia un lado u otro de la balanza. el niño que vive en un ambiente familiar estable, en el que recibe cariño, que tiene amigos y que no tiene problemas escolares, ese será un niño que muy difícilmente desarrollará una conducta violenta. Pero si hablamos de lo contrario claramente el niño crecerá con la confusión de que la única manera de ser superior es la violencia.

Como ya sabemos la agresividad es un rasgo innato del ser humano y con frecuencia encontramos hombres que se muestra violentos solamente contra sus parejas, siendo perfectamente capaces de relacionarse pacíficamente y con normalidad con el resto de personas de su entorno. Estudios sociales han concluido que la violencia de género es principalmente frutos de los mandatos culturales demostrando poder y autoridad sobre la persona afectada. (Consi, 2003)

Sin embargo, este tipo de persona que agrede y lastima. la mayor parte del tiempo sufre diferentes alteraciones como por ejemplo la “Impulsividad” que es la falta de control sobre su ira, esta puede estar relacionada con una situación de malestar (problemas con los hijos, de pareja…) pero son sus altos niveles de ira y hostilidad y la falta de control sobre la misma las que pueden conducir al uso de violencia. También problemas con la “Regulación emocional” la mayor parte de los hombres maltratadores son incapaces de expresarse emocionalmente y muchos de ellos no saben hacerlo, también surgen problemas para entender la emoción de la pareja, este puede interpretar de manera errónea lo que siente la otra persona. Asimismo, al no saber expresar las emociones puede aparecer una gran inhibición de los sentimientos, que puede llevar a resolver los conflictos de forma violenta. Sufren el llamado trastorno “Narcisismo” y amenazas al yo: los hombres maltratadores presentan un sinfín de sesgos cognitivos como por ejemplo, percibir una situación cuando amenazante cuando no lo es, algo que también ocurre en los trastornos de ansiedad, y algunos de estos sesgos están relacionados con la inferioridad de la mujer y la legitimización de la violencia, lo que en ocasiones les lleva a minimizar o negar la violencia ejercida, y por ultimo una “Baja autoestima” ya que sus déficits en la comunicación y en la gestión de problemas pueden favorecer la utilización de la violencia, y es su reiteración la que puede empeorar la baja autoestima del hombre maltratador. (Moya, 2020)

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