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Trastorno De Personalidad


Enviado por   •  7 de Junio de 2012  •  2.451 Palabras (10 Páginas)  •  769 Visitas

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F60.2 Trastorno antisocial de la personalidad [301.7]

Características diagnósticas

La característica esencial del trastorno antisocial de la personalidad es un patrón general de

desprecio y violación de los derechos de los demás, que comienza en la infancia o el principio de

la adolescencia y continúa en la edad adulta.

Este patrón también ha sido denominado psicopatía, sociopatía o trastorno disocial de la personalidad.

Puesto que el engaño y la manipulación son características centrales del trastorno antisocial

de la personalidad, puede ser especialmente útil integrar la información obtenida en la evaluación

clínica sistemática con la información recogida de fuentes colaterales.

Para que se pueda establecer este diagnóstico el sujeto debe tener al menos 18 años (Criterio B)

y tener historia de algunos síntomas de un trastorno disocial antes de los 15 años (Criterio C). El

trastorno disocial implica un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que se violan

los derechos básicos de los demás o las principales reglas o normas sociales apropiadas para

la

edad. Los comportamientos característicos específicos del trastorno disocial forman parte de una

de

estas cuatro categorías: agresión a la gente o los animales, destrucción de la propiedad, fraudes

o

hurtos, o violación grave de las normas. Están descritas con más detalle en la página 90.

El patrón de comportamiento antisocial persiste hasta la edad adulta. Los sujetos con un trastorno

antisocial de la personalidad no logran adaptarse a las normas sociales en lo que respecta

al comportamiento legal (Criterio A1). Pueden perpetrar repetidamente actos que son motivo de

detención (que puede o no producirse) como la destrucción de una propiedad, hostigar o robar a

otros, o dedicarse a actividades ilegales. Las personas con este trastorno desprecian los deseos,

derechos o sentimientos de los demás. Frecuentemente, engañan y manipulan con tal de conseguir

provecho o placer personales (p. ej., para obtener dinero, sexo o poder) (Criterio A2). Pueden

mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros o simular una enfermedad. Se puede

poner

de manifiesto un patrón de impulsividad mediante la incapacidad para planificar el futuro

(Criterio

A3). Las decisiones se toman sin pensar, sin prevenir nada y sin tener en cuenta las consecuencias

para uno mismo o para los demás, lo que puede ocasionar cambios repentinos de trabajo,

de lugar de residencia o de amistades. Los sujetos con un trastorno antisocial de la personalidad

tienden a ser irritables y agresivos y pueden tener peleas físicas repetidas o cometer actos

de agresión (incluidos los malos tratos al cónyuge o a los niños) (Criterio A4). Los actos

agresivos

necesarios para defenderse a uno mismo o a otra persona no se consideran indicadores

de

este ítem. Estos individuos también muestran una despreocupación imprudente por su seguridad

o la de los demás (Criterio A5). Esto puede demostrarse en su forma de conducir (repetidos

excesos

de velocidad, conducir estando intoxicado, accidentes múltiples). Pueden involucrarse en

comportamientos

sexuales o consumo de sustancias que tengan un alto riesgo de producir consecuencias

perjudiciales. Pueden descuidar o abandonar el cuidado de un niño de forma que puede

poner

a ese niño en peligro. Los sujetos con trastorno antisocial de la personalidad también tienden a ser continua y extremadamente

irresponsables (Criterio A6). El comportamiento irresponsable en el trabajo puede indicarse

por períodos significativos de desempleo aun teniendo oportunidades de trabajar, o por el

abandono

de varios trabajos sin tener planes realistas para conseguir otro trabajo. También puede

haber

un patrón de absentismo no explicado por enfermedad del individuo o de un familiar. La

irresponsabilidad

económica viene indicada por actos como morosidad en las deudas y falta demantenimiento de los hijos o de otras personas que dependen de ellos de forma habitual. Los individuos

con trastorno antisocial de la personalidad tienen pocos remordimientos por las consecuencias

de sus actos (Criterio A7). Pueden ser indiferentes o dar justificaciones superficiales por

haber

ofendido, maltratado o robado a alguien (p. ej., «la vida es dura», «el que es perdedor es

porque

lo merece» o «de todas formas le hubiese ocurrido»). Estas personas pueden culpar a las

víctimas

por ser tontos, débiles o por merecer su mala suerte, pueden minimizar las consecuencias

desagradables

de sus actos o, simplemente, mostrar una completa indiferencia. En general, no dan

ninguna

...

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