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Teorias Aplicadas Al Trabajo Social

marieltrejo7 de Agosto de 2014

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INTRODUCCIÓN

Trabajo Social es una disciplina que, mediante su metodología de intervención, contribuye al conocimiento y transformación de los procesos para incidir en la participación de los sujetos y en el desarrollo social.

El trabajador social en este modelo, es el facilitador del crecimiento natural de individuo y es el responsable de influir en las redes sociales y en las estructuras organizativas para que sean positivas.

Ya que los trabajadores sociales utilizan gran variedad de teorías como base y guía de su práctica y además para las investigaciones, la recopilación e interpretación de los datos, es necesario revisar este conjunto que tratan sobre la práctica del trabajo social . Algunas teorías son más ampliamente aceptadas que las otras.

Las teorías que se estudiaron en este trabajo fueron:

Concepto de alienación (Marx)

Reificación (Lukacs)

Hegemonía (Gramsci)

Acción comunicativa (Habermas)

Trabajo social marxista

Carls Rogers, (terapia centrada en la persona)

Terapia Gestalt

Existencialismo

Hacer una apreciación de tales teorías con ánimo de llegar a la comprensión de las mismas y de sus principales conceptos, puede ofrecer un conjunto de conocimientos teóricos que son de gran utilidad, con recomendaciones de tratamiento y metas para el mejoramiento de la práctica del trabajo social.

CONCEPTO ALINEACIÓN MARX

La idea común a los diversos conceptos de alienación hace referencia a algo «ajeno» a sí mismo que el sujeto ya no controla, un bien que se vende, o un «yo» que se extraña.

Para Marx el capitalista compra con dinero el trabajo del obrero y este cambia su fuerza de trabajo, es decir, su mercancía, por la mercancía del capitalista, es decir, la paga o salario. El trabajo es para el obrero la actividad vital que le brinda medios necesarios para subsistir. El obrero es libre de cambiar de capitalista, es libre de trabajar, pero no puede desprenderse de la clase de los capitalistas, a quienes se ha alquilado, sin renunciar a su existencia misma.

El trabajador no recoge el valor de lo que produce y esta explotación lo priva de sus herramientas artesanales. Por ello ignora lo que está produciendo y eso significa que está alienado. Este desconocimiento es la alienación para Marx.

Marx estudia la alienación del producto del trabajo considerando que cuanto más se sumerge el obrero en su trabajo más extraño se le vuelve el mundo y menos dueño es de sí mismo. El trabajador siente que su trabajo no le pertenece. Esta es la alienación económica que genera alienación política y es la causa de la alienación religiosa.

Para Marx, este concepto describe la siguiente situación que le puede sobrevenir a un sujeto: cuando no se posee a sí mismo, cuando la actividad que realiza le anula, le hace salir de sí mismo y convertirse en otra cosa distinta a la que él mismo propiamente es, decimos que dicho sujeto está alienado; la alienación describe la existencia de una escisión dentro de un sujeto, de un no poseerse totalmente y, como consecuencia de ello, comportarse de un modo contrario a su propio ser.

Marx, toma el término y lo aplica al materialismo; en concreto a la explotación del proletariado y a las relaciones de propiedad privada. En su enfoque, denominó alienación a las distorsiones que causaba la estructura de la sociedad capitalista en la naturaleza humana. Aunque era el actor el que padecía la alienación en la sociedad capitalista, Marx centró su análisis en las estructuras del capitalismo que causaban tal alienación.

LA REIFICACIÓN

Reificación (Idioma alemán: Verdinglichung, literalmente “sobrecosificación”) es la concepción de un objeto como si fuera humano o poseyera vida y habilidades humanas; también se refiere a la reificación o cosificación de las relaciones sociales.

Este concepto está vinculado a las nociones de Marx de alienación y fetichismo de la mercancía.

Para Luckas el concepto de mercancía es el problema estructural central de la sociedad capitalista. Según él una mercancía es una relación entre las personas que adoptan la naturaleza de una cosa, y desarrolla una forma objetiva.

El fetichismo de la mercancía es el proceso por el que los actores otorgan a la mercancía y al mercado creado para ellas una existencia objetiva e individual en la sociedad capitalista. Amplía el concepto de fetichismo, que Marx asociaba a la economía, a toda la sociedad, incluyendo ámbitos como el derecho y el Estado.

Habla de reificación o cosificación, en tanto el mismo humano se percibe como objeto y no como sujeto, obedeciendo a supuestas leyes que rigen el mercado.

Según Lukács conciencia de clase es el sistema de creencias compartidas por los que ocupan la misma posición de clase en la sociedad.

La capacidad para desarrollar la conciencia de clase caracteriza sobre todo a la sociedades capitalistas (ya que la base económica del capitalismo permite ver con más claridad), y más específicamente en el proletariado, ya que tiene la capacidad de ver la sociedad tal como es.

También esto es ampliado al incorporar no sólo la posición económica objetiva, sino los pensamientos psicológicos reales de los hombres sobre sus vidas. Al autor le preocupaba la relación dialéctica entre las estructuras del capitalismo, pero además los sistemas de ideas, el pensamiento y la acción individual.

HEGENOMIA

El término hegemonía deriva del griego «hegesthai», que significa conducir», «ser guía» o «ser jefe».

Se denomina hegemonía al dominio de una entidad sobre otras de igual tipo.

Gramsci atribuyó un papel central a los conceptos de infraestructura (base real de la sociedad, que incluye: fuerzas de producción y relaciones sociales de producción)/ superestructura ("ideología", constituida por las instituciones, sistemas de ideas, doctrinas y creencias de una sociedad), a partir del concepto de "bloque hegemónico".

Se le conoce principalmente por la elaboración del concepto de hegemonía y bloque hegemónico, así como por el énfasis que puso en el estudio de los aspectos culturales de la sociedad (la llamada "superestructura", en la metáfora de Marx) como elemento desde el cual se podía realizar una acción política y como una de las formas de crear y reproducir la hegemonía.

Según ese concepto, el poder de las clases dominantes sobre el proletariado y todas las clases sometidas en el modo de producción capitalista, no está dado simplemente por el control de los aparatos represivos del Estado, pues si así lo fuera dicho poder sería relativamente fácil de derrocar (bastaría oponerle una fuerza armada equivalente o superior que trabajara para el proletariado); dicho poder está dado fundamentalmente por la "hegemonía" cultural que las clases dominantes logran ejercer sobre las clases sometidas, a través del control del sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de comunicación.

A través de estos medios, las clases dominantes "educan" a los dominados para que estos vivan su sometimiento y la supremacía de las primeras como algo natural y conveniente, inhibiendo así su potencialidad revolucionaria. Así, por ejemplo, en nombre de la "nación" o de la "patria", las clases dominantes generan en el pueblo el sentimiento de identidad con aquellas, de unión sagrada con los explotadores, en contra de un enemigo exterior y en favor de un supuesto "destino nacional". Se conforma así un "bloque hegemónico" que amalgama a todas las clases sociales en torno a un proyecto burgués.

ACCIÓN COMUNICATIVA

Este concepto es una de las bases que estableció el filósofo alemán Jürgen Habermas opina que no hay mente, ni actividad intelectual sin un lenguaje previo. Si todo ser humano nació en una comunidad lingüística, el lenguaje es, anterior al hombre, todo el que quiso decir ya tuvo que suponerlo.

Las estructuras de acción comunicativa orientadas a un acuerdo, se vuelven más efectivas en la interacción social o en la formación de la personalidad.

Habermas, establece tres tipos de acción: 1) Aquellos casos en que la acción está orientada al éxito en un contexto no social, habla de acción instrumental. 2) Cuando la acción se realiza orientada al éxito pero en un contexto social, lo denomina acción estratégica. 3) Aquellos contextos sociales en que el objetivo es la comprensión mutua es cuando, según Habermas, aparece la acción comunicativa.

Habermas admite esta independencia del lenguaje y elabora su teoría filosófica a partir de lo que él llama los universales del habla: supuestos que debe considerar el hablante antes de emitir palabra, ya que son “mandatos” del lenguaje. Un hablante no puede dejarlos, si se quiere alcanzar un consenso comunicativamente:

1. Inteligibilidad para lo que se dice. La comunicación resulta imposible si lo que se dice es incomprensible para los demás.

2. Verdad para aquello que se dice. Para el contenido de lo que se dice en relación con lo objetivo o para las condiciones de existencia de lo que se dice

3. Rectitud para su acto de habla en relación con un contexto normativo. Esto significa: todo hablante se atiene a un conjunto de normas aceptadas por todos.

4. Veracidad para su formulación como expresión de su pensamiento. Lo que dice debe ser lo que cree

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