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Tipología: Introvertido - Extravertido


Enviado por   •  22 de Abril de 2014  •  1.848 Palabras (8 Páginas)  •  313 Visitas

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- El tipo introvertido

Es el que concentra su atención sobre sí mismo, ocupado casi siempre en hacer el análisis, la autocrítica de su vida interior. Su interés reside en la esfera de las ideas.

A menudo, ansioso y preocupado, prefiere huir del barullo de la sociedad y vivir de su mundo interior, a veces, de su propia fantasía. Los introvertidos son muy callados y con dificultad hablan de sí mismos

- El tipo extravertido

Es el que dirige toda su energía instintiva hacia el mundo exterior, el mundo de las cosas y de las personas.

Se preocupa mucho de tener éxito con los demás, busca la aprobación, tiende a ser conformista. Es un tipo sociable y le gustan las actividades, los cambios y las novedades. Fácilmente se emociona, pero superficialmente.

El crecimiento y sus factores

Por CRECIMIENTO y DESARROLLO, entendemos una serie de cambios físicos o fisiológicos que se experimentan a través de los años.

Estos términos, se usan a menudo indistintamente. Sin embargo, crecimiento significa, más bien, aumento de tamaño y peso, y desarrollo, se aplica a los cambios de composición y complejidad. Por ejemplo, las células cerebrales crecen en tamaño, pero se desarrollan cuando sufren cambios químicos.

MADURACIÓN es el movimiento hacia la expansión de las posibilidades del organismo humano. Es fruto de todo lo que aportan los factores internos. La maduración explica la “diferenciación” por la cual las distintas capacidades del niño, se desarrollan por fuerzas internas, según procesos graduales.

El sistema nervioso, por ejemplo, no está completo cuando el niño nace y las glándulas sexuales no maduran hasta la pubertad.

Relación madre – padre

Cada uno de los dos progenitores, ofrece algo que le es propio en la educación de los hijos, desempeñando papeles distintos y complementarios. Michael W. Yohamn, descubrió que ya a los cuatro meses, los bebes advierten la diferencia entre la madre y el padre cuando lo alzan o lo miman.

Resultan que las madres los tratan con juegos de voces y movimientos más suaves y complejos; en cambio, los del padre, son típicamente cortos e intensos.

El responde de manera distinta porque reacciona a estímulos distintos. Padre y madre juegan con su bebe de distinta manera y lo alzan por diferentes razones: las madres para atenderlos, y los padres solo para jugar con ellos, o porque los bebes los llaman.

En resumen, podríamos afirmar que no responde a la verdad que los niños quieren más a la madre que al padre. Los bebes demuestran apego por ambos progenitores y las relaciones que experimentan con el padre y la madre difieren en calidad, significan distintas clases de interacciones, pero son igualmente intensas. Padre y madre pueden los dos, crear un clima emocional lo más favorable para el hijo.

Es la familia, como unidad dinámica de fuerzas interactuantes, la que proporciona una de las bases principales par el viaje del niño hacia su madurez.

Relación padres e hijos

El hogar moderno es conflictivo, sorpresivo y exigente. Si no se actualiza tendrá problemas.

Sin embargo, un hijo siempre será necesario, importante y una persona única. En la unión de los padres debe atinarse muy bien la selección, estar preparados, dar mucho afecto y adquirir paciencia. La crianza de los hijos, es y ha sido polémica en toda la historia, las teorías sobre cómo educarlos, se modifican periódicamente y ninguna asegura; que usted no sufra contratiempos, pues los esfuerzos se diluyen.

La mayoría de los futuros padres, creen conocer, la forma adecuada de manejarlos y no es así. Lo que sí es seguro es que cada ser humano en su desarrollo, va sufriendo las transformaciones de su comportamiento de acuerdo al tiempo en que viva, y esencialmente por la capacidad de los padres de educar al hijo, comprender al adolescentes, para formar el futuro hombre o mujer, y estar atento a los cambios morfológicos, sociales y culturales de la época y adaptarlo a su patrón establecido. Indudablemente que cada padre, de acuerdo a su capacidad, le dará determinada forma a la conducción de sus hijos, pero la mayoría quiere encontrar la forma de que sus hijos encuentren la manera de enfrentar las dificultades de la vida. Los padres no sabemos qué hacer para enseñar a los hijos a disfrutar de la vida, porque nosotros mismos no conocemos ese simple secreto. No podemos enseñar algo que no conocemos y pasamos todo el tiempo intimidándoles para que se conviertan de manera sumisa en lo que creemos que deben convertirse.

Suponemos que haber vivido más nos da una sabiduría que las personas jóvenes deben agradecer; esto es un error; los padres deben ser receptivos y ser ejemplo.

Permisividad o disciplina

Hay madres que responden prontamente ante cualquier exigencia del niño, cuando este llora o hace otros movimientos. Hay otras, en cambio, que piensan que hay que imponer al niño un horario estable, hay dejarlo llorar y gritar hasta que se dé cuenta, inconscientemente, que es inútil, y así se acostumbra a una disciplina: duerme y deja dormir

La edad del juego y de la fantasía

El célebre pedagogo Claparéd afirmó que: “el niño vive para jugar”. El juego es la actividad fundamental del niño, en su manera de trabajar, su preparación a la vida, es su vida misma. A esta edad, el juego es a la vez: diversión, deporte y actividad útil, necesaria. En el juego, el niño vuelca todas sus energías físicas y psíquicas. El hecho de que un niño no juegue, es un síntoma

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